domingo, 25 de julio de 2010

Escudo en extinción

En reciente encuesta internacional, nuestro escudo patrio, fue elegido como el más bello entre sus pares de toda Latinoamérica. Este símbolo patrio, creado por orden del Libertador José de San Martin, en 1820, ha sido modificado varias veces, hasta que en 1825, el Congreso Constituyente de esa época, decreto el diseño de este escudo, el cual sigue vigente hasta nuestros días. El escudo nacional, representa con mucha claridad, nuestras riquezas naturales, llamados reinos que son el reino animal, el reino vegetal y el reino mineral. La vicuña, considerada la especie más valiosa entre los auquénidos, representa la riqueza de nuestra fauna. Este hermoso animal, estuvo al borde de la extinción en la década de los 70 del siglo pasado, pero gracias a la labor del conservacionista Felipe Benavides, se evito su total desaparición, sobretodo de pampa Galeras, en Ayacucho. Sin embargo, la caza furtiva de esta especie, no se ha detenido hasta ahora y pone nuevamente en peligro de extinción a este bello animal, que simboliza nuestra fauna autentica. También existen graves problemas de conservación de otras especies animales, tales como la anchoveta, el oso de anteojos, la pava aliblanca y otras especies animales. Igualmente, como símbolo de nuestra riqueza vegetal, nuestro escudo exhibe al árbol de la quina, que está prácticamente en extinción, porque solo quedan algunas plantaciones en las regiones de Piura y Cajamarca. Esta especie vegetal es muy valiosa pues tiene una serie de usos medicinales e industriales, que todavía pueden ser aprovechados. Este símbolo vegetal, representa nuestra riqueza en ese reino. Es lamentable que no se haga una labor conservacionista de las múltiples especies vegetales, que son una verdadera riqueza natural que posee nuestro país. La deforestación de bosques y plantas en todas nuestras regiones, incluida la costa es un testimonio de la falta de interés en conservar nuestro legado natural. No se trata de la mera conservación, sino de saber aprovechar esta riqueza, con criterio de sostenibilidad para no acabar con lo que nos dio la naturaleza. Paradigmáticos con los casos de depredación que se han sucedido a lo larto de nuestras años de independencia, pues en estos caso 140 años, hemos sufrido el embate de la explotación irracionales de especies tales como el caucho, la caoba, el algarrobo, el guayacán, entro otras especies vegetales. El campo mineral, de nuestro bello escudo patrio, esta simbolizado por una cornucopia derramando monedas de oro. Esta cornucopia, representa nuestra riqueza mineral y de hidrocarburos. Pero también en el reino mineral, nuestra falta de visión, nos puede dejar sin muchos minerales e hidrocarburos que son tan necesarios para nuestro desarrollo. El horizonte de reservas probadas y probables de muchos minerales e hidrocarburos, tales como el oro y el gas, son calculados para unos 10 a 15 años de explotación. Luego de cumplido este periodo, solo quedaran huecos y malos recuerdos de la forma como se exploto estos recursos no renovables sin mayor valor agregado ni mejor beneficio para las poblaciones aledañas a estas riquezas naturales. Este opaco panorama, nos debe hacer pensar, para que este símbolo patrio, el escudo, este vigente en sus representaciones sobre las riquezas naturales de nuestro territorio. Solo una verdadera acción de política conservacionista podría evitar que el escudo nacional solo sea una representación de lo que teníamos en los diferentes reinos de la naturaleza. Las fiestas patrias deben también servir como un espacio de reflexión, sobre lo que significan nuestros símbolos patrios y su proyección al futuro, para construir un Perú mejor, para todos, pero preservando nuestra gran biodiversidad.
Por Manuel J. Villanueva

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