martes, 5 de diciembre de 2017

Fundación de Celendín

Desde mucho antes de la llegada de los europeos a las tierras donde se asienta Celendín, existían y moraban pueblos de origen Arawac, Oxamarcas y chimúes. Según el antropólogo Julio C. Tello la palabra ‘Celendín’ es de origen arawac, que originalmente derivo en chilindrin, chili o shil shil, que son frutos que crecen junto a las lagunas. Celendín, casualmente se ubica en el lecho de una laguna seca. Muchos paisanos, con más cariño que rigor, creen que la palabra Celendín, significa ‘cielo azul del edén’, dando a este vocablo un origen netamente latino. Sin embargo, es más probable que esta palabra tenga su origen en las antiguas lenguas nativas, como en este caso la Arawac. Además existen una serie de palabras, que hasta ahora se utilizan, que no tienen relación con el quechua, idioma dominante de antes de la llegada de los españoles. Por ejemplo las palabras, tolon, pusac, musaden, canden, ushun, ismailungo, cailingo, chiguichi, guandumbas, paclo y otros vocablos parecerían provenir de otras lenguas distintas al quechua. Pero el 19 de Diciembre de 1802, Celendín fue fundada por el arzobispo de Trujillo y gran naturalista español, Jaime Martínez de Compañón y Bujanda. Este prelado, compartía su misión evangélica con el estudio de la flora y fauna nativas del norte del país. Para alcanzar este fin, monseñor Martínez, enviaba a todos los sacerdotes de su jurisdicción, dos documentos. El primero se refería al estado de evangelización y apostolado en sus curias y el otro, donde solicitaba una descripción prolija de las costumbres, tradiciones de los pueblos originarios y también de la flora y fauna de cada región. Fue autor de la primera colección de aves peruanas y editor de un gran número de acuarelas que mostraban las costumbres, usos de los habitantes de su jurisdicción y también una gran colección de vegetales y animales oriundos del entonces arzobispado de Trujillo. Con toda seguridad en esta colección figuraban una apreciable cantidad de la flora y fauna celendina. En esos años, Celendín, era parte de la curia de Cajamarca y bajo la prelatura de arzobispado de Trujillo, donde Jaime Martinez de Compañón, era su guía principal. Pero este obispo, fue permeable a la solicitud de los colonos europeos, que habitaban en los alrededores de Celendín, para fundar un pueblo. Celendín en la época de su fundación, tenía el nombre de Villa Amalia de Celendín. Los pobladores eran en su gran mayoría, portugueses, españoles y judíos conversos. Por el origen judío de los celendinos, sus habitantes son comerciantes y trotamundos por excelencia desde el siglo inicios del siglo XIX. También existían una serie de poblaciones nativas integradas por las etnias arawak, chapapoyas, caxamarcas y oxamarcas. Luego de fundada la ciudad, se procedió al trazado de sus calles, empresa que estuvo a cargo del ingeniero español Jose Comesana, quien usando un cordel, delineo las calles de la futura ciudad. Además de su experiencia Comesana, tuvo un auxilio natural, que era la planicie donde se iba a erigir la ciudad. Esta conformación topográfica, fue fundamental, para que Celendín, tuviera calles rectas, amplias y soleadas, que desde la colina de San Isidro, parece un gran damero de ajedrez. En este aspecto, la ciudad difiere de otras ciudades serranas donde la topografía es accidentada y por eso sus calles son irregulares. Dentro del diseño de la ciudad, se consideró una manzana para ser la plaza mayor, rodeada de en uno de sus frentes por la iglesia Matriz de la Virgen del Carmen, patrona del pueblo y también por el palacio municipal y el mercado de abastos ubicados en la misma construcción. La plaza de armas o plaza mayor, es amplia y muy hermosa hasta la fecha. Han transcurrido, 215 años desde la fundación de este hermoso pueblo y por estos tiempos la ciudad ha crecido significativamente aunque en forma no planificada. Muchas hermosas pampas que rodeaban a Celendín de hace 60 años han desaparecido, dando cabida a una serie de construcciones, preferentemente casas para su creciente población, que bordea los 30 mil habitantes. Según el censo de l940 la población de Celendín era de 7 mil habitantes es decir la población aumento en casi 5 veces. En el lejano 19 de diciembre de l802, cuando se fundó esta bella ciudad, sus moradores no pasaban de 200 personas. Esperamos y deseamos que las actuales autoridades de la ciudad y sus pobladores, hagan un esfuerzo para mantener y recuperar lo que todavía se encuentra sin mayores modificaciones, porque representa la historia de esta ciudad cajamarquina. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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