jueves, 28 de diciembre de 2017

La impunidad de la mentira

Se sabe que todos los políticos son mentirosos por naturaleza, pero en este caso se trata de un economista metido a política, como es P.P. Kuczynski, quien no es un político profesional. Sin embargo los hechos y los datos, confirman que tiene una gran capacidad para mentir, superior a la mayoría de los llamados políticos tradicionales. Las cuentas poco claras de sus negocios hechas con Odebrecht cuando fue primer ministro y ministro de economía, del gobierno de Toledo son elocuentes. Para este negocio uso a dos empresas financieras, una de su propiedad, Westfield Capital y First Capital, con las que obtuvo millonarias ganancias. A pesar que ambas fueron gestionadas por el chileno, Gerardo Sepúlveda, durante el paso de Kuczynki como ministro, se conoce que Sepúlveda es solo un empleado de poca experiencia financiera y por eso poco conocido en el mundo de las grandes finanzas internacionales. Hay noticias que Sepúlveda, es solo un empleado más de Kuczynski.Entonces se puede deducir que el cobro de casi 5 millones de dólares hecho por las mencionadas firmas a Odebrecht, fue por la influencia de Kuczynski. En este negociado hay un claro conflicto de intereses, porque estas asesorías financieras se realizaron cuando el actual presidente era un alto funcionario público. En el reciente indulto otorgado a Fujimori, ha dicho que fue su decisión más difícil y que lo hizo por razones humanitarias, Es mas dijo, que la justicia no es venganza. Pero resulta que este indulto ha sido preparado escrupulosamente con la complicidad de su primera ministra y los ministros de justicia y de salud. En estos cargos, Kuczynski, nombro a dos personas que son de claras simpatías con el fujimorismo. Estos son el ex presidente del poder judicial Enrique Mendoza y el ex marino Fernando D’Alessio. Ambos funcionarios hicieron el trabajo de limpieza de funcionarios que no eran partidarios del indulto para cambiarlos por otros que tenían la tendencia de ayudar a dar el indulto a Fujimori. Es más, el trio de galenos fue nombrado por el ministro de justicia sin tener en cuenta la imparcialidad y la capacidad profesional de estos medicos. Este indulto se dio en corto tiempo y a los pocos días de salvarse de la vacancia gracias a diez votos fujimoristas y por eso la razón humanitaria del indulto es una gran mentira. También es una mentira la declaración de Mercedes Araoz, en el sentido que el gobierno no negocia indultos pero la realidad es diametralmente diferente. Fujimori, tiene enfermedades degenerativas propias de su edad, pero no corre peligro de muerte. Sus dolencias son iguales a las que sufren los millones de ancianos del país, que tienen la misma sintomatología y a pesar de esto viven adecuadamente. Además si la justicia no es venganza, entonces, Kuczynski debe indultar a miles de presos que si corren peligro de muerte por tener enfermedades terminales y están hacinados en verdaderas cárceles y no como Fujimori, que estuvo recluido en un local policial con todas las comodidades para vivir bien. En estos días un preso de 28 años enfermo de TBC, que solicito indulto humanitario desde hace 9 meses murió en prisión, lo que contradice la perorata del actual presidente sobre este tema. Igualmente la reiteración de la primera ministra Mercedes Araoz y el ministro de justicia Enrique Mendoza, que afirman no haber sabido nada de este cuestionado indulto, no tiene un ápice de verdad. Otra vez asistimos a una ráfaga de mentiras que toda la ciudadanía rechaza, pero que sirve para atenuar la repulsa popular. Ahora, el gobierno de Kuczynski se queda casi solo porque han renunciado tres de sus congresistas, dos ministros de estado y muchos altos funcionarios, como prueba de su rechazo al indulto fraguado a Fujimori. También muchos organismos internacionales han hecho saber al país, que están en desacuerdo con este indulto porque no llenan los requisitos que este caso amerita. Es decir el gobierno ha entrado en una etapa de crisis profunda que puede afectar la gobernabilidad. También hay que tener en cuenta las múltiples protestas populares que tienen lugar a lo ancho y largo del país, pidiendo que se revoque el indulto a Fujimori. Las organizaciones populares los familiares de los asesinados durante el fujimorato y otros colectivos marchan en las calles de las ciudades del país, pidiendo justicia y exigiendo al presidente y sus allegados a parar la sarta de mentiras, que ofende a todos los ciudadanos y sus organizaciones. Ahora se ve con mayor nitidez, que el famoso gabinete de la reconciliación ha sido hecho desde hace un año con los nombramientos de Ricardo Luna, como ministro de Relaciones exteriores, Enrique Mendoza como ministro de justicia y Fernando D’Alessio como ministro de salud y ahora con el nombramiento del ex policía Vicente Romero, como ministro del interior. Estos cuatro funcionarios son muy allegados al fujimorismo. Además muchas instituciones del estado son gestionadas por fujimoristas, como los directores del BCR, el defensor del pueblo, el contralor y el superintendente de la Sunat. Ahora en el nuevo gabinete, se integraran otras personas allegadas al fujimorismo en forma más abierta, con lo cual se confirmara la coalición entre los fujimoristas y Kuczynski. Esta nueva conformación ministerial para conformar un ‘gobierno de la reconciliación nacional’ será otra gran mentira del actual presidente. Es difícil que estos momentos de aguda crisis y desprestigio del gobierno, hayan otras personas ajenas al fujimorismo que acepten integrar este gabinete. Dada su precaria fortaleza y poco liderazgo, en estos años que vienen, el cogobierno con los fujimoristas será un hecho. Es que en el enfoque económico ambos grupos son coincidentes y ahora también en la forma de gestionar el país, a través del copamiento de instituciones, el debilitamiento de los órganos judiciales y las estrategias para propalar las mentiras con el fin de adormecer la voluntad popular. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

No hay comentarios: