viernes, 24 de mayo de 2013

La crisis universitaria

En nuestro país existen más de 150 universidades, la mayoría particulares, sin embargo solo habría profesores calificados para llenar la planilla académica de solo 5. Esta es una verdad que es fácil demostrar, por la calidad de la enseñanza universitaria y la poca exigencia que se tiene en la admisión de los alumnos a sus aulas. Es que las universidades privadas, salvo excepciones, ven a la educación superior como un lucrativo negocio y para generar más utilidades, no seleccionan a sus ingresantes, con un riguroso examen de admisión. Simplemente la exigencia es tener una adecuada capacidad económica para poder solventar las tarifas mensuales que se cobran en forma puntual a la mayoría de estos alumnos. En reciente encuesta sobre el ranking de nuestras universidades a nivel latinoamericano, aparecen muy pocas universidades nacionales. Las excepciones son la Universidad Nacional de Ingeniería y la Pontificia Universidad Católica. Esta última, es una universidad privada, con casi cien años de existencia, que siempre han puesto su misión de enseñar en primer término. En esta casa de estudios sus futuros alumnos, tienen que someterse a un serio examen de admisión y durante los años de estudio universitario, hay un estricto seguimiento al rendimiento de sus futuros profesionales. Todo esto viene al caso, porque el prestigioso semiólogo italiano Umberto Eco, ha declarado recientemente que la “Universidad debe ser para una elite”. Eco dice que el exceso de alumnos entorpece la actividad académica y hace que las instituciones estén en permanente crisis. Esta critica nos parece valedera, pero no hasta el punto de que estas instituciones superiores sean solo para una elite. Más bien, en nuestro país, debe existir una mejor enseñanza educativa, empezando por los primeros niveles de la pirámide de enseñanza. Para eso se requiere de una verdadera revolución educativa, donde el trípode conformado por alumnos, profesores y padres de familia, debe ser la prioridad para mejorar los niveles de enseñanza. Actualmente nuestros educandos, en su mayoría, tienen graves deficiencias en comprensión lectora y razonamiento matemático. Estas dos áreas son fundamentales para que un alumno secundario, esté capacitado para dar el salto al nivel universitario. Otro grave problema que enfrenta nuestra educación es la sustitución paulatina del papel rector del docente por Internet. Si bien el Internet, es una herramienta valiosa, se la debe usar como un apoyo para asimilar conocimientos y en ningún caso puede sustituir a la función de un profesor. La experiencia nos demuestra que actualmente se mal usa la información que se extrae de Internet. Los alumnos en su mayoría, solo copian y pegan todo tipo de información que les exigen en sus cursos, los arropan en bonitas envolturas, y sin el menor detenimiento para examinar esta información, lo presentan como sus trabajos en cualquier curso universitario. Es decir, la mayoría de alumnos no asimila los conceptos y conocimientos de sus asignaturas. Esto provoca que de las universidades salgan malos profesionales. La tecnología informática y de telecomunicaciones, debe ser tomada como una gran biblioteca de consulta virtual y no como reemplazo de los profesores y maestros. Los países líderes y ricos, tales como Finlandia, Corea del Sur y Singapur, han logrado este nivel gracias a su exigente sistema educativo, sobre todo en el nivel universitario. Por esta razón sus egresados son requeridos por diferentes corporaciones a nivel global. El cuerpo docente de estas universidades, está conformado por verdaderos maestros, con una gran formación académica, dedicación exclusiva a la docencia y muy bien remunerados. También es indispensable que nuestras universidades, hagan fuertes inversiones en la puesta en marcha de laboratorios de investigación y de investigadores bien entrenados y mejor pagados. Esta tarea, que es fundamental, en las universidades, debe ser coordinada con las empresas privadas y con la colaboración principal del estado. La investigación científica y tecnológica, tiene que ser prioritaria, para transformar nuestras materias primas, que ahora salen como commodities, sin ningún valor agregado. Para eso las universidades deben producir conocimientos frutos de investigacion.Los países ricos, sin materias primas, lo han hecho, por contar con científicos, ingenieros y técnicos, con altos niveles de preparación. Tambien las universidades nacionales, deben mejorar su papel, como entidades culturales, humanistas y defensoras del medio ambiente. La situación, en lo que respecta al medio ambiente, es crucial para nuestro futuro y casi nadie la da la debida importancia. No solo se trata de dar charlas, conferencias, pasacalles en pro de la conservación del medio ambiente, sino de exigir a las autoridades políticas a tomar una acción decisiva, para que no se deteriore aun mas nuestro hábitat. Estamos inmersos en una era de calentamiento global inducido por nosotros y esto no debe aumentar. Son las universidades, las que pueden aumentar la concientización ambiental de toda la población y también ilustrar y presionar con mejores argumentos a las autoridades para que tomen cartas en el asunto. Esto puede ampliarse también al plano academico internacional, liderando una corriente ambientalista, basada en el conocimiento, la imparcialidad y la solidaridad. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente articulo, muy buenas ideas :)

Anónimo dijo...

Excelente articulo, muy buenas ideas :)