Celendín y el cambio de nombres de sus calles

Celendín, como casi todas las ciudades del país, han sufrido el capricho o la ignorancia de sus autoridades, a la hora de designar el nombre de sus calles, avenidas y parques. Prácticamente todas las calles de este pueblo, están relacionadas con nombres de personalidades históricas o acontecimientos cívicos, de interés nacional. Es decir los sustantivos de la gran mayoría de las ciudades no tienen nada que ver con las raíces y la tradición, de los pueblos como es el caso de Celendín. Inclusive hay personajes históricos que han sido negativos al país, como Miguel Iglesias, de triste recordación, por su falta de patriotismo durante la guerra contra Chile, Nicolás de Piérola, que fue un presidente corrupto y traidor en la triste defensa de Lima, contra los invaores chilenos o Antonio José de Sucre, prócer de la independencia, que cerceno nuestro territorio, para fundar Bolivia, que era el alto Perú. Con esta decisión, Sucre, hizo un grave daño a la integridad territorial del país, con el único afán de halagar al libertador Simón Bolívar, dándole su nombre al alto Perú. Por eso las autoridades y el pueblo de Celendín, tienen el deber y la responsabilidad de valorar y sentirse orgullosos de sus mejores hijas e hijos, a fin de cambiar por sus nombres a muchas calles, avenidas y parques de esta ciudad. Celendín, ha dado al país y al mundo una pléyade de personalidades, que han destacado en los diferentes campos del conocimiento, como son el arte, las letras, la ingeniería, las armas y otras manifestaciones del saber, crear y el hacer. Esta rica veta intelectual y cultural, de la cual Celendín es un pueblo privilegiado, debe ser conocido por todos los habitantes de esta ciudad, para que las generaciones presentes y futuras tengan modelos cercanos a imitar. Es que designar a un prohombre ajeno a estas tierras, no tiene mucha trascendencia en el alma de los celendinos. Simplemente se los acepta sin pensar ni evaluar su importancia para con este pueblo. Entonces la rutina ahoga el arraigo de estos nombres entre los pobladores de Celendín. Quizás en la designación de estos nombres, se ha seguido o imitado, la tendencia de otras ciudades, como Cajamarca o Lima. En muchas ciudades, también se honra sin ningún respeto a la memoria histórica del Perú, a sus conquistadores españoles, lo cual es una gran ofensa a nuestro legado histórico. Pero la decisión cívica de poner los nombres de los mejores hijos e hijas de Celendín, cimentara la identidad celendina y también servirá para aumentar el bagaje humanístico y cultural de todo este pueblo. Por eso, nos parece que ya es oportuno, que las autoridades políticas, edilicias, procedan a reconocer y honrar a sus mejores hijos, perennizándolos, en las vías citadinas de Celendín. Dentro de esta perspectiva, las principales calles deben honrar a los ilustres celendinos, que felizmente hay muchos. Además se tiene que fomentar el conocimiento de estos paisanos, que han vivido, han jugado en la colina de San Isidro, se han bañado en el Dungult o la poza grande, han formado patotas en los carnavales, se han enamorado, han dado serenatas, han caminado por las mismas calles por donde transitan actualmente los celendinos. También muchos de estas personalidades tienen familiares, amigos en nuestro pueblo y han estudiado en sus centros educativos de la ciudad, como ahora lo hacen los jóvenes de Celendín. Es decir por su cercanía son más reales para nosotros que los héroes y figuras de otras latitudes, que parecen figuras excepcionales difíciles de imitar. Esta es la mejor forma de hacer crecer espiritualmente y culturalmente a los pobladores de este bello pueblo, pero especialmente a los jóvenes y niños, porque conocerán de primera mano que muchos de sus paisanos han sobresalido en todos los ámbitos donde han trabajado o han creado sus obras. Pongo como ejemplo algunos nombres de ilustres celendinos y celendinas, para que sirvan de referencia y se hagan los cambios de nombres respectivos. Por ejemplo una calle debería llamarse, Pedro Ortiz Cabanillas, celebre neurólogo de fama internacional, Alfredo Rocha Zegarra, pintor, caricaturista y polifacético artista, Javier Díaz Chávez, brillante ingeniero de minas, innovador de la tecnología actual de explotación minera, Rosendo Chávez Díaz, ingeniero hidráulico que proyecto las principales obras de irrigación del país, Alfonso Peláez Bazán, gran escritor y profesor en Celendín, Dionisio Merino Collantes, general de ejército, célebre por ser el mejor especialista del arma de artillería de nuestras fuerzas armadas, Zulema Cachay Sánchez, poetisa y fundadora del jardín de la infancia de Celendín y creadora de métodos pedagógicos, cuentos para niños de acuerdo con la realidad celendina, Baldomero Villanueva Ortiz, maestro de escuela, catedrático, escritor y propulsor de las urbanizaciones con crédito módico en Trujillo, Malena Peláez Pérez, gran profesora y altruista personalidad que hizo mucha labor social y caritativa en nuestro pueblo, en favor de los más necesitados. Estas personalidades son algunos ejemplos que se han ganado el derecho de ser honrados, por sus paisanos. Además todas estos distinguidos celendinos, no solo han destacado por sus aportes tecnológicos, intelectuales y artísticos, sino porque son ejemplo de honradez y honestidad, valores morales que deben ser revalorados por los habitantes de Celendín y otras ciudades, ahora que pasamos por una grave crisis ética en toda nuestra sociedad. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com