Niño Dios de Pumarume

La festividad en honor al Niño Dios de Pumarume de Celendín, se inician en Trujillo, el 4 de Enero las cuales se prolongaran hasta el próximo domingo 14. Estas efemérides religiosas y amicales, que ya se ha vuelto una verdadera tradición convoca a muchos residentes trujillanos y celendinos que acuden al local de la ACRET de esta ciudad, para orar y rendir su fervor ante la imagen de tan milagroso Niño Dios de Pumarume. En nuestra ciudad, un grupo de celendinos, tuvo la buena idea, de hacer una réplica del Niño Dios de Pumarume, parecida a la que existe en Celendín. Esta acción ha dado sus frutos, porque los devotos tanto celendinos como trujillanos que no pueden ir a Celendín en estas fechas, lo hacen en nuestra ciudad con igual veneración y devoción. Por supuesto, que en Pumarume, las festividades son multitudinarias, porque el divino niño, tiene muchos devotos que viajan de diferentes lugares del país y el extranjero, para estar en Celendín, con el objetivo de rendir culto al milagroso Niño Dios de Pumarume. El arraigo de esta devoción, data desde mediados del siglo XIX, cuando un devoto que tenía su vivienda en Pumarume, hizo en este lugar un pequeño santuario para que los fieles acudan a orar y pedir una serie de milagros, que en la mayoría de los casos se cumplían. A pesar de la oposición del párroco de Celendín, de ese entonces, la fe del pueblo hizo torcer su voluntad y aprobó la construcción de una capilla en Pumarume, para alojar a esta bella imagen del Niño Dios. Hay muchas historias sobre el origen de esta imagen, de acuerdo a una serie de versiones de los estudiosos de este milagro. Pero todos coinciden, que el Niño Dios, quiso estar en Pumarume en medio de sus fieles y en un ambiente campesino, rodeado de magueyes, sauces, eucaliptos, pencas, moras y las aves de corral pero también de colibríes, tordos y otras especies endémicas del lugar. La festividad del Niño Dios de Pumarume, en Trujillo, es un encuentro entre paisanos y devotos, con la asistencia de muchos niños y niñas, que oran, cantan y se divierten en torno a esta imagen. Cada día de la novena, es organizada, generalmente a un niño o grupos de niños, que viven en las diferentes urbanizaciones de Trujillo, donde existen comités sectoriales de residentes celendinos. Cada año, un comité sectorial, es el encargado de organizar las festividades en coordinación con la ACRET. Este año, la ha tocado el honor de organizarlo al comité sectorial ‘Marcelino Diaz Zamora’, que conforman los residentes de Palermo, La Noria, Santa María y el centro. Para cumplir este encargo, todos los miembros de este comité, han trabajado con mucho entusiasmo y fervor, en la organización de estas festividades, que comprenden 9 días de novena, una matiné infantil y el día central. Las novenas se inician el 4 de Enero hasta el viernes 12. Luego el sábado 13 tendrá lugar la matiné infantil. En esta ocasión, se realiza un verdadero festival dedicado a los niños, con números de dalinas, cantos y la infaltable piñata, teniendo a la imagen del Niño Dios de Pumarume, en el centro de estas alegorías. Tanto la novena como la matiné tendrán lugar en el local de la ACRET. El domingo 14 de Enero, se realizara una solemne misa en honor al Niño Dios de Pumarume, ofrecida con toda devoción por la familia Villanueva Cachay, en la capilla del Colegio Claretiano. Luego de la misa, se realizara una procesión de la Sagrada Imagen, desde la capilla del Colegio Claretiano hasta el local institucional. Esta procesión se hará con mucha devocion y acompañada por una banda y con canticos de los devotos que acompañaran esta romeria. Luego en el local de la ACRET, se realizara el Brindis de Honor en homenaje al Niño Dios de Pumarume, ofrecida por el comité ‘Marcelino Díaz Zamora’. Después tendrá lugar la transferencia de la mayordomía al comité de San Andrés. Posteriormente se realizara un almuerzo de confraternidad organizado por el consejo directivo de la ACRET. En esta tradicional almuerzo los asistentes degustaran, el rico picante de cuyes, los tamales, la miel de chancaca con queso y otras delicias. Realmente estos actos religiosos son muy esperados por decenas de niños que viven en Trujillo, tanto de padres celendinos como de familias de otros lares pero que moran en esta ciudad. De esta manera los residentes celendinos, contribuyen a la formación moral y religiosa de muchos niños trujillanos. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot