Día mundial de la Tierra

El 22 de abril de 1970, millones de norteamericanos se manifestaron en favor de tomar acciones para proteger nuestro hermoso planeta azul y evidenciar el grado de fragilidad de todos los ecosistemas que conforman nuestro planeta. Estas movilizaciones se hicieron con el fin de crear conciencia entre la sociedad norteamericana sobre los graves problemas que tiene la Tierra, por causa de la irracionalidad humana. Esta movilización ha creado una corriente conservacionista en el país del norte a tal punto que hay muchas personalidades, como Al Gore o Leonardo DiCaprio, que son verdaderos militantes en la defensa de nuestro planeta y al medio ambiente, pero sin alcanzar todavía las instancias del poder político y económico. Han pasado 47 años desde ese 22 de abril, y la situación de nuestro planeta está cada día peor. Se ve con asombro e indignación como desaparecen ríos y torrentes de agua, en Canadá, se deshielan los polos, los nevados de nuestra bella cordillera blanca, casi desaparecen, los bosques amazónicos, su gran biodiversidad y el oxígeno que genera para toda la humanidad es cada día menor, los océanos se han convertido en megabasurales de plásticos. Por eso la contaminación ambiental, inunda como un gran torrente a todas las áreas pobladas del mundo, haciendo la vida insoportable y causando la muerte de millones de personas, con la disminución de la calidad de vida de casi todo el mundo. En muchas grandes ciudades del orbe tales como Beijing, México, Tokio, Lagos, la polución es casi insoportable, por la emisión de gases de dióxido de carbono, producido por la emisión de los millones de vehículos que ruedan por sus calles y avenidas y también por sus complejos industriales. Todas estos habitantes sufren las consecuencias de esta situación ambiental que es por culpa de nuestra insensatez e irracionalidad. Nuestro país, recientemente, también ha sufrido las consecuencias del cambio climático, con la calamidad provocada en el norte del Perú y Lima, del llamado 'niño costero'. Este evento ha provocado cientos de víctimas y destruido gran parte de la infraestructura vial, casas, edificios y otros inmuebles. La reconstrucción de este daño se calcula en más de 3000 millones de dólares y la duración de las obras se ejecutara en un plazo de tres años. Este evento en su origen es natural pero en su frecuencia cada vez mayor e intensidad es por causa del calentamiento global en proceso. Según los expertos en el tema ambiental, estamos en la era del antropoceno, que difiera de las eras anteriores, porque ahora la huella humana ha definido los procesos climáticos que afrontamos. Aunque la mayor culpa es de los que detentan el poder porque hacen caso omiso a las advertencias de los científicos, que exhortan a los gobiernos a tomar medidas para mitigar este evento conocido como cambio climático. Es hora de cambiar nuestra forma de vida consumista y de despilfarro por otra que se oriente a reciclar todo lo consumido para transformarlo en energía y materias primas para efectuar otro ciclo de producción. De lo que se trata es de mejorar la calidad de vida de todos los seres vivientes en un planeta bien protegido y sano. Esto permitirá que los escasos recursos de la Naturaleza, sirvan también para las futuras generaciones. Pero esta iniciativa se volvió global y ahora en todo el mundo se celebra todos los 22 de Abril, el Día de la Tierra. No solo debemos recordar un día a nuestra casa común sino cuidarla, respetarla y evitar su degradación casi irreversible por causa de los apetitos egoístas de los que más tienen. No es posible que se gasten ingentes sumas de dinero para tratar de salir de nuestro planeta, solo por la aventura, la ciencia o para colonizar Marte o la Luna. Quizás detrás de este empeño estén los grupos interesados con poder político y económico, que destruyen sin pausa pero con prisa nuestro planeta. No estamos en contra del avance de la ciencia, pero muchos de estos conocimientos también deben aplicarse para mitigar el cambio climático provocado por nosotros. Felizmente, la chispa de la conservación de nuestro planeta ya prendió y está propagándose por todos los rincones del mundo, exigiendo a los gobiernos acciones políticas para frenar la destrucción del planeta. También el llamado en defensa de la Tierra pasa por que cada persona sea responsable de su forma de vida en todas las dimensiones que el término abarca. De esta forma evitaremos la desertificación de los suelos, evitar la tala de grandes áreas poblados de bosques, la urbanización irracional y mejorar las costumbres para fundar una familia. En estos tiempos, suenan los tambores de guerra, en la península de Corea, ocasionada principalmente por la prepotencia del presidente norteamericano Donald Trump, que podría desencadenar una guerra atómica, de consecuencias nunca antes vistas tanto para el planeta como para la humanidad. Según los anuncios sobre un conflicto nuclear, sus consecuencias serían la muerte no solo de millones de personas en todo el mundo sino la muerte de casi toda forma de vida en el planeta. El panorama resultante sería apocalíptico y desolador y daría la razón al gran sabio Albert Einstein, que dijo, que cuando se desencadene una guerra atómica, los sobrevivientes tendrán que pelear con piedras y hachas. Es decir volveremos a la edad de piedra. Además según muchos estrategas, estos movimientos tácticos militares, aumentan el riesgo para que por accidente se produzca una guerra de esta índole. Es que los códigos cifrados que definen las acciones de combate, y que están en poder del presidente Trump y sus altos mandos militares, pueden ser pasibles de un error fatal. Este riesgo no es poca cosa y está dentro de lo posible por los múltiples cambios que se producen a cada instante en este potencial conflicto. Por eso es muy importante celebrar el Día de la Tierra, con el convencimiento que todas las acciones y manifestaciones que se hagan a nivel mundial, deberán servir de freno para evitar la destrucción irreversible de nuestro planeta. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: majevic.blogspot.com