Es inaceptable la presión ejercida por el gobierno chileno, para que se destituya de su cargo al general peruano Donayre. Esta clara intromisión en nuestros asuntos internos por parte de Chile, obedece a su política de estado. En la década pasada el dictador Pinochet, siempre tuvo frases ofensivas a nuestro ejército y a nuestro país, pero el gobierno peruano de entonces, no dijo ni una sola palabra sobre estos dicterios. Lo que pasa es que los chilenos nos ven por encima del hombro y sin ningún tipo de respeto. Esto tiene que cambiar, para bien de nuestra patria y de nuestra autoestima como nación. Muchas veces el lenguaje militar tiene que ser duro y directo, contra nuestros potenciales enemigos, pues asi se eleva la moral de los combatientes. Pues para nadie es un secreto que Chile, codicia nuestros recursos y su pasado de rapiña contra nuestro país, hace que siempre tengan como objetivo de su estado, el armamentismo y modernización de sus militares y carabineros, que a todas luces apunta a nuestro territorio. Esto tiene que ser evaluado permanentemente por nuestras fuerzas armadas, porque su finalidad principal es mantener intactas nuestras fronteras y esta misión tiene que ser respaldada por todos nosotros. Sin embargo de nada vale un ejército, sin moral y esa es la misión de todo buen oficial, para mantener a las tropas, listas y dispuestas a cumplir su misión. La disciplina, la moral y la influencia moral de los mandos hacen de un ejército invencible, independientemente de las armas que tengan. En los últimos años, hay muchas experiencias de combate victorioso por parte de fuerzas irregulares y sin armamento sofisticado. Esto se ve diariamente en Irak y Afganistán, donde combatientes que defienden su heredad, hacen casi imposible la victoria de fuerzas regulares, pero invasoras, a pesar de estar equipadas con armamento de última generación. Igualmente el año pasado las guerrillas del hizbollah, en el Líbano, derrotaron el casi invencible ejercito israelí. Por eso estamos de acuerdo con las frases emitidas por Donayre, en una reunión social, pues es el lenguaje que siempre utilizan los militares de todos los países, al referirse a sus potenciales enemigos. No es necesario que el gobierno peruano, de más explicaciones a un hecho casi anecdótico.
Además le injerencia prepotente del gobierno chileno a través de su ministro de relaciones exteriores, Foxley, tiene que merecer nuestro repudio, porque es inaceptable este tipo de intromisiones.
Por Manuel J. Villanueva
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