viernes, 15 de diciembre de 2017

A la Luna después de 45 años

El ll de diciembre de 1972, la misión espacial norteamericana Apolo 17, piso por última vez suelo lunar. Fueron los cosmonautas Eugene Cernan y Harrison Schmitt, los que completaron esta hazaña espacial. El proyecto Apolo tenía como objetivo llevar a seres humanos hacia la Luna. Desde esa época, ninguna potencia espacial, como Rusia o China, ha tenido la iniciativa de llegar a la Luna, con tripulación humana. Rusia, China, ha enviado a la Luna, en los últimos años sondas espaciales no tripuladas, igual que los EEUU. La razón fundamental porque no ha habido otras sondas con tripulación humana que llegue a la Luna, es su elevado costo y su poca importancia científica, referida a los hallazgos o descubrimientos de este satélite. Es que toda la información científica que se quiera obtener de la Luna, se la puede conseguir mediante sondas automáticas y robots automáticos. Sin embargo con el desarrollo espacial vigente, la Luna, podría ser un puerto de partida para misiones espaciales más ambiciosas como ir al planeta rojo, con tripulación humana. Ahora no solo son los países los que compiten en la carrera espacial sino también grandes empresas privadas como las que lidera el norteamericano Elon Musk, quien tiene previsto llegar a Marte en la próxima década. Este proyecto es muy ambicioso porque los múltiples problemas que presentaría esta misión humana, todavía están lejos de resolverse, como es la prolongada exposición de los cosmonautas a los rayos cósmicos y la gran soledad espacial por un lapso de 18 meses, que es la duración del viaje. Pero la Luna, es más accesible y los cosmonautas de las diferentes misiones Apolo, fueron verdaderos pioneros, que con una tecnología rudimentaria hicieron posible estas hazañas. Por ejemplo los computadores que llevaron en estas misiones, eran muy inferiores en calidad y capacidad a los actuales teléfonos celulares inteligentes. Los trajes espaciales también eran grotescos, porque impedían el libre movimiento de los astronautas. Ahora la tecnología ha dado un gran salto cuántico y los posibles computadores que llevarían las próximas tripulaciones serían muy poderosas, confiables y rápidas. Igualmente los trajes espaciales tendrían mayor holgura, estarían mejor diseñados con mejores materiales para dar más comodidad a los lunautas, que serían norteamericanos. El nuevo proyecto lunar, aprobado por el actual presidente Donald Trump, contempla la creación de una colonia humana en la Luna, porque ya no se tratara solo de llegar a la Luna, sino quedarse por un buen tiempo, para realizar una serie de tareas científicas, además de comprobar los efectos de la falta de gravedad prolongada en los seres humanos y como contrarrestar la exposición de los pioneros lunares, a los rayos cósmicos. Esta colonia lunar, también permitiría la experimentación para comprobar el diseño, construcción y habitabilidad de las viviendas lunares. Otro aspecto importante es producir oxígeno y agua, para asegurar la vida de los astronautas por mucho tiempo. Estos elementos que son vitales para la vida y también servirían para experimentar el cultivo de plantas para la futura subsistencia de los humanos en estas zonas espaciales. Todo este empeño, servirá de marco para una verdadera competencia espacial entre EEUU, Rusia y China. Este último país planea alunizar el próximo año, mientras Rusia, piensa enviar una sonda espacial a la Luna en el 2031. Además Rusia y China, quieren construir una base lunar conjunta en los próximos diez años. También hay una gran fiebre de proyectos espaciales pertenecientes a las empresas privadas, sobretodo norteamericanas, que muy bien podrían intervenir en estas misiones lunares. Las empresas privadas quieren desarrollar una gran minería lunar, capaz de competir en costos con las minas terrestres y también sacar rocas lunares para ser vendidas a coleccionistas. La NASA, apoya abiertamente la iniciativa tomada por Trump, porque cree que hay muchos conocimientos de este satélite que se pueden conseguir con tripulaciones humanas. Estos conocimientos permitirán crear nuevas tecnologías que no solo servirían para colonizar la Luna sino para aplicarlas en la conquista de Marte. Sin embargo este proyecto lunar, aprobado por Trump, tiene muchos detractores, porque afirman que en el trasfondo de este empeño hay una gran parte que se encuadra dentro de lo político. Es el afán de este presidente de no quedar rezagado en la abierta carrera espacial, donde han surgido otros países que hace 45 años no tenían tecnología espacial, como China y la India. Los hindúes han podido llegar a Marte con una sonda espacial automática en el primer intento, lo que demuestra el alto grado de sofisticación alcanzado por su industria espacial. China igualmente tiene una gran industria espacial, que ya ha dado sus frutos, no solo con la puesta en órbita de satélites artificiales sino que ha enviado a varios taikonautas al espacio, para girar en torno a la Tierra. Además China, tiene proyectado construir una estación espacial parecida a la que ahora orbita nuestro planeta y se debe a los esfuerzos de EEUU, Rusia, la Unión Europea y Japón. Otro gran proyecto en marcha es construir una EEI, que orbite la Luna. Este emprendimiento estará a cargo de EEUU y Rusia. Es decir en los próximos años, veremos grandes progresos espaciales, donde el ser humano será el principal protagonista. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

No hay comentarios: