sábado, 6 de mayo de 2017

Ni oro ni plata

Tanta ha sido la ambición del hombre por acumular oro y plata, desde la antigüedad, que en estos tiempos, prácticamente ya no existen yacimientos nuevos de estos metales por explotar en todo el mundo. Es que estos metales, sobretodo el oro, han cautivado a muchas generaciones. Su color, amarillo, su incorruptibilidad, maleabilidad y flexibilidad, han hecho de este metal el preferido de muchas sociedades para acuñar monedas, pero principalmente para hacer joyas de gran calidad. El oro y en menor importancia la plata, eran sinónimos de poder y riqueza, como lo es hasta la fecha. Por eso su búsqueda en todos los rincones del planeta ha sido incesante. Por el oro, vinieron los españoles a nuestra región, que después se llamó Perú. Es que nuestros antepasados, solo trabajaban el oro y también la plata, con fines decorativos, confeccionando joyas, utensilios, hasta cubriendo una serie de paredes de oro, como fue el caso del templo de Koricancha, en el Cusco. Esta fama, hizo pensar a los colonizadores que el oro era muy fácil de conseguir en estas latitudes, lo cual no era verdad. En esos tiempos el oro y la plata se extraian de pequeña minas y el oro también era obtenido en los lavaderos de muchos ríos. Es famoso en este aspecto el rio Marañón, porque en su cauce existían muchos lavaderos de oro, especialmente en la parte de la sierra liberteña y cajamarquina. Esta fama, hizo que el gran escritor Ciro Alegría, llamara al rio Marañón, “la serpiente de oro” y sobre este rio y sus actividades auríferas, escribiera una hermosa novela, con ese título. Pero en estos tiempos surge la noticia de que ya no existen yacimientos que alojen en sus entrañas oro y plata. Esta afirmación, proviene de expertos geólogos y estudiosos que haciendo uso de las más actualizadas tecnologías, incluyendo las satelitales, han llegado a esta alarmante conclusión. El agotamiento de los yacimientos de oro y plata, demuestran la insensatez de los humanos, por su codicia y ambición para sacar todos estos metales sin freno hasta acabarlos. Los minerales de todo tipo son recursos no renovables y la existencia de oro y plata siempre han sido muy limitadas. Los empresarios mineros nunca han pensado en explotar las minas con prudencia con el objetivo de acumular una cantidad de reservas para las futuras generaciones. Solo, su gran ambición y codicia los guía sin pensar en los demás. También los yacimientos de oro y plata que todavía están en producción, son grandes agentes contaminantes del agua, suelo y atentan contra la biodiversidad y las costumbres ancestrales de los que moran cerca de estos emprendimientos mineros. Si no existe la posibilidad de descubrir más yacimientos, como lo indica el mapeo del planeta para detectar minas de oro y plata, los grandes consorcios mineros se verán sumidos en grandes crisis, que afectara las economías del mundo. Entonces ahora queda como única salida reciclar todo el oro acumulado por las grandes naciones como Estados Unidos, China, India y Europa. Estos países tienen en sus arcas grandes cantidades de oro, que lo mantienen como una reserva de cambio financiero y respaldo monetario. Pero el oro y la plata también se usan en la fabricación de joyas y en la industria electrónica pero en pequeñas cantidades. El cambio de giro de la industria minera de oro y plata está a la vuelta de la esquina y no hay ninguna posibilidad de hacer grandes inversiones para desarrollar otros yacimientos mineros. También muchos expertos piensan que el futuro inmediato de la minería de oro y plata está en el espacio. Es decir que muchos asteroides y planetas como Marte y nuestro satélite natural, podrían tener yacimientos de oro y plata, pero el costo de extracción todavía es muy alto. Además no existen todavía las tecnologías necesarias para minar asteroides y planetas en pos de sacar oro y plata, en forma económica y en apreciables cantidades. Históricamente los empresarios mineros siempre han buscado yacimientos de oro y plata en países pobres, para abaratar sus costos de producción y saltar alegremente los estándares de control ambiental. Entonces las consecuencias de este tipo de explotación, inclusive en nuestro país, saltan a la vista. Por eso muchas comunidades en todo el mundo, se oponen a la minería. Recientemente en una pequeña localidad colombiana, Cajamarca, la población de esta ciudad se ha opuesto a que una empresa aurífera canadiense explote uno de los pocos yacimientos de oro que todavía quedan. Pero también es una gran oportunidad, en caso de que se inicie un proyecto minero, para exigir altos precios por estos metales, que subirán sus cotizaciones en el mercado de commodities de forma muy pronunciada en el futuro mediato. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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