domingo, 1 de agosto de 2010

Ecos del mensaje presidencial

El reciente mensaje presidencial, ante el Congreso de la Republica, ha tenido la finalidad principal, de preparar, con mucha antelación la vuelta de García a postular a la presidencia el 2016. Por ejemplo el ofrecimiento de rebajar sustancialmente la pobreza, apunta a crear la ilusión entre los más necesitados que esta meta se alcanzara. Pero el sistema económico imperante, es por definición y obra, inequitativo en lo que respecta a la distribución del ingreso entre toda la población. Es decir que el neoliberalismo imperante, siempre permitirá que la mayor parte del ingreso nacional vaya a unos pocos y deje una insignificante cantidad para ser repartido entre los sectores que se encuentran en situación de pobreza y extrema pobreza. Esto se puede demostrar fácilmente: Por ejemplo, el año pasado, las 4 empresas más grandes que explotan nuestras minas y el gas, tuvieron utilidades superiores en 1000 millones de soles a lo que recibieron ese mismo año 12 millones de peruanos pobres. Es decir que el actual régimen, gobierno para los más poderosos. Esto realmente suena a ironía, si no estuvieran involucrados millones de compatriotas sumidos en la pobreza. Otro tema pendiente es la contaminación del medio ambiente en todo nuestro territorio. No hay una verdadera voluntad política, para frenar las inversiones que contaminan. En anteriores entregas, sugerimos una especie de moratoria en las inversiones que tienen un alto riesgo ecológico. Este momento es el más apropiado para realizar un cambio de orientación de nuestra economía, pues las arcas del estado están repletas de ingresos. Con esto no queremos decir que no hayan inversiones, sino que se debe evitar la contaminación ambiental. Quizás es también el momento de apuntar por expandir el turismo, la agricultura orgánica, la industrialización de nuestras materias primas, para darle mayor valor agregado. Esta orientación, tiene que contar con un estado promotor y que apueste por el desarrollo económico y social de todo los sectores económicos que sean ecológicamente sustentables. Otro reto es mejorar cualitativamente el sector educativo. En este ámbito, se tiene que velar por tener una educación en todos los niveles de calidad, con profesores bien remunerados y motivados. Esto es crucial en el nivel universitario, donde la proliferación de universidades privadas, han convertido a la educación en un verdadero negocio. En estas entidades, no se privilegia la meritocracia de los profesores universitarios, sino el afán de lucro a costa del porvenir de sus discentes, que es el porvenir del pais. En el sector salud, la situación es muy precaria, pues no solo se trata de aumentar la cobertura de salud, sino que esta debe estar correlacionada con tener buenos profesionales médicos de todas las especialidades, paramédicos, fármacos de calidad y laboratorios de última generación en todas las ramas que necesiten estos servicios. Es decir construir hospitales, muchos de ellos con la plata de los asegurados, como es el caso de ESSALUD, es una medida efectista pero no realista. Nadie puede negar la cantidad de obras públicas que se están ejecutando, pero esto es posible porque el estado tiene una holgada capacidad económica. Pero en esta tarea también mostraron esa misma inclinación anteriores gobiernos, tales como los de Manuel A. Odria y Alberto Fujimori, que masificaron las construcciones de hospitales, carreteras, irrigaciones , locales escolares, ministerios, pero que dejaron una secuela de corrupción y malos manejos. El tema de la corrupción, que también salpica a este gobierno, no fue tocado frontalmente en el último mensaje presidencial, lo cual es lamentable.
Por Manuel J. Villanueva

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