jueves, 24 de agosto de 2017

Ausencia de liderazgo

Hay un verdadero déficit de líderes en todas las actividades productivas, de servicios, empresariales, políticas y en el rubro de funcionarios. Confundimos muchas veces al líder, con una persona que habla muy bien, con voz engolada y esto nos obnubila. También creemos que un líder es una persona que ha conseguido mucho dinero, durante sus actividades o que tiene la posibilidad de decidir sobre diferentes temas. Es en la clase política donde se nota más palmariamente la falta de liderazgo, porque prácticamente no hay líderes o lideresas que hagan la diferencia. Ahora en nuestro país, se erigen como líderes, personas sin ningún atributo, solo porque tienen dinero a raudales, gozan de una organización partidaria o son hijos o relacionados con un expresidente como es el caso de los fujimoris. Es decir surgen dinastías de políticos que tienen influencia en el quehacer público sin tener las calidades y cualidades de un auténtico líder. El verdadero líder, es una persona que tiene una gran visión sobre lo que va a venir o que hace todo lo posible para que el futuro sea mejor. El líder visionario, es el que se anticipa a los acontecimientos que sucederán en el futuro. También el líder es una persona que predica con el ejemplo para que se gane la confianza de sus allegados y seguidores. El líder es una persona valiente que no se amedrenta con cualquier obstáculo o reto que se presenta en su camino. No puede ser líder o lideresa, una persona, que no trabaja, no estudia, vive con muchas riquezas que no proceden de un trabajo empresarial, intelectual o comercial y no se pone en los zapatos de sus seguidores, para comprender sus necesidades y anhelos. El líder o lideresa, debe tener mucha simpatía, eso que se llama 'ángel' para que atraiga a sus parciales, pero haciendo los méritos suficientes para que esa adhesión no se quede en el aire. En nuestro país, los dirigentes políticos, captan a la mayoría de sus seguidores, con un gran despliegue de propaganda basada en lo que se denomina el marketing político y mediante prácticas asistencialistas. Regalar bolsas de arroz, azúcar, menestras, menaje o dinero, a los más necesitados, los convierten en altos dirigentes pero que no tienen nada que ver con lo que significa ser líder. El asistencialismo es una práctica perversa de hacer política, porque se aprovecha de las necesidades apremiantes de los más pobres, para obtener sus votos. Esas prácticas no las realizan los verdaderos líderes, que convencen con su prédica, su entereza y su visión. También, el líder, es una persona que cumple con su palabra y que no duda de hacer una severa autocritica cuando hace mal una actividad. Es decir toda su prédica y conocimiento, se convierte en acción y obras en favor de toda la comunidad. El líder sabe tomar decisiones, muchas de las cuales, pueden ser sorprendentes en el presente pero el futuro, le dará la razón. En este tema podemos mencionar al presidente francés Charles de Gaulle, que se anticipó a su tiempo, cuando reconoció diplomáticamente a China comunista, que era considerada por occidente, especialmente Estados Unidos, como un país terrorista. Esto reconocimiento diplomático se dio en 1964. En toda esa década China por presión de EEUU no pertenecía a las Naciones Unidas, a pesar de su peso geopolítico. El tiempo le dio la razón a Charles de Gaulle, porque ahora desde los EEUU hasta el último país en tamaño, reconocen a la potencia amarilla sin ningún tipo de excusas. Un líder conoce el pensamiento de sus allegados pero también intuye como piensan sus rivales para poder luchar en forma justa y transparente. Un verdadero líder, respeta al ser humano como un todo, al medio ambiente y a todos los seres vivos que lo rodean. El líder no es una persona que insulta, miente, roba o es corrupto en todos los aspectos de su vida. La constante predica de su ejemplo, en la mejor carta de presentación que puede exhibir ante la opinión publica. El verdadero líder, es la persona, que vive frugalmente y no derrocha riqueza mal habida ni está inmerso en problemas reñidos con la honestidad y la honradez. Así el líder o lideresa, educa a sus partidarios porque hace docencia política y se gana el respeto no solo de sus seguidores sino también de sus ocasionales rivales políticos y de toda la opinión publica del país. Otro ejemplo de líder es el empresario italiano Enrico Mattei, que desde la presidencia del ente estatal ENI, empresa de hidrocarburos, innovo su gestión y procesos productivos haciéndola muy rentable, a pesar de las acidas críticas de los defensores de las empresas privadas. Mattei era un funcionario público que tenía la habilidad de convencer con su prédica a cualquier tipo de audiencia. Esta cualidad le dio mucha influencia en toda Europa principalmente. Otro líder empresarial actual es el joven norteamericano, Elon Musk, CEO de sus empresas Tesla y SpaceX, que son un ejemplo de innovación y de creatividad. Musk es un visionario, está interesado en que las cosas cambien en el mundo, para que el público se dé cuenta que sus innovaciones son posibles. En este aspecto, sus empresas ponen en el mercado carros eléctricos autónomos o sondas espaciales que como los aviones convencionales, pueden utilizarse muchas veces. Este tipo de personas, faltan a raudales en nuestra nación, porque tenemos ahora solo caricaturas de líderes que utilizan sus posiciones para enriquecerse, robar, faltar a su palabra continuamente y para evitar que toda la sociedad prospere armónicamente. Por esta crisis de liderazgo que sufrimos, tenemos autoridades como, fiscales, jueces, militares, policías, congresistas y políticos de todo nivel, sin tener las cualidades necesarias para ocupar sus respectivos cargos. La gran mayoría de estas autoridades, no tienen la visión, la preparación ni el conocimiento porque han accedido a sus puestos por dinero, influencias y por antigüedad. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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