viernes, 13 de febrero de 2015

Las debilidades de los poderosos

Desde la antigüedad muchos emperadores, reyes, príncipes y militares, han cometido una serie de excesos y abusos que no eran ni siquiera criticados públicamente. Desde Cleopatra, Alejandro o Nerón hasta nuestros días, estas personas con poder, pierden el sentido de la realidad y creen que todos sus actos no serán castigados. Es decir se sienten superiores a los demás mortales. Nerón, es un caso muy comentado por sus orgias, asesinatos y arbitrariedades que no eran ni siquiera criticadas públicamente, so pena de sufrir pena de muerte. Pero las personalidades de muchos seres con poder esconden rasgos anormales que los hacen cometer este tipo de excesos. De esto no se salvan muchos gobernantes, diplomáticos, políticos y hombres de gran riqueza de nuestro país. Por ejemplo durante la víspera de la guerra con Chile, el general peruano Juan Buendía, por su buena foja de servicios, alcanzo a ser jefe del ejército peruano del sur en 1878. Es decir estaba al mando de las tropas que tenían por misión detener la potencial invasión chilena. En este cargo su conducta debería haber sido intachable, máxime si era un hombre de edad avanzada y curtido militar. Pero al parecer, cayó locamente enamorado, de una joven espía chilena. Buendía no midió las consecuencias que iba a tener sus relaciones privadas con el desarrollo de los acontecimientos militares de nuestra estratégica frontera sur. Sin reflexionar este militar, en sus encuentros íntimos con la bella chilena, le pasaba, inadvertidamente suponemos, información confidencial sobre el movimiento, el número de nuestros soldados y su equipamiento militar. Toda esta información era luego sabida por los altos mandos militares chilenos, que actuaban con mayor precisión a costa del sacrificio de muchos soldados peruanos que si luchaban con heroísmo y valor. Es decir el anciano Buendía, no cumplió su función militar, con honor, honestidad y prudencia, sino que sucumbió ante la belleza de esta joven. Esta delación le podría haber costado no solo el alto puesto militar sino también la vida. Ahora surge otro gran escándalo en Francia, protagonizado por un hombre público con mucho poder. Nos referimos a Dominique Strauss Kahn (DSK), que fue hasta el 2011, director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), y potencial candidato a la presidencia de Francia en las elecciones de ese tiempo. DSK, era considerado como virtual ganador de la presidencia de su país, por sus grandes cualidades intelectuales, ejecutivas y gozaba de una gran simpatía entre sus connacionales. Este francés tenía mucho más poder que cualquier presidente latinoamericano. Además estaba felizmente casado y con una familia estable. Pero en una de sus visitas a Nueva York, trato de violar a una camarera de un lujoso hotel. Esta empleada lo denuncio y Strauss Kahn, fue detenido y salió en libertad bajo fianza. Además para que la denuncia de la camarera no prosperara, le tuvo que pagar dos millones de dólares. Este monto es insignificante si se compara con la pérdida de credibilidad y el ocaso de su futuro como político y alto funcionario internacional. Ahora está enfrentando un juicio en su país, porque el intento de violación es solo la punta de una gran madeja de corrupción perpetrada por este personaje. DSK está procesado por proxenetismo, debido a que durante su gestión al mando de los más grandes instituciones, le gustaba realizar orgias, con mujeres de gran belleza pero de dudosa moral. Según estas damas, su actividad es la prostitución de alto nivel. Strauss las contrataba pagándoles grandes sumas de dinero para de esta forma conseguir placer fácil. A pesar que este inculpado niega estas acusaciones, las pruebas en su contra son prácticamente contundentes y podría pasar muchos años en prisión. Pero lo más grave es que su reputación esta por los suelos, porque se ha conducido como un vulgar delincuente. Algo parecido también es el caso de magnate y político, Silvio Berlusconi, de Italia, que asimismo le gusta de rodearse de damas muy bellas pero bien pagadas. Es que el poder tiene muchas tentaciones que van desde la corrupción del dinero fácil y mal habido hasta las orgias de todo tipo. En estas bacanales, con jóvenes de todo sexo, se consumen grandes cantidades de los mejores licores, las más sabrosas comidas, las lujosas suites y estupefacientes de todo tipo. La vida de placer quizás sea una forma de escapismo fatal a las múltiples presiones y la abundancia de halagos que siempre les rodea. Los llamados asesores, son los que les diseñan los programas de diversión y concupiscencia. La vorágine de esta vida sensorial no tiene en cuenta principios morales ni éticos. Para esta gente el poder los obnubila porque creen estar más allá del bien y del mal. No existen, frenos, leyes ni normas que les impidan consumar sus sórdidos placeres. Pero más temprano que tarde todo se sabe y en ese momento tendrán que dar cuenta no solo a la opinión pública sino también a los tribunales de justicia. Porque nada hay oculto bajo el sol. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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