premio nobel 2008

Premio Nobel 2008
Cada año, en el mes de Octubre, la Academia de Ciencias de Suecia y una institución noruega, anuncian a los ganadores de los Premio Nobel en seis especialidades: Medicina, Física, Química, Literatura, Economía y de la Paz. Los galardonados con estos premios, pasan inmediatamente a ser mundialmente famosos, por sus trabajos creativos, que muchas veces abarcan el esfuerzo de toda una vida. Los científicos, sobretodo, no esperan ser galardonados con estos premios, que además incluyen una considerable cantidad de dinero que asciende a un millón cien mil euros. Este premio se entrega a los elegidos el próximo 10 de Diciembre, en recuerdo del fallecimiento de Alfred Nobel, celebre científico sueco, inventor de la dinamita, que instituyo estos premios para los científicos, literatos y hombres que hayan contribuido a la paz mundial. Este año fueron galardonados con el Premio Nobel de Medicina los franceses Luc Montagnier y Francoise Barre-Sinoussi, del Instituto Pasteur, por sus trabajos sobre virus, que los condujeron al descubrimiento del VIH, virus que provoca el SIDA y que ya ha matado a más de 25 millones de personas. El otro galardonado en este campo fue el alemán Harald zur Haussen, por sus trabajos sobre el virus que causa el cáncer al cuello uterino.
El Premio nobel de Física, recayó sobre el norteamericano de origen japonés Yoichiro Nambu y los japoneses Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa, por sus trabajos individuales sobre el proceso de simetría, que se produjo un instante después del Big Bang, lo que explica el porqué el Universo esta hecho principalmente de materia y no de antimateria, cuyo trabajo es conocido como la ruptura de simetría y que pronto puede confirmarse, cuando se vuelva a poner en marcha el supercolisionador de hadrones situado en Europa.
El premio nobel de Literatura, que junto con el premio nobel de la paz, trae consigo mucha controversia, fue ganado por el escritor francés Jean-Marie Le Clezio, por sus obras donde trata de rendir cuentas de la aventura del ser humano y de la evocación de la belleza del mundo, la tierra y los paisajes, además de sus obras dedicadas a los niños. Entre sus libros se pueden mencionar Éxtasis Material y Revoluciones.
Este año el premio nobel de la Paz, lo obtuvo el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari, debido a su extensa trayectoria como mediador y negociador de la paz, en muchos lugares del mundo, desde Namibia en África, Indonesia y la difícil Kosovo en Europa. Muchos personajes califican a Ahtisaari como “el campeón de los principios e ideales”, aunque también hay algunas voces que no están de acuerdo con esta designación.
El premio Nobel de Química, fue concedido a los descubridores de la proteína fluorescente, que se tiene que dividir entre los científicos norteamericanos Martin Chalfie, Roger Tsien y el japonés Osamu Shimomura, por su descubrimiento de la proteína fluorescente GFP, que fue observada por primera vez en las medusas. Desde entonces, esta proteína se ha convertido en una de las más importantes herramientas usadas en la biociencia contemporánea. Se aplica en procesos que eran invisibles, como el desarrollo de las células nerviosas del cerebro o como se propagan las células cancerosas. Estos aportes pueden contribuir a conseguir la curación de las enfermedades tales como el Parkinson, el Alzheimer y de muchos tipos de cáncer.
Finalmente el premio Nobel de Economía recayó en el economista y escritor norteamericano Paul Krugman, mordaz critico de las políticas económicas de George W. Bush. Este economista ha sido galardonado con el premio Nobel por su trabajo que integra los anteriormente distantes campos de investigación sobre el comercio y la geografía economía, que ayudan a explicar la creciente urbanización mundial. Krugman es un profesor universitario, que también está preocupado por encontrar una salida al gran problema de la recesión mundial que nos afecta actualmente.
Lamentablemente, nuestro continente, todavía no se hace presente entre los galardonados con estos premios, sobretodo en el campo de la ciencia, lo que demuestra, entre otras cosas, que nuestros sistemas educativos, no privilegian a las ciencias ni nuestros gobiernos apoyan el desarrollo de investigaciones, para lo cual se requiere de una permanente inversión en equipos de trabajo y herramientas de última generación para que nuestros jóvenes y promesas científicas puedan aportar sus conocimientos al bagaje universal de las ciencias y las tecnologías, que son ahora, lo que verdaderamente generan riqueza.
Por Manuel J. Villanueva