La experiencia demuestra, que en una economía de mercado, los monopolios son dañinos, pues anulan la competencia, con los consiguientes abusos, precios elevados y mala atención hacia los clientes. El reciente caso de las cervezas, es muy aleccionador, pues cuando solo existía una empresa, los precios, la calidad del producto y la distribución, estaba regida solo por los intereses unilaterales de esta compañia. Cuando se abrió el mercado cervecero, los precios, la calidad y variedad de este producto, mejoraron, en beneficio de sus clientes. Ahora ocurre, lo mismo, el monopolio, en el caso del servicio aéreo. Con prácticamente una sola línea, Lan Perú, pero de origen chileno, que cubre las rutas más comerciales del país, esta empresa aérea, pone las condiciones de precio de los pasajes, términos del servicio y estratificación de ofertas. Por ejemplo, si una persona quiere viajar de Trujillo a Lima, acogiéndose a una tarifa económica, las fechas de embarque, no se pueden variar y el usuario, pierde el valor de su boleto. Tampoco puede transferirlo, aunque haya razones de fuerza mayor que impiden al que compro su boleto económico, viajar. Esto es realmente un abuso y tiene que cambiar. La mejor salida es que se oferta las rutas aéreas más comerciales a otras compañías que den este servicio, tal como lo hace Lan, actualmente. Esta competencia, sería muy provechosa, pues estamos seguros, que el precio de los boletos aéreos bajarían sustancialmente y también las modalidades de venta, apuntando a beneficiar al máximo a los clientes. Además el valor económico de los boletos, atraería a una gran cantidad de usuarios que ahora viajan por vía terrestre, debido al alto costo y a la rigidez de la oferta económica en esta línea aérea. Sin embargo como esta posibilidad de buscar otras líneas aéreas, puede demorar, es indispensable que Indecopi, controle y regule la actividad comercial aérea, para evitar esta clase de abusos, que perjudica a los que menos tienen y que con mucho sacrificio, hacen uso de la vía aérea para trasladarse a otras ciudades del país, especialmente a Lima. En estos tiempos de regulación a nivel mundial, hay que tomar estas medidas, pues ya se ha visto que el mercado per se, no soluciona adecuadamente los problemas y el potencial abuso de las empresas. Este mismo criterio se puede usar para la telefonía, aunque ya hay indicios que otras empresas, van a competir con telefónica, lo cual es una buena noticia.
Por Manuel J. Villanueva
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