jueves, 27 de abril de 2017

Vivimos en un mundo asimétrico

Se entiende por asimetría cuando las partes que integran un conjunto, no se les da igual importancia. Por ejemplo la asimetría informativa, es cuando uno de los bandos, partidos o países tiene mucho más información que los otros conjuntos. Esta asimetría incluye una serie de informaciones falsas que se difunden solo para favorecer generalmente a los que tienen mucho poder político, económico o militar. Son tantas las evidencias que suceden cada día sobre estas desigualdades, que prácticamente nos hemos acostumbrado a darlas como ciertas sin hacer ningún juicio crítico. Es que casi todos los medios de comunicación, los políticos, los economistas y empresarios, tratan los acontecimientos y hechos que suceden en nuestro país y en el mundo, solo teniendo como base favorecer a sus intereses. Un ejemplo reciente de este aserto, es el lanzamiento de un misil intercontinental por parte de los EEUU, en clara amenaza a un pequeño y pobre país como es Corea del Norte. Nadie, condena o critica esta actitud beligerante de la primera potencia mundial. Pero si Corea del Norte, lanza un misil de mediano alcance, entonces se produce un aluvión de críticas en todo el mundo. Los medios, personalidades, comentaristas y políticos, salen inmediatamente a condenar este acto, arguyendo que Corea del Norte, 'amenaza la paz mundial'. Es decir la ley del embudo. También en nuestro país, cuando alguna persona o colectivo defiende sus derechos que van contra lo establecido, son materia de críticas acervas y condenas en muchos medios. Se diría, que estas personas o grupos atentan contra la democracia o el orden establecido. Esto pasa, porque la mayor parte de personas, no tiene tiempo de pensar críticamente, para tener formarse una opinión objetiva. Estamos en un mundo al revés. Lo que es bueno para la mayoría es malo para los que detentan el poder. Pero esta mayoría, no se entera de esta evidencia y acepta como cierto las mentiras o posverdades, en favor de la elite y que se difunden a diario en todos los medios de comunicación. Esta lógica siempre se ha dado en todas partes del mundo, incluido por supuesto nuestro país. En la pasada invasión a Irak, el 2003, hecha por EEUU y sus aliados Inglaterra y España, se la justificó porque el entonces presidente norteamericano George Bush, adujo que el presidente iraquí Saddam Husein, tenía armas de destrucción masiva, lo cual no ha sido cierto. Esta invasión ha costado la vida de casi un millón de personas y el desplazamiento masivo de otros tantos millones de gente inocente. Sin embargo todo el mundo estuvo de acuerdo con esa invasión criminal. Ningún medio intento criticar este genocidio. Además que derecho tienen las grandes potencias de hacer lo que se les viene en gana en todo el mundo, causando muertes, destrucción, desplazamientos humanos y pobreza general. En nuestro continente, también se dan estos hechos. Recientemente en Brasil, se destituyo a la presidente Dilma Roussef, teniendo como causal una leve falla administrativa y el que lo reemplazo, Michel Temer, que fue su vicepresidente, sin guardar el mínimo de gratitud y lealtad a Dilma, accedió a la presidencia del Brasil. Pero resulta que Temer y los congresistas que lo sacaran de su puesto, están comprometidos en actos serios de corrupción. En todos los medios, si no se oculta esta noticia, se lo minimiza. Es como tapar el sol con un dedo. En España, que está inmersa en múltiples actos de corrupción, no se condena a prisión al esposo de la infanta Cristina de Borbón, hija el rey emérito Juan Carlos, de España, Iñaki Undagarin, pero si se envía a prisión a otros españoles menos corruptos pero sin mucha influencia en las cortes de su país. Otro hecho asimétrico, es lo que sucede en nuestro país, con el expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel, por genocidio y robo agravado. Fujimori, está preso en una dependencia del ministerio del interior, con todas las comodidades, que ningún otro preso peruano por menores delitos, tiene. Si otro reo por asesinato o violación tuviera estas mismas gollerías, pero sin ninguna influencia política, entonces todos los medios de comunicación, analistas y periodistas, condenarían este privilegio. Esto es otra asimetría que la aceptamos sin ninguna objeción. Además haciendo mal uso del poder político, los allegados de Fujimori, que son mayoría en el congreso y otros congresistas de otros grupos políticos, tratan de dar una ley con nombre propio para sacarlo en libertad. Pero fujimori, ahora tiene que enfrentar otros cargos, porque la corte chilena que tiene dirimencia en este caso, autoriza que se lo juzgue por otros delitos graves. También en el aspecto macro económico vigente, los economistas que gestionan el ministerio de Economía y Finanzas, creen que el modelo neoliberal es un dogma, pero no es así. Este modelo económico, causa una gran desigualdad entre la población, donde muy pocas personas concentran casi toda la riqueza del país y la gran mayoría tienen ingresos modestos. Así mismo el neoliberalismo no es una ciencia porque no resistiría una comprobación empírica que es requisito para que una verdad sea catalogada como científica. Simplemente es un credo económico con muchas fallas en su aplicación. Otro hecho absurdo es calificar y honrar a cualquier funcionario público, desde presidente hasta los militares, solo porque solo cumplen con su deber. Es decir si en el hipotético caso hubiera un solo presidente peruano de los últimos tiempos, que no haya robado, entonces se lo considera un verdadero héroe. Esto no debe ser así, porque su obligación es trabajar por el bien de la sociedad, sin robar ni un céntimo al estado. Por eso es necesario cultivar la cultura del deber y la honradez en toda la ciudadanía. Los presidentes, gobernadores, alcaldes y otras personas que trabajan para el estado, deben ser muy profesionales y probas. Eso no debe ser un hecho excepcional sino algo esperable de todas las autoridades. Por el contrario, si un profesor, mal pagado, hace una buena y sacrificada labor docente, casi nadie salvo sus alumnos, reconocen su mérito. Esta forma de pensar debe cambiar porque debemos abrir nuestros ojos para que nos demos cuenta mejor de los acontecimientos diarios, los cuales nos afectan directa o indirectamente. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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