Alan García se recicla

Aprovechando la grave crisis moral que atraviesa el país, por los escandalosos actos de corrupción que tiene como matriz las coimas de la firma brasileña Odebrecht, que comprometen directamente a Ollanta Humala, Keiko Fujimori, Nadine Heredia, Alejandro Toledo y Elianne Karp, García quiere enviar el mensaje que es el único ex presidente que no ha recibido coimas de Jorge Barata, alto ejecutivo de Odebrecht, en tiempos del segundo gobierno de García. Esta posición es deleznable porque García ha tenido vínculos muy cercanos con Marcelo Odebrecht, mandamás de esta firma coimera. Según registros Marcelo Odebrecht, se reunió con García en palacio de gobierno 17 veces y viajaron juntos en 22 ocasiones una de ellas a Brasil. Es tan honrado en el mundo de corrupción, que campea en nuestros predios políticos, que puede pasar como un verdadero ingenuo, pero todos sabemos que de ingenuo no tiene ni un pelo. Además en política no existen ingenuos, sobre todo en los altos niveles donde hacen sus actividades los diferentes políticos que han llegado a la presidencia de la república. En este contexto, no se puede pasar por alto que muchos importantes funcionarios, ahora presos, allegados y algunos ministros del segundo gobierno de Garcia han realizado latrocinios y corruptelas, pero a él no le han dado ni un solo centavo y tampoco se ha enterado de todo el tinglado mafioso que existía entre sus colaboradores más cercanos, para hacer actos ilegales. Este cuento no lo cree ni el mismo García. La insistencia de este político, de acudir motu propio a todas las comisiones investigadoras del caso lava jato, propiciada por la firma corrupta brasileña Odebrecht, es para demostrar a la opinión pública, que es completamente inocente. Sus peroratas que 'a mí nadie me compra' y otras sandeces de igual calibre, sirven para que los ciudadanos desprevenidos, crean que efectivamente todos sus caudales e inmuebles de lujo, que posee en el extranjero y en el país, son fruto de sus 'sueldos como presidente y en la dirección de una escuela de gobernabilidad, en la universidad de su compinche José Antonio Chang, que fue su ministro de educación en su segundo gobierno. También 'demuestra' que sus altos ingresos provienen de las grandes 'conferencias' que ha dado en diferentes ciudades extranjeras, donde percibió honorarios del orden de los 100 mil dólares por cada perorata. Pero muchos de los que lo contrataron son ejecutivos y funcionarios de empresas que han hecho negocios durante su segundo gobierno. Este simple hecho causa muchas sospechas, por el evidente conflicto de intereses, además de los altos estipendios ganados. Uno de los ejecutivos que lo contrato, es un banquero brasileño, que después fue apresado por delincuente. Ganar 100 mil dólares por sus discursos de 90 minutos, no lo gana fácilmente personalidades como los ex presidentes norteamericanos Bill Clinton o Barack Obama. Según García, todos sus ingresos están contabilizados y 'bancarizados' Pero si nos remitimos al año 1990 cuando García, dejo la presidencia y al país sumido en la miseria por la hiperinflación, este político ya había amasado una gran fortuna, con la cual compro un lujoso departamento en Paris, casa de playa en Pucusana y una residencia en Monterrico. Tambien sus cuatro primero hijos, fueron educados en colegios e instituciones de lujo y costosas en Francia. En ese entonces, se le descubrió un gran desbalance patrimonial. Es decir que todos sus ingresos, no justificaban, ni cubrían las adquisiciones de los bienes acumulados hasta esa fecha ni su elevado nivel de gastos. Se salvó de un juicio penal, porque sus delitos por desbalance patrimonial prescribieron. Ahora pontifica que es impoluto y que los ministros y funcionarios apristas que hayan delinquido, son los únicos responsables individuales ante la justicia. Esto también lo repiten sus seguidores fanáticos. Pero la responsabilidad política, es algo que no puede ser dejada alegremente de lado por García. Si hay funcionarios y ministros de su segundo gobierno presos, él es el responsable político. Con esta misma argucia, podría meter a la cárcel a Pilar Nores, que ha recibido también dinero de Odebrecht. Si la encuentran culpable, García, se lava las manos y dirá que la responsabilidad es solo de su ex cónyuge. Toda esta conducta desnuda a Garcia como una persona que no tiene principios ni solidaridad con sus amigos, allegados y partidarios, que estuvieron en su segundo gobierno y ahora están en problemas con la justicia. La finalidad de su exposición mediática actual obedece a su afán de estar vigente para ser candidato por tercera vez a la presidencia de la república, en el 2021 cuando tenga 72 años de edad. Esta ambición desmedida no debe prosperar, por el bien del país. No se puede dar cabida a políticos cuestionados moralmente, por más que no haya sido hasta ahora, juzgados. También se sabe, que la falta de celeridad y acción se debe a que jueces y fiscales en su gran mayoría son alanistas y por eso no hay un avance ni denuncia contra este politicastro. Ojala, que la gente decente del país, sobretodo los jóvenes, construyan un verdadero muro ético, para que esta posible postulación, quede solo en la anécdota, por el bien de todos y de los intereses del país. García representa el desastre moral de la forma de hacer política en nuestra nación. En las antípodas de la conducta de García, está la conducta y proceder del expresidente uruguayo Pepe Mujica, que entro a la presidencia de su país, pobre y solo con un auto Volkswagen de segunda mano y salió igual de pobre pero con su escarabajo más usado. Mujica, vive con su esposa, en un humilde rancho, donde cría animales domésticos y siembra productos de pan llevar. A este político, nadie lo puede sindicar como corrupto o ladrón, porque sus signos exteriores de riqueza son mínimos y que corresponden a la tercera parte de su sueldo que percibía como presidente. El resto de su sueldo lo donaba para asistir a sus compatriotas que estaban en problemas de subsistir por sus bajos ingresos. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com