viernes, 23 de junio de 2017

La cárcel dorada de Fujimori

Los diferentes medios y las personas allegadas y partidarios de Fujimori, tratan de deformar la realidad carcelaria de este preso. Entonces surge una corriente de opinión en favor de la libertad de Fujimori, porque creen que está sufriendo los rigores de una cárcel, lo cual no es verdad. Pero en estos tiempos de la postverdad, donde los deseos y creencias de sus allegados, superan a la realidad, sirven para exigir su libertad por cualquier medio, incluido el posible indulto, que es una atribución del presidente de la república. Si bien el indulto es una facultad presidencial, la decisión del caso debe ser muy objetiva y ajena a presiones políticas de todo tipo. Sin embargo el actual presidente, se dice y se desdice sobre el indulto a Fujimori. En plena campaña electoral, afirmo que no iba a indultar a este reo, pero ahora según sus declaraciones aparecidas en la revista inglesa The Economist, el presidente, Pedro Pablo Kuczynski, dice que llego el momento para dar este indulto. Esta decisión presidencial, se haría solo teniendo en cuenta el aspecto político, con el afán de calmar las tormentosas aguas que priman en el congreso y que el ejecutivo no ha sabido sortear con un acertado manejo político, con la finalidad de crear mejores condiciones para la gobernabilidad del país. La verdad es que, Alberto Fujimori, se encuentra recluido en un centro policial, que no es cárcel, donde es el único preso. Goza de todas las comodidades de una casa. Es decir está prácticamente en una prisión domiciliaria. Tiene a su disposición una sala, comedor, comodo dormitorio, cocina y un jardín para que practique su afición por las plantas, amplio patio para hacer gimnasia, amén de televisor, escritorio, pequeña biblioteca, lap top, teléfonos celular y fijo. También tiene la ventaja de recibir múltiples y frecuentes visitas de sus familiares, amigos y partidarios. Desde su cárcel dorada, Fujimori, hace política, da entrevistas, conversa por teléfono y no tiene casi ningún impedimento a su libertad individual, que es usual en una verdadera cárcel. Fujimori está preso por graves delitos contra los derechos humanos, de muchos peruanos y por robo agravado. Los delitos contra los derechos humanos son imprescriptibles. Ningún presidente civil preso, ha gozado de estas ventajas desde que el Perú, es independiente. Por ejemplo los ex presidentes José Pardo de rancio abolengo y Augusto B. Leguia, fueron a prisión por actos de corrupción solamente. Leguia, se fue a la cárcel gravemente enfermo y sufrió su condena, en verdaderas prisiones, como fueron el frontón y la penintencieria o panóptico, donde fue maltratado cruelmente. En estos centros de reclusión, Leguia, tuvo que compartir, junto con otros presos, los dormitorios, instalaciones sanitarias y el comedor. El rigor de su carceleria, mino mucho más su salud y quebranto su espíritu, a tal punto que murió en prisión. Es que sufrir carceleria, es una pena muy dura que sufren los que delinquen y en este aspecto, están incluidos todos los trasgresores de la ley sin excepción. Fujimori, no sufre estos rigores, que se practican en una verdadera prisión, como si lo experimenta su compinche Vladimiro Montesinos, que está recluido en la base naval del Callao. Esta prisión de máxima seguridad, que fue diseñada por Montesinos, es un establecimiento donde los presos sufren los rigores del duro encierro, porque sus habitaciones son muy estrechas y en ellas solo caben, una cama de cemento, un lavatorio y excusado. Los presos de esta prisión están prácticamente todo el día y la noche recluidos, en sus cuartos, sin poder comunicarse, salvo los 30 minutos de recreo que lo pasan en un patio pequeño. Lamentablemente, las cárceles han sido hechas para que los delincuentes purguen sus delitos. Por eso es una aberración que estén sufriendo prisión muchas personas que son inocentes, tal y como ha sucedido en tiempos del gobierno de Fujimori. Hay muchas evidencias de la forma vesanica, que utilizaron los carceleros, en los tiempos del fujimorato, para tratar a los presos. La tortura física y psicológica, era usual, para todos, incluidos los inocentes, con la finalidad de quebrar su psiquis para autoculparse de delitos que jamás cometieron. Toda esta forma de agresión está en contradicción con el respeto a los derechos humanos, de cualquier ciudadano. El simple hecho de estar preso en una verdadera cárcel es castigo suficiente, para todo delincuente como los asesinos y ladrones pero no aplicar medidas punitivas de tortura y acoso inhumano. Estas formas de tortura son verdaderos delitos contra los derechos individuales. Todos estos métodos punitivos jamás se han aplicado con el reo fujimori, lo cual está bien y debería ser una norma para todos los presos. También, el extremo cuidado de la salud de fujimori, que es evaluado medicamente en clínicas privadas por cualquier malestar, es un privilegio que no alcanza a miles de presos, que están recluidos en Lurigancho, Piedras gordas y otros centros carcelarios y que sufren peores sintomatologías y enfermedades terminales. Para ellos se aplica el rigor de la ley, lo cual no es equitativo, ni legal ni justo. Por eso, por otras razones legales y porque Fujimori, no sufre ninguna enfermedad terminal que ponga en riesgo su vida, no debe ser indultado. El país, ha suscrito un convenio con la corte interamericana de los derechos humanos que debe acatar, donde los delitos por violación de los derechos humanos son imprescriptibles. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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