jueves, 13 de noviembre de 2008

Reingeniería financiera mundial

Ante el colapso financiero global, cuyos efectos ya se sienten por estas latitudes, cuyos principales síntomas son la recesión y la contracción crediticia. Este fenómeno cuyas raíces se encuentran en la desaforada especulación, el lucro rocambolesco y los excesivos riesgos, ocasiona desempleo e incertidumbre en las grandes mayorías, sobre todo en los países del primer mundo. Por esta razón, los países agrupados en el grupo denominado G 20, donde se encuentran las 8 más grandes economías del mundo y 12 países emergentes, están tratando de resolver esta situación de alcance mundial, para recrear una nueva arquitectura financiera, que tiene que ser muy diferente a lo que todavía está en vigencia. Se trata de llegar a un acuerdo, tal como se hizo en 1944 en Bretton Woods, que dio la partida de nacimiento al orden financiero actual. Además los organismos multilaterales, tales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, tienen que refundarse o crear nuevas instituciones, donde impere la transparencia, el control y la asesoría que realmente ayude a eliminar los graves problemas que subsisten tales como la pobreza, las enfermedades endémicas, la inmigración masiva y la falta de infraestructura y la mala educación en la mayoría de los países, especialmente los que son considerados en desarrollo. También la reingeniería financiera, tiene que propiciar una verdadera regulación de todas las entidades financieras, sin tener mucho en cuenta la llamada soberanía y el secreto bancario. Esta reingeniería tiene que poner en práctica un riguroso registro de todos los calificadores de riesgos, las empresas auditoras para que efectivamente den información real y honesta sobre la situación de los bancos, financieras, compañías de seguros y corporaciones, a todos los usuarios. También la regulación tiene que alcanzar a los llamados paraísos fiscales y así evitar toda transacción que se haga pasando la línea de lo correcto y que afecta con estas acciones al sistema financiero mundial.
Todas estas propuestas, emanan de la situación de crisis que afecta a la economía mundial y por eso tienen que efectuarse, las acciones correctivas en el menor tiempo posible, si se quiere corregir en forma oportuna este colapso financiero. Si la situación no es controlada, puede ocurrir una severa recesión, mucho más grave al crac del 29 del siglo pasado. La palabra que se está utilizando es transparencia en todos las transacciones de este sector, pues lo que impera hasta la fecha es las acciones dolosas y el engaño, para lucrar, pero en este caso ha ocurrido lo contrario, es decir hay pérdidas económicas y falta de confianza en el sistema financiero por parte de casi todos los agentes económicos y de la opinión pública. Vivimos un tiempo muy especial y toda esta crisis parece que va a dar a luz a un nuevo orden financiero mundial, con las consecuencias, esperamos positivas, en otros sectores, tales como el productivo, administrativo, comercial, político y social. Como nuestro país, no es una autarquía, los efectos de esta transformación, se harán sentir más temprano que tarde. Uno de los principales objetivos de esta inminente reforma financiera debe ser también que las instituciones financieras que tengan una mala gestión asuman su responsabilidad y sus consecuencias de su mala administración y no cargar sus negativas repercusiones, en los pobres del mundo, sin que tengan ningún tipo de responsabilidad del colapso y la recesión, tal como hasta la fecha sucede.
Por Manuel J. Villanueva

1 comentario:

colca dijo...

La "reingeniería" planteada termina en una nueva forma de hacer las cosas pero que siempre estará sostenida, en el mercado monetario, por el espiritu especulativo. Lo que si se ha hecho más evidente es que el sistema que entro en crisis era vulnerable y siempre será vulnerable cualquier sistema, ¿por qué?, simple por que el ser humano estará siempre como actor principal acompañado de su amigo eterno la codicia. Esto amerita entonces un sistema de monitoreo o de regulación más refinada, un sistema político y legal que penalice a los responsables y coresponsables de malas decisiones y que estos no se vayan como ahora con sumas importantes de compensación.
Yo creo que sin importar que nivel de "reingeniería" se inicie siempre surgirán intentos de hacer ganancias exacerbadas promovidas por intereses personales de aquellos que se dejan llevar desenfrenadamente por los cantos del poder de la tenecia del dinero