jueves, 20 de septiembre de 2012

Sesquicentenario de Celendín

La linda provincia de Celendín, esta de aniversario del 30 de Setiembre, porque hace 150 años, durante del gobierno de Ramón Castilla, se dio una ley, elevando a este pueblo a categoría de provincia del departamento de Cajamarca. En este prolongado lapso, Celendín, ha sabido luchar como pueblo heroico, para conseguir el ansiado progreso y la estabilidad que es la base de una sana convivencia. Muchas son las carencias que afronto Celendín, no solo como provincia sino desde que fue fundada en 1802, por el Monseñor de Trujillo, Baltasar Martínez de Compañón y Bujanda. Uno de los anhelos mayores ha sido conectarse a los demás pueblos del país, a través de una carretera. Esta vía que fue hecha a partir de los primeros decenios del siglo XX, todavía no termina de ser asfaltada, en su tramo que conecta con Cajamarca, pero los afanes y gestiones que no han sido pocos, parece que ya llega a su fin con la finalización de esta obra de ingeniería. Así Celendín se podrá conectar con la capital del departamento en tan solo 2 horas y no como antaño en 7 horas, lo cual representaba una verdadera pérdida de tiempo, cuando en la costa todas las ciudades están ya conectadas con autopistas. También falta terminar las obras civiles de su mercado central, que esperamos sea pronto para que el ornato de la ciudad, se vea remozado y también para que las amas de casa celendinas puedan comprar sus víveres en un lugar amplio, moderno y cómodo. Además es necesario, que la agricultura y ganadería celendina, se potencie, para producir alimentos tales como papa, maíz, frejoles, ocas, mashuas, pajuros, capulíes, sirimbaches y otras variedades, con la finalidad de alimentar a todo el pueblo y también vender sus excedentes en Cajamarca, Trujillo y fuera del país. Es que actualmente la tendencia mundial, de producir alimentos, para alcanzar la seguridad alimentaria, es incentivar el cultivo de estos, en pequeñas parcelas, pero con mucha tecnificación en el uso del agua, las semillas y los fertilizantes orgánicos. Dicen los expertos que los pequeños agricultores salvaran del hambre a la humanidad y por eso Celendín, puede convertirse en un verdadero granero para muchas ciudades del país y del extranjero. Actualmente el cultivo en grandes áreas, solo sirve para algunas especies vegetales, que obvian la producción alimentaria. Otra ventaja para la agricultura celendina es evitar el uso de semillas transgénicas y fertilizantes químicos, ya que estos productos, son peligrosos para la salud, tal y como lo han demostrado recientemente científicos franceses, porque producen tumores oncológicos. También Celendín, puede atraer al turismo nacional y extranjero, porque existen una serie de bellezas naturales, artesanía y arqueológicas que se pueden poner en valor. Si a esto le añadimos la rica gastronomía local, el éxito estaría asegurado. Todas estas actividades, crean muchos puestos de trabajo bien remunerado. En el caso de la artesanía, donde el sombrero de paja toquilla es ya un símbolo histórico de Celendín, el perfeccionamiento en hacer una serie de productos a base de esta paja y otros materiales del lugar, permitiría obtener buenos ingresos de casi todos los turistas. Otra forma de captar visitantes, seria realizar anualmente un festival del Silulo y de la Chicha de jora. Es que el Silulo o carnaval de Celendín, es una bella melodía ya internacional, que dentro de su métrica podrían crearse una serie de canciones tal y como se hace con la marinera, en Trujillo. Es decir este vigoroso pueblo, tiene muchas cosas que mostrar al país y al extranjero, con esa proverbial hospitalidad, ingenio y laboriosidad, que adornan a los hombres y mujeres que han tenido la suerte de nacer en este terruño. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Twitter: @manueljvillanue

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