domingo, 11 de enero de 2009

El cambio paraliza

A casi todos nos ha pasado, cuando enfrentamos una situación inesperada, como un “robo al paso”: No tenemos una respuesta adecuada a este despojo. Mucho después, nos viene a la mente lo que pudimos hacer para evitarlo. Esta simple idea, también se refleja en las actitudes de gobernantes, economistas, políticos, hombres de negocios. Es decir cuando se presenta un cambio, como la actual crisis financiera global o el cambio climático, simplemente, no saben qué hacer y no tienen las medidas adecuadas, que respondan a una solución integral de estos cambios, aparentemente inesperados.
Según muchos estudiosos del comportamiento humano y de las estrategias de cambio, las personas con autoridad y poder de decisión, generalmente, tienen una falsa percepción de las cosas y por eso sus actitudes y el numero de alternativas que tienen presente, resultan inadecuadas para adoptar una real solución a los cambios, como el que enfrentamos actualmente: La crisis financiera y el cambio climático. Por eso vemos, dejando de lado los intereses subalternos, que muchos personajes no saben ni atinan a dar las correctas soluciones. Esto no tiene nada que ver con la ignorancia o falta de conocimiento sobre estos temas, errores de apreciación o incompetencia, sino es la falta de velocidad en comprender lo que nos sucede, con estos cambios.
Todas las declaraciones sobre los graves problemas, que hemos mencionados y que ya los sufrimos, hechas por el presidente o los responsables políticos y técnicos, son solo meros maquillajes, de la actual situación. Es decir, se piensa en no cambiar nada, sino solo, hacer algunos “ajustes”, al sistema imperante. Pero estos tipos de “soluciones”, no tendrán la eficacia esperada. Solo alargaran los efectos de la crisis. En lo referente a la crisis financiera, provocada, por la corrupción, la desmedida ambición de lucrar, de parte de los altos ejecutivos de los bancos, financieras y compañías de seguros, la solución está en cambiar cualitativamente la llamada arquitectura financiera. Esto tiene que ver con la transparencia, la moralidad y la regulación por parte del estado. El mercado como solución a los problemas económicos, ya dejo de ser un dogma, para convertirse en un mito de dolorosa recordación. Es hora de cambios cualitativos en este importante sector teniendo como fin, el beneficio de los usuarios, los empleados de estas instituciones y de los accionistas y ejecutivos, en este orden.
En cuanto al cambio climático, que es una amenaza a nuestra supervivencia, se tienen que cambiar la forma de hacer negocios y las políticas de crecimiento en todo el planeta. Es también hora de crear un nuevo orden político, social y económico, que sea sustentable en el tiempo e inclusivo socialmente. Es decir que todos los agentes económicos y políticos, tienen que poner en primer lugar, la conservación del medio ambiente en todo tipo de inversiones, para atenuar los impactos del calentamiento global, ya en vigencia.
Esperamos que la inercia y la falta de velocidad en aceptar estos cambios, de paso a una nueva forma de gestión gubernamental, económica y de negocios, para crear una sociedad más humana y en resonancia con los retos de la naturaleza.
Por Manuel J. Villanueva

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