La situación en Siria

Estamos atravesando graves momentos por lo que sucede en Siria, luego del reciente bombardeo de Los Estados Unidos, a esta nación. Siria, está en guerra desde el 2011 es decir lleva 6 años de cruentos enfrentamientos que han dejado como saldo más de 400 mil personas fallecidas y casi diez millones de desplazados, que viven en forma muy precaria en el medio oriente y Europa. Todo empezó con el influjo de la llamada "primavera árabe" que trato de derrocar a su presidente Bashar al Assad, tal como ocurrió con los regímenes de Libia y Egipto. Pero ante la imposibilidad de hacerlo, se generó una verdadera guerra civil entre las fuerzas armadas del gobierno de Assad, los rebeldes y luego la incursión de los terroristas del estado islámico. Como si esto no era suficiente, también entraron en el conflicto, las fuerzas de Hizbolla de Líbano, Turquía, Irán, Rusia y el apoyo logístico y humano a los rebeldes y terroristas por parte de EEUU, Israel, Arabia Saudita y Qatar. La ayuda militar recibida por Assad ha sido fundamental para desplazar a los terroristas de muchos lugares de Siria, pero especialmente de Alepo, que era considerada su capital. Es decir las fuerzas de Assad, con este apoyo militar, estaban avanzando sostenidamente para expulsar a los terroristas de su territorio. En el ínterin, Siria, se deshizo de todas sus armas químicas bajo la supervisión de la ONU desde el 2013. Es decir el estado sirio no cuenta con arsenales de armas químicas desde esa fecha. Es que Siria, representa dentro del damero geopolítico mundial, una zona muy importante porque es el país árabe que guarda distancia con relación a los Estados Unidos y de sus aliados, los ricos países árabes como Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos árabes. También la posición del gobierno sirio, tiene que ver con su credo religioso musulman. Los sirios son mayoritariamente chiitas y los otros países árabes son sunitas. Entre estas dos confesiones islámicas existe una verdadera rivalidad que data de mucho tiempo y que repercute en esta cruenta guerra de Siria. Pero el pasado jueves, hubo un ataque con armas químicas donde murieron más de 80 personas, entre las víctimas había 22 niños. Trump aprovecho este crimen para atacar a Siria, aduciendo que Assad, ha usado armas químicas contra una población indefensa. Los norteamericanos lanzaron 59 misiles Tomahawk cuyo valor es de casi 150 millones de dólares. Este significativo valor de estos misiles, se extinguieron casi instantáneamente, pero a diferencia de los fuegos artificiales, provocando la muerte de seis personas, destrucción y grandes traumas entre los sobrevivientes. La mayor parte de estos misiles no dio en el blanco pero el resto si logro destruir parte de una aeropuerto militar desde donde se supone despegaron los aviones sirios para efectuar este bombardeo químico, utilizando gas nervioso sarín. Las fotos de las victimas fallecidas por inhalar el venenoso gas sarín,en la provincia siria de Idlib, son impactantes, desgarradoras y merecen la condena mundial. Es que la muerte de gente inocente, sobre todo niños, no tiene ninguna justificación. La posesión de armas químicas por parte del gobierno sirio, es muy remota, en estos tiempos, al contrario, todo apunta a que las armas químicas fueron usadas por los terroristas. Parece que Trump, con varios reveses políticos nacionales e internacionales y baja popularidad en su país, ha tratado de revertir esta situación con esta intervención militar en Siria. Invocar al patriotismo, es una herramienta eficaz entre los gobiernos norteamericanos porque amalgama a todos los políticos, como efectivamente ha sucedido ahora, donde demócratas y republicanos apoyan al presidente por esta acción militar. Son elocuentes el apoyo brindado a Trump, por Hillary Clinton y el ex secretario de estado demócrata John Kerry. Además muchos gobiernos occidentales como los de Gran Bretaña y España, han aplaudido esta ataque misilero de los Estados Unidos y apoyan a Donald Trump, en esta agresión militar. La incursión de los misiles norteamericanos que fueron lanzados desde barcos de guerra acoderados en el Mediterráneo, sin hacer una debida evaluación estratégica ni respetar el derecho internacional, nos recuerda a los ataques aéreos que sufrió Irak, en el 2003, para derrocar al dictador Sadam Hussein. En esa época, los bombardeos hechos por la coalición formada por EEUU, Gran Bretaña y España, se basaron en una gran posverdad, como después quedo fehacientemente demostrada. Su justificación fue que Hussein tenía armas de destrucción masiva, en sus depósitos militares, lo cual no era cierto. Es decir las grandes potencias mintieron a todo el mundo en especial a sus ciudadanos, para realizar esta agresión. Parece que el mismo libreto se repite ahora en Siria, pero con el agravante que su gobierno está apoyado militarmente por Rusia e Irán. Es decir la situación es muy delicada porque puede escalar a un gran conflicto armado de consecuencias imprevisibles para esta región del medio oriente y de todo el mundo. Felizmente, hay una ventana abierta para la paz, que es la reunión que tendrán la próxima semana el secretario de estado norteamericano Rex Tillerson y el ministro de relaciones exteriores ruso Serguei Lavrov, para tratar de encontrar una salida pacífica a la guerra en Siria y evitar una confrontación militar entre estas dos superpotencias. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com