lunes, 22 de mayo de 2017

La prepotencia de la mayoría congresal

Nunca antes se ha visto que una mayoría del congreso abuse de sus atribuciones para poner entre las cuerdas al gobierno de PPK, con el afán de hacer sentir su poder, sin que cuente para eso los grandes intereses nacionales, como son la seguridad ciudadana, la educación de calidad, los servicios médicos y hospitalarios eficientes. Si nos remontamos al primer gobierno de Fernando Belaunde, que se inició en 1963, con una mayoría opositora en el congreso formada por la alianza Apra-Uno, el presidente de entonces se vio en muchos problemas, pero el nivel de los parlamentarios era otro con relación a los actuales. En ese parlamento estaban en la oposición, entre otros, el diputado y poeta Julio Garrido Malaver, Andrés Townsend, por el Apra y Carlos Carrillo Smith de la UNO, entre los senadores destacaban los apristas Luis Alberto Sánchez, Ramiro Priale y por la UNO, David Aguilar Cornejo. Todos ellos con un gran bagaje intelectual y político. Muchos debates e interpelaciones en esa época, eran alturados, democráticos, fundamentados y poco apegados al insulto, a la calumnia y a la mentira como sucede entre los congresistas del actual congreso. Esta gran diferencia entre los antiguos parlamentarios y los actuales está relacionado básicamente con el nivel de preparación académica, experiencia política y la falta de coherencia en sus planteamientos y practicas congresales. Ahora estas calificaciones y aptitudes brillan por su ausencia en la mayoría fujimorista. Pero ya estamos acostumbrados a conocer una serie de noticias negativas que se transforman en escándalos, sobre una serie de inconductas realizadas por muchos congresistas que conforman la mayoría fujimorista. A cada momento salen a relucir sus deméritos, como no haber terminado su secundaria, que sus títulos exhibidos sean falsos y muchas denuncias penales en su contra, por su conducta ilegal en el ejercicio diario de sus actividades personales y profesionales. Esta realidad humana del congreso, no debe ser excusa para justificar las formas y acciones prepotentes que muestran estos politicos en su trato a los miembros que conforman el gobierno, sobretodo en el trato a la ministros. Por otro lado, no es posible que kenji fujimori, mal gaste su tiempo remunerado por nosotros, solo para defender a su padre preso. El menor de los Fujimori, debe entender que su posición de congresista, debe ser usada para defender y abogar por los grandes intereses nacionales y de las mayorías y no para hacer de su curul un bunker de defensa de su padre. En el plano de las relaciones con los ministros, está todavía fresco la mala educación de la congresista Cecilia Chacón con el entonces ministro de educación Jaime Saavedra. Esta congresista le falto el respeto sin medir sus gritos que en ninguna forma pueden ser entendidos y menos aceptados. Recientemente otra congresista fujimorista, Lourdes Alcorta Suero, vocifero contra el ministro del interior Carlos Basombrio, al que amenazo no interpelarlo sino directamente censurarlo, olvidando los elementales procedimientos que el congreso tiene para este efecto. Como consecuencia de su prepotencia, el movimiento ligado al terrorismo ha ganado titulares y mucha prensa, por lo cual es ya conocido a nivel nacional e internacional. Es decir esta actitud de la Alcorta ha resultado una verdadera victoria pírrica. Es que la ex pepecista Alcorta, quiere hacer prevalecer la razón de la fuerza sin ninguna base lógica para justificar este maltrato a un ministro que por lo demás en un invitado al congreso. Parece que este tipo de comportamiento matonesco y sin pruebas es una regla entre los fujimoristas. Por eso Luis galarreta, y Hector becerril y también la alcorta entre otros de su grupo, mienten sin escrúpulos cuando tratan de criticar las acciones del gobierno. Recientemente han manifestado que el gobierno ha contratado a un centro de 'trols' para que denosten y critiquen a los fujimoristas. Esta acusación que es muy seria, la hicieron estos congresistas en la reciente interpelación al ministro Martin Vizcarra, que ha renunciado a su ministerio, en estos días. Todo tipo de acusaciones tienen que basarse en la verdad y tener las pruebas respectivas para fundamentarlas. Si no se hace esto, simplemente se miente y se falta el respeto a todo el país. De esta forma el congreso que es un poder del estado, pierda aún más su prestigio y credibilidad. Es decir afecta a la gobernabilidad y pone en tela de juicio la calidad moral y cívica de los que conforman el congreso. También llama la atención que dos congresistas fujimoristas Alejandra Aramayo y Ursula Letona, propongan un proyecto de ley para controlar a la prensa, que es todas luces antidemocrático, porque atenta contra la libertad de expresión y de prensa. No se puede permitir que estos congresistas falten el respeto a los ministros, a los ciudadanos y al país. Hay que mantener las formas de respeto y buena educación, que es norma reconocida en todo tipo de organizaciones. Es que los congresistas, creen que están en esos cargos, para usarlos en beneficio propio, de su grupo o de su jefe. Todos los congresistas están en ese poder del estado, para servir al pueblo, al país y no para hacer defensa, de sus propios y egoístas intereses. Es grave la situación que atraviesa el congreso por este tipo de inconductas, que son frecuentes y merece todo el rechazo de la opinión pública y de los medios de comunicación. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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