miércoles, 15 de mayo de 2013

Pepe Mujica y la política

José Mujica Cordano, actual presidente de Uruguay, es un notable político, muy franco y sincero para decir sus pensamientos. Hace poco, causo un pequeño escándalo diplomático con su vecina Argentina, al decir “esta vieja es peor que el tuerto” al referirse a la mandataria argentina Cristina Fernández y a su desaparecido esposo Néstor Kirchner. Sin embargo tiene ideas muy claras en todo lo que respecta a los graves problemas que afronta la humanidad. En una reciente reunión de mandatarios en Brasil, Mujica hizo una exposición muy franca de la situación política que enfrentamos todos los pueblos del mundo. Fue tal el impacto de este discursos que ahora la prensa internacional y los analistas políticos, lo tienen como un referente para solucionar, lo que acontece a nivel mundial. En esa asamblea de mandatarios, donde todos estuvieron de acuerdo en fomentar el desarrollo sustentable y de sacar a las inmensas masas de la pobreza, Mujica, cuestiono que estos problemas puedan ser solucionados dentro del modelo de una economía de mercado vigente. Es que el modelo de desarrollo y de consumo, es de por si, irracional. Mujica se hizo una pregunta, ¿Qué pasaría a nuestro planeta si los hindúes, que son 1000 millones, tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxigeno nos quedaría para respirar? Además como podría sustentarse este desarrollo con relación a la explotación de los recursos mineros y de hidrocarburos. Prácticamente no sería posible, pues la demanda de minerales e hidrocarburos, aumentaría en más de 30 veces, lo que se consume en la actualidad. Esto es algo imposible de conseguir. Es que nadie se ha planteado seriamente si nuestro planeta tiene los recursos suficientes para mantener esta economía de mercado. La demanda de alimentos, agua, oxigeno, serian afectadas muy seriamente, si además tenemos en cuenta que ahora nuestro mundo esta inmerso en una era de calentamiento global, producido, casualmente por este modelo económico vigente. Noticias recientes, alertan sobre el alto índice de dióxido de carbono en la atmósfera. Este índice ya paso los limites esperados y las consecuencias pueden ser muy serias para nuestra supervivencia. Este modelo económico, propicia el despilfarro de los recursos, sobre todo en los países ricos. El ansia de consumir y desechar una serie de productos, que todavía tienen una vida útil, por otros que están de moda, es el motor en el que se basa este tipo de modelo económico. Según Mujica, esta civilización vigente, es hija del mercado, hija de la competencia y ha deparado un progreso material portentoso y explosivo a los que más tienen. La economía de mercado ha creado sociedades de mercado y nos ha deparado la globalización, que abarca a todo el planeta, con sus tentáculos destructivos y egoístas. La pregunta que salta a la vista es si estamos gobernando a la globalización o ella nos gobierna a nosotros. ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estemos todos juntos”, en una economía basada en la competencia despiadada, el egoísmo y la ambición sin límites?. ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad? La respuesta podría ser que el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis que tenemos en el mundo no es ecológica, la crisis es política. El hombre no gobierna actualmente las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha liberado gobiernan al hombre. Es decir gobiernan nuestras vidas. Es que no venimos a poblar este explotado planeta, para desarrollarnos solamente, a tener muchas cosas ni a ser muy instruidos. Venimos a este mundo a ser felices, porque la vida es muy corta y se nos va en un instante. Ningún bien por mas apetecido que sea vale más que la vida. Eso es lo fundamental. Ahora todos los que tienen la suerte de trabajar, dedican lo mejor de su vida a esta tarea, no hay espacio para la familia, las amistades y para nosotros mismos. Todo por atesorar bienes que ha generado un hiperconsumo, donde las cosas duran poco, para vender mucho. Eso exige el mercado, para mantenerse vigente. Es una civilización de “úselo y tírelo” y estamos viviendo en un círculo vicioso. La solución para estos problemas, repetimos es política. Según Epicúreo, Seneca y los Aymaras, “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho”. Esa es nuestra gran tragedia. La única salida que nos queda es romper este círculo vicioso generado por el actual sistema económico. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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