martes, 25 de septiembre de 2012

La diversidad cultural del Perú

A pesar de las múltiples campañas mediáticas, la mayoría interesadas, para difundir el mito que nuestro país es minero, la realidad y diversidad cultural muestra la verdadera cara de nuestro país. Si nos atenemos a nuestra historia, podremos ver, que en este territorio, florecieron multitudes de culturas pre incas y luego devino en un conglomerado regido por los incas del Cusco. En este periodo, nuestros antepasados, supieron domesticar y cultivar gran cantidad de plan tas y animales, para usarlos como sustento diario. A tal punto llego el desarrollo agrario de esa época, que muchos productos agrícolas, producto de su relación incesante con la naturaleza, ahora son indispensables en la dieta de casi toda la humanidad. La papa, el maíz, por mencionar algunos productos de nuestra cultura agraria, son ahora, junto con el trigo y el arroz, los alimentos indispensables para toda la humanidad. Es que los antiguos habitantes de nuestro territorio, tuvieron la sabiduría de asegurar el abastecimiento de alimentos para todos los que habitaban este difícil territorio, pero rico en biodiversidad. Es decir todos los pueblos ancestrales fueron eminentemente agrarios. La explotación minera, era mínima, pues no constituía una verdadera actividad económica y la producción de metales preciosos tales como el oro y la plata, servían como materia prima para elaborar, diferentes artículos de ornamento para los altos dignatarios y para elaborar objetos ceremoniales, con los cuales rendían culto a la Pachamama o madre tierra, al Sol y la Luna. Es decir, la minería no tenía en esos tiempos ningún valor estratégico como si lo tuvo la agricultura. Esta racionalidad, por su visión de armonizar con el medio ambiente, procuro a nuestros antepasados la seguridad alimentaria. Actualmente este requisito es muy endeble no solo en el país sino en el resto del mundo. Es que la forma de producir maíz, papa, trigo y arroz, depende de la rentabilidad de los cultivos, que muchas veces no tiene relación con la seguridad alimentaria. Dentro de esta óptica, nuestro país, siempre ha sido un país agrario, rico en minerales. Por eso es sorprendente decir en la actualidad que el Perú es un país minero. Este infundio, solo sirve para justificar la explotación de nuestra riqueza minera a como dé lugar. La gran demanda mundial de minerales, hace que grandes consorcios mineros, vean con mucho interés la explotación de nuestros recursos. Para eso no tienen freno en el proceso de hacer real una verdadera inversión y sacar una barreta de oro plantando solo un diminuto alfiler de acero. Esto quiere decir que por más que se hable de millonarias inversiones, lo que las empresas que invierten en minería, sacaran el ciento por uno. Además la explotación de minerales es muy contaminante y deteriora el medio ambiente. Por eso decir que existe minería amigable con el medio ambiente, es una gran mentira. No existe hasta la fecha tecnologías de explotación que eviten la remoción de millones de toneladas de rocas para sacar centenares de minerales. También, las reservas de estos recursos no renovables tienen un límite y luego casi nada queda para las poblaciones cercanas a cualquier mina, salvo pobreza, contaminación y violencia. Por eso debemos repensar la forma cómo vamos a reorientar nuestro modelo de desarrollo. Para eso tenemos que partir en dar el mayor valor posible a nuestra sorprendente biodiversidad que es el sustento lógico para generar la más variada cantidad de productos tanto industriales como gastronómicos. Nuestra gran variedad de climas, ha producido una serie de manifestaciones culturales y gastronómicas, que ya tienen mucha demanda tanto en las grandes ciudades peruanas como en el exterior. Haciendo políticas, que permitan el crecimiento de estas actividades, podrían ser una fuente de riqueza y de empleo para una enorme cantidad de personas, con garantía de durar por decenas de años, al contrario de lo que sucede con las actividades extractivas. También estas actividades, que si son amigables con el medio ambiente, permitirán la conservación de la biodiversidad, que debe ser el motor de nuestro desarrollo. También tenemos que mirar a nuestro mar, que todavía es rico en muchas especies, tales como el bonito, atún, corvina, lenguado y una gran variedad de mariscos. Esta riqueza marina, se puede aprovechar mejor, a través de una pesca moderna, que respete el ciclo de crecimiento de todas las especies que se alojan en nuestro mar. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Facebook: Manuel J Villanueva

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