martes, 29 de agosto de 2017

Desastre climático en Houston, Texas

Son cada día muy alarmantes las graves secuelas que deja el huracán Harvey a su paso por el sudeste de Texas, Estados Unidos. Hay decenas de miles de damnificados por este gran fenómeno meteorológico, principalmente en la ciudad de Houston y sus alrededores. Houston es la ciudad más grande del estado de Texas, donde viven alrededor de 3 millones de personas. El cálculo inicial de los daños, arroja un saldo de cerca de 30 mil personas perjudicadas, con tendencia a aumentar en número. La abundante cantidad de lluvias, parecida a un diluvio bíblico, ha dejado como secuelas grandes avenidas de agua con niveles de más de 2 metros de altura. Según los expertos es la inundación más devastadora en la historia de Houston. La mayoría de los agraviados son gente de escasos recursos que han perdido todo lo que tenían, al extremo que ahora viven en carpas junto con sus mascotas y animales domésticos. La ayuda que reciben es precaria y faltan una serie de insumos para paliar sus necesidades, como son alimentos, medicinas, atención médica y mejores condiciones de habitabilidad. Pero lo que llama la atención, es que en el país más rico y poderoso del mundo, existan grandes poblaciones pobres y sin ningún tipo de recursos para aliviar sus pérdidas como las que deja el huracán Harvey. Este huracán, desnuda otra vez, la orfandad en que viven la mayoría de gente modesta en el gran país del norte, como anteriormente sucedió, con las secuelas dejadas por el huracán Katrina, que ocurrió en el estado de Luisiana. Según los meteorólogos, el huracán Katrina que asolo este estado, el 29 de Agosto del 2005, fue el desastre natural de una magnitud sin precedentes. Este huracán dejo el 80% de la ciudad de New Orleans bajo el agua y un saldo de casi dos mil personas muertas. El Katrina, también mostro la orfandad en que viven grandes poblaciones norteamericanas. Por lo que conocemos del Harvey en relación a sus secuelas de destrucción, también podría ser de igual o mayor magnitud que el Katrina. Este fenómeno anómalo, provoco graves desastres en el estado de Luisiana, donde miles de pobres norteamericanos padecieron muchos sufrimientos, por los efectos de este huracán, con nombre de mujer pero despiadado a la hora de causar tragedias humanas y materiales. También estas desgracias demuestran la poca capacidad de respuesta tanto del gobierno federal, como del gobierno estatal, para aliviar y socorrer a las personas afectadas, en forma oportuna y eficiente. Durante la ocurrencia del Katrina, la gente damnificada no tenian ningún tipo de atención médica y por eso hubieron una serie de complicaciones en la salud de muchos afectados, especialmente relacionadas con las enfermedades digestivas y pulmonares. Esto tiene mucho que ver con la forma de pensar y actuar de los gobiernos y cultura norteamericanos, que privilegian el individualismo, la competencia y la falta de una verdadera solidaridad. Muchas personas ni se imaginaban el grado de pobreza que hay en esta potencia económica, pues los damnificados sufren igual que los afectados en nuestro país, por las consecuencias del niño costero o por el terremoto de Pisco hace 10 años. El huracán Harvey, tiene una intensidad enorme a tal punto que las secuelas, son las grandes inundaciones provocadas por verdaderos diluvios, que ha convertido a extensas zonas del estado de Texas en verdaderos lagos. Esto se debería a los efectos catastróficos del cambio climático, vigente y causado por el hombre. Ahora el presidente norteamericanos, Donald Trump, que niega este evento, solo por favorecer grandes intereses económicos, tiene que evaluar los daños en Texas y optar por hacer un mea culpa para reconocer este evento meteorológico como consecuencia del cambio climático vigente. La naturaleza y sus fenómenos climáticos, no son cosa de juego, porque ponen en peligro miles de vidas humanas y además perdidas millonarias en infraestructura y viviendas. También este desastre nos demuestra que toda la tecnología de punta, que abunda en EEUU, es incapaz de mitigar sus efectos. Lo mejor que puede ocurrir, en los Estados Unidos, es respetar al medio ambiente para salvar a nuestro planeta de la destrucción, cuyo alcance puede ser internacional, pues para estas desgracias no existen fronteras. Acá, en nuestro país, también hemos sufrido el llamado fenómeno 'niño costero' que a principios de este año, asolo todo el norte del país, incluido Lima. Hasta la fecha las consecuencias de este fenómeno son mudos testigos de este desgraciado evento climático, que también costó la vida de más de cien peruanos y dejo en la orfandad a centenares de familias en todo este vasto territorio. Esperamos que lo que ahora sufren los habitantes de Texas, por causa del huracán Harvey, se solucione eficientemente. Pero la experiencia de anteriores desastres como el mencionado huracán Katrina, demuestran que las huellas de la destrucción y el abandono todavía están presentes en el estado de Luisiana, podría repetirse en Houston. Al parecer esta demora en solucionar los daños dejados por este huracán, también se debe a la falta de una eficiente organización social para enfrentar y mitigar las consecuencias de este tipo de desastres y al poco interés que demuestran los gobiernos nacional y estatal, de ese país. Lamentablemente los huracanes que se repiten anualmente en tierras norteamericanas, se sucederán en los próximos años, pero con mayor duración e intensidad, incentivados por el anómalo fenómeno climático vigente. Lo que toca a sus gobernantes, es crear una buena cobertura social de apoyo a las víctimas que dejan estos eventos climáticos, para mitigar sus consecuencias. Es sorprendente que en un país tan rico, hayan tantas carencias logísticas que solo se podría imaginar eran acontecimientos relacionados con países pobres y no tan desarrollados. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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