viernes, 14 de junio de 2013

Debilidades del modelo brasileño

Por lo menos 300 personas han sido detenidas, entre ellas 8 periodistas, durante las manifestaciones populares que tienen lugar en Sao Paulo. Los paulistas protestan por el aumento del precio de los transportes urbanos. El movimiento Passe libre, líder de las protestas sumergió en el caos a esta mega polis. Por primera vez se han producido actos vandálicos en las calles paulista. Estos sucesos demuestran que la economía brasileña no está del todo bien porque sus logros no llegan a la gran masa de cariocas. Es decir Brasil es un gigante con pies de barro y puede ser el síntoma de que su tan “exitoso” modelo ya llego a su fin. Pero el mismo modelo, que fue puesto en marcha por Luiz Inacio Lula da Silva, ha tenido serios problemas para sustentar su crecimiento. Lula apoyo en forma frontal la deforestación de gran parte de su Amazonia, donde existen una variada biodiversidad, grandes fuentes de agua y nativos que siempre han vivido en armonía con la naturaleza. El afán de gran potencia que tiene Brasil, que es uno de los cinco países emergentes, junto a China, India, Rusia y Sud África y también muchas políticas populistas, han hecho de Brasil, un gigante herido, porque esta política descansa en la agresión directa al ambiente natural. También, la Amazonia, está considerada como la región que aloja la mayor cantidad de oxigeno, que es el gas más importante para la vida de todos los seres humanos y de otras especies animales y vegetales. Por ejemplo, cuando se busca vida alienígena, en otros mundos, los investigadores, siempre tratan de confirmar si hay oxigeno y agua. A pesar de estos logros sociales, que ha permitido disminuir la pobreza y erradicar muchas enfermedades sociales, la concentración de dinero y poder todavía esta en pocas manos. Desde el siglo XVI, cuando Brasil era colonia portuguesa, se propicio la penetración en las selvas amazónicas a través de los legendarios bandeirantes. Estos aventureros partían desde Sao Paulo hacia el oeste, haciendo trochas y apropiándose de tierras y riquezas de esta ubérrima región. Gracias a su afán colonizador, Brasil, pudo ampliar su territorio a costa de sus vecinos. El Perú, perdió cerca de 500000 Kilómetros cuadrados, en el siglo XIX. Es decir el destino de gran potencia de Brasil, que es una política de estado, hace que sus ambiciones políticas, se materialicen con este tipo de agresiones. Pero el malestar social dentro de la sociedad brasileña proveniente de la pobreza que todavía existe y de la delincuencia asentada en las favelas de Rio de Janeiro o Sao Paulo, demuestran que estos problemas todavía subsisten. Además hay una fuerte politización de extrema izquierda entre los jóvenes, que no están de acuerdo con las políticas puestas en marcha por la ahora presidente Dilma Rousseff. Además existe, una gran concientización para salvar la selva amazónica y a respetar los derechos de los primeros pobladores de esa región tan hermosa y prodiga. Los logros económicos del gobierno, que posee de unas grandes reservas, que sirven para protegerlo de las crisis económicas mundiales y su gran industrialización, en las grandes ciudades, no frenan el descontento popular. La agitación social en vigencia, es incentivada por las redes sociales, tal y como ocurre en Turquía y antes en los países del Magreb. La mandataria brasileña, ha declarado que las protestas sociales no tienen justificación, porque el modelo económico a favorecido a los más pobres. Pero el asunto es que no solo hay que sacar a la población de la pobreza sino que la mayor parte de la población crezca para conformar una solida clase media, cosa que todavía no ocurre en este gigante americano. Rousseff, echa la culpa de estas manifestaciones a la oposición derechista, que según ella, trata de desinformar a la población y acopiar agua para su molino con la finalidad de hacerse del poder en las próximas elecciones. Pero es el pueblo paulista que después de casi dos décadas, vuelve a las calles a mostrar su malestar porque sus problemas principales no se han resuelto a cabalidad. Realmente las marchas paulistas son multitudinarias, pero no tienen una vanguardia de líderes que capitalicen este descontento. Las manifestaciones son promovidas por defensores de la legalización de drogas, homosexuales y sectas evangélicas. Otra bandera que es levantada en las manifestaciones es la gran corrupción de los políticos que ejercen el poder. Esta mancha también alcanza a Lula, a pesar que tiene una gran popularidad. La corrupción gubernamental, es más visible, cuando existen otros problemas sociales como son la falta de buenos ingresos, la equidad, la falta de libertad y la agresión al medio ambiente. Todos esos problemas, se podrían resolver con políticas transparentes y con una gran voluntad política. Entre estos problemas lo mas prioritario es evitar la deforestación de grandes extensiones de bosques amazónicos, para dedicar esas tierras al cultivo de soja, la ganadería extensiva, la explotación minera, de hidrocarburos y la construcción de grandes hidroeléctricas. En esta hora, Brasil, está experimentando un revuelo social, que por novedoso es digno de tenerlo presente, porque se puede replicar en otros países de nuestra América. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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