miércoles, 29 de mayo de 2013

En torno a conferencias

Con los escándalos protagonizados por Alejandro Toledo y Alan García, en torno a compras millonarias de inmuebles en Lima, ambos personajes han justificado sus altos ingresos, por las conferencias que periódicamente dan en diferentes partes del mundo. Aunque Toledo, aclara que las compras inmobiliarias son de su suegra Eva Fernenbug, ha tenido que declarar, por la presión de la opinión pública, que una porción importante de sus ingresos provienen del dictado de estas charlas, alrededor del mundo, por las cuales cobra, como promedio 70 mil dólares por cada una. Igual dice García, quien acaba de adquirir una mansión en Miraflores por cerca de 800 mil dólares. García manifiesta que ha dictado 34 conferencias desde que salió de la presidencia y que estos ingresos los ha destinado en la compra de esta regia casa en un barrio residencial de Lima. Además, García enfatiza, que más gana dando conferencias que siendo presidente del país. Sin embargo, nos preguntamos si estas altas cifras que ganan ambos por las conferencias dictadas, son por sus simples nombres o por alguna contribución al conocimiento humano, pero nuestra respuesta no se hace esperar y es que las sumas que recaudan son porque han sido presidentes del Perú. Que se sepa ninguno de estos políticos, ha creado conocimientos nuevos para robustecer el gran árbol de la sabiduría. La producción intelectual de ambos es incipiente y muchos especialistas en historia o economía, no los toman en cuenta y son parte de la anécdota cultural del país. Aun en este caso, existen cientos de hombres, que son eruditos en economía, sociología, política, artes, ciencias, geográfica, ecología, etc., pero nadie gana estas fabulosas sumas de dinero. Por ejemplo el gran semiólogo norteamericano Noam Chomski, gana por dictar una conferencia internacional alrededor de 6 mil dólares, siempre y cuando las instituciones que lo invitan sean solventes, caso contrario no cobra ninguna suma de dinero. En el caso peruano el intelectual Marco Aurelio Denegri, cobra por dictar conferencias un promedio de 1500 soles o sea casi 500 dólares. Sin embargo Denegri es un prestigioso intelectual que es reconocido por su gran cultura y erudiccion. Que García y Toledo, ganen tanto dinero por dictar conferencias, es algo que trasgreden el aspecto moral y de principios éticos, que todo político debe practicar. Lo justo sería que ambos, Toledo y García, devuelvan el 90% de lo que han ganado al erario público, porque estos ingresos son consecuencia de su paso por la presidencia del país. Existe actualmente un ejemplo de honestidad, que es el caso de José Mujica Cordano, presidente de Uruguay. De lo que gana como presidente de su país, el 90% de sus ingresos, los destina para ayudar a los más necesitados del Uruguay. Mujica, dice que con el 10% de su sueldo vive cómodamente con su familia. No ha dejado de habitar su rancho, donde el mismo hace muchas tareas del hogar, ayudando a su esposa. Tiene un viejo Volkswagen, con el cual saldrá del gobierno cuando termine su mandato. Mujica, también dice que no es pobre, porque nada la falta. Este es un gran ejemplo a seguir por todos los que quieran hacer carrera política, sobretodo los jóvenes. Por eso el Papa Francisco I, dice de Mujica que "es un hombre sabio". Sin embargo, por estas tierras, los citados ex presidentes, hacen aspavientos y se llenan la boca por sus ganancias dictando conferencias, cuando este dinero pertenece en un mayor porcentaje al país. Los personajes que entran a la política no deben servirse de su puesto y aprovecharlo para sus propios intereses, sino que deben dedicarse a servir al pueblo y dar el ejemplo de austeridad y honradez. El mensaje que están dejando a muchos jóvenes y niños es que dedicarse a la política es un buen negocio, porque cuando se accede a un cargo, se puede hacer mucho dinero y eso no es el caso. Estamos ante la banalización de esta función política, que por su esencia, debe ser altruista, servir al pueblo y dejar un ejemplo de autoridad, transparencia y austeridad en todo lo que esté relacionado con la alta función de ser mandatario de una nación. Creemos que esta es una consecuencia más de la crisis de valores que atravesamos como sociedad. No importan los medios para obtener dinero si esto nos beneficia directamente como personas. Es decir el egoísmo y la ambición están en las prioridades de estos políticos. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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