lunes, 19 de diciembre de 2016

Trump y la guerra nuclear

Muchos especialistas piensan que Donald Trump, cambiara la política internacional de EEUU con maniobras imprudentes que pueden comprometer la paz mundial. Esto queda confirmado por sus recientes coqueteos con la mandataria de Taiwán, han crispado las relaciones con China. Este país, considera a Taiwán, como parte de su territorio y no admite que ningún país extranjero que quiera tener relaciones diplomáticas, considere a esta isla como un país independiente de China. Esta postura internacional de Trump, pone en peligro las normales relaciones con el gigante asiático, que además es el mayor exportador de bienes a Estados Unidos. También, la declaración de Trump, de traer la gran manufactura norteamericana, desde el exterior, es decir desde China, hará que la balanza comercial entre estos dos países, se desestabilice. Otro punto de fricción es el mar de la China, porque los norteamericanos, no admiten la soberanía china sobre este mar y sus islotes. La presencia naval y aérea norteamericana, en esta zona no es bien vista por China, que también ha desplegado sus barcos de guerra en esta área y ha instalado bases de misiles en sus islas artificiales. Es decir este es un punto de tensión que si Trump hace efectiva sus propuestas diplomáticas, puede ser el inicio de una gran conflagración mundial. Otro punto caliente es la península coreana. En este territorio, existe un alto grado de enfrentamiento potencial entre las fuerzas de los EEUU aliadas con Corea del Sur por un lado y la enigmática Corea del Norte de Kim Jong un, por el lado opuesto. Este pequeño país ha desarrollado una notable capacidad nuclear y misilera de corto, mediano y largo alcance. Según expertos en cuestiones militares occidentales, los cohetes balísticos de Corea del Norte están en la capacidad de llegar al territorio continental de EEUU. Cuando asuma el poder de su país en próximo 20 de Enero, Donald Trump, estará investido de todas las prerrogativas que tiene el jefe de estado de esa gran potencia. Entre esos derechos, será la persona que manipule el maletín negro, donde se encuentra los controles para ordenar un ataque nuclear a un país o países que se los considere enemigos de los Estados Unidos. Este país, cuenta con 7 mil ojivas nucleares y una gran capacidad coheteríl, para lanzar sus bombas en cualquier lugar del mundo. Este nuevo gobernante ha suscitado mucho temor y desconfianza entre los políticos, economistas, militares y diplomáticos de todo el mundo occidental porque Trump, parece estar dispuesto a enfrentar por la fuerza a sus potenciales rivales. A pesar de los múltiples hechos militares que tienen lugar en estos días en el mundo, sobretodo en Siria, Afganistán, Irak, Yemen y Libia, nadie hable de que estos conflictos escalen hasta provocar una guerra nuclear. Pero hay otros puntos que podrían tener estas implicancias, como los ya mencionados en el extremo oriente y también en Europa del este. La constante presión de la NATO, sobre Rusia, es algo muy delicado. Los ejércitos occidentales, liderados por las fuerzas norteamericanas, hacen gala de su poderío en países fronterizos con Rusia. En Ucrania, se da una casi confrontación entre Rusia y las fuerzas occidentales, pero está todavía en el nivel de un conflicto de baja intensidad. Sin embargo, los rusos están modernizando sus armamentos nucleares, misiles, tanques, aviones y otros equipos pesados utilizados para la guerra. Trump, todavía no lanza ningún ataque verbal contra Rusia, pero quizás los acontecimientos geopolíticos lo obliguen, en el futuro, a cambiar de opinión. Las relaciones de la administración Obama, con Rusia, ha sido muy difícil con muchos desencuentros y porque el oso ruso, quiere tener presencia mundial como una superpotencia. Vladimir Putin, presidente de Rusia, siempre pone énfasis que la era de hegemónica norteamericana término y ahora surgen como potencias de primer nivel Rusia y China, que juntos con Estados Unidos, deberán repartirse el rol hegemónico, en forma equitativa. Esta realidad, no es vista con buenos ojos por los halcones norteamericanos, porque significaría la perdida de la influencia norteamericana en el mundo. Es decir, lo que muchos politólogos, creen que es el principio del fin del liderazgo norteamericano en el mundo. Esperamos que la realidad mundial, que es compleja y difícil haga recapacitar a Donald Trump, para que administre su país, sin poner en peligro la supervivencia de la humanidad a causa de una guerra nuclear. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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