El agua es oro puro

Desde épocas remotas, el suministro de agua ha sido vital y gratuito en todas las civilizaciones que nos antecedieron. En las riveras de los ríos o en las orillas de los lagos, se asentaban las ciudades en todo el mundo antiguo. En nuestro territorio, por ejemplo, los mochicas seguían esa norma, pero una inclemente sequia los hizo migrar a otros lugares y así se fundó Chan Chan, que es la ciudad de barro más grande del mundo antiguo. Es que las sequias eran una verdadera plaga bíblica y era lo que mas temían los pobladores de Egipto, China, Sumeria, Judea, aztecas, mayas y otras civilizaciones asentadas en el continente africano. Pero la cantidad de agua dulce que existe en nuestro planeta, es solo el 3% de toda el agua existente. Ahora las sequias imperantes hacen que este vital elemento disminuya sus existencias para todo tipo de usos relacionados con la actividad humana. Es que la demanda de agua dulce es muy grande debido principalmente al crecimiento de la población, la agricultura y la industria, que requieren de agua dulce en forma elevada lo que hace peligrar el suministro de este vital liquido. Otro factor coadyuvante, es el cambio climático vigente. Este evento provocado por la irracionalidad humana, está agudizando la escasez de agua dulce en todo el mundo. Por ejemplo regiones áridas como el sud oeste norteamericano, Australia, África subsahariana, sufren una prolongada sequia, que volverá a estas tierras verdaderos desiertos. También en Uzbekistán, el mar de Aral, se está secando, por causas del mal uso de esta gran depósito de agua dulce y puede desaparecer dentro de veinte años, El panorama en esta zona de Uzbekistan es realmente desolador y es un llamado de atención para que el hombre no agreda a la naturaleza de esa forma. En un futuro mediato esta bella zona, se convertirá en un verdadero paramo sin ninguna clase de vida apreciable. Otro grave problema es la contaminación de ríos y acuíferos en todo la Tierra. En nuestro país, muchos ríos de costa, sierra y selva, están contaminados con relaves mineros, basura, sustancias químicas o derrames de petróleo. Estos derrames de petróleo, ya son muy frecuentes en la Amazonia, y están malogrando la rica biodiversidad que existe todavía en esa bella zona. Por eso los estudiosos de este vital recurso, han manifestado, que no se puede seguir contaminando ni usando en forma desproporcionada el agua dulce, para las diferentes actividades humanas. Este llamado de personas enteradas en el tema de la conservación del agua dulce, plantean hacer una moratoria para la explotación de una serie de proyectos extractivos como son la minería o la extracción de hidrocarburos. También advierten que las ciudades deben detener su crecimiento, mediante una adecuada política de regionalización para evitar la migración y además un control de natalidad responsable y que no afecte la libertad que deben tener todos las personas. Pero se hace necesaria una gran difusión de este problema poblacional para concientizar a toda la población. Es que el pasado, presente y futuro de nuestra especie está estrechamente relacionado con el agua dulce. Ningún ser humano, solo para hablar de nuestra especie, podría sobrevivir sin tomar agua diariamente, por eso existe la necesidad de valorar a esta fundamental elemento. Si se produce una real falta de suministro del agua, entonces el valor que tendría este liquido, sería muy elevado, quizás, mayor que el valor del oro, que es un metal precioso y muy apreciado por los potentados de la tierra. Sería algo histórico pero contraproducente que por causas de nuestra irracionalidad, el agua dulce se agote y adquiera un gran valor para conseguirlo. En este siglo, las guerras que pueden desatarse ya no serian por los hidrocarburos o los minerales sino por el agua dulce. En ese futuro mediato, habrá una incesante búsqueda de napas freáticas, para encontrar agua dulce igual como ahora se hace para explorar petróleo. Esto requeriría millonarias inversiones y existen muchas firmas globales, que ya tienen dentro de sus proyecciones hacer inversiones a nivel mundial para cuantificar las reservas de agua dulce que podrían existir en el subsuelo de nuestro planeta. Estamos en una década muy crucial con respecto a la capacidad de suministrar agua dulce a todo el mundo. E n nuestro país se tiene que dar políticas nacionales que garanticen el suministro de agua dulce. Esto pasa por no dar concesiones ni autorizar explotaciones mineras si es que se afecta las reservas de agua dulce. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com .