lunes, 24 de octubre de 2016

La labor de los congresistas

Le llamo labor y no trabajo, porque lo que hacen los congresistas no tiene ningún beneficio productivo. No es como el trabajo de los, obreros, empleados y los profesores. Los profesores no solo invierten su tiempo en las aulas sino que además tienen que preparar sus clases, atender a los padres de familia, orientar a sus alumnos, absolver preguntas fuera de clase, preparar exámenes, corregirlos y estudiar para estar al día en sus conocimientos que tienen que impartir a sus alumnos. Este trabajo, solo ateniéndonos a lo que se ve objetivamente, es de por lo menos 40 horas semanales. Los profesores realmente trabajan para hacer posible la formación de toda la población escolar, que luego serán los pilares de todas las actividades económicas del país. En cambio los congresistas, la mayoría de ellos, iletrados, solo ocupan su tiempo, calentando los asientos del pleno o de las comisiones. Su labor es ínfima y se reduce a unas pocas horas a la semana, quizás 14 horas. Muchos de estos congresistas, se dan el lujo de no asistir a cualquier actividad congresal y también se dan el lujo de cobrar. El sueldo de los congresistas es 20 veces el sueldo de un profesor. La mayoría de los congresistas no aportan nada. Tienen para su labor congresal una serie de asesores, bien pagados, que hacen la labor, que deberían hacer ellos mismos. Es decir la redacción de proyectos de leyes u otras iniciativas no sale de su cerebro. Es mas muchos congresistas o sus asesores plagian o copian proyectos de leyes como, lo hace el aprista Elías Rodríguez. Esto es condenable porque es un robo intelectual. Otro grave hecho es que en las sesiones del pleno que deben ser muy aburridas, por intrascendentes o falta de incentivos, los llamados padres de la patria, bostezan, duermen, conversan entre ellos, contestan el celular infinidad de veces, leen revistas, hasta pornográficas y periódicos. Esta actitud es una falta de respeto a toda la ciudadanía. Por eso los llamados plenos son intrascendentes y aburridos. Gran parte de esa falta de motivación de los congresistas durante los plenos se debe a la poca capacidad de la mesa directiva, para motivar a los asistentes a estas reuniones congresales. El debate debería ser constructivo, más racional y con el uso eficiente del tiempo. Asimismo, la presidenta del congreso, tiene como misión, que las sesiones se hagan en forma alturada y de calidad. Esto quiere decir que se debe tender a minimizar los insultos, las puyas y los líos entre los congresistas. Otro punto que corresponde al control es la asistencia de los congresistas a todo tipo de reuniones. Ahora sucede que hay muchos de ellos que casi no asisten al congreso y hasta les pagan. Por eso, creo que los congresistas deben ganar por hora de asistencia. Los que no asisten, no deben cobrar sueldo Ahora se ve que hay múltiples comisiones muchas de ellas sin ningún objeto, ni planeamiento. Muchas de estas comisiones, las crean, para ocupar su tiempo ocioso, que es abundante en este poder del estado y para figurar en los medios. Si hubiera una buena organización, prácticamente los congresistas tendrían su tiempo de labor, copado. Pero esto no sucede en la práctica y por eso, los parlamentarios pueden integrar otras comisiones que se creen en el transcurso de los días. Esta configuración, es otra demostración de la poca carga de labor que tienen. Además cuando se forman las comisiones, por ejemplo, “investigar” los ilícitos del anterior gobierno, se contratan a una gran cantidad de asesores, para que les hagan el trabajo. Es como si un profesor, que acepta mucha carga laboral, contratara a varios de sus colegas para que hagan sus labores. Esto seria, si se diera el caso, muy censurado por toda la ciudadanía, y el profesor del ejemplo seria obligado a renunciar a sus múltiples puestos de enseñanza. Pero esta fiscalización, no sucede cuando se tratan de cargos políticos congresales. Además, se nota que la mayoría de los miembros del congreso, no tienen la preparación académica ni la experiencia para presidir o conformar una de estas comisiones. Un caso muy saltante es la comisión de presupuesto, que está liderada por la fujimorista Cecilia Chacón, que según su hoja de vida, no ha hecho un trabajo relacionado por el tema presupuestal. Muchos políticos congresistas que medran en este poder del estado, escudan su falta de experiencia en temas especializados, como las comisiones de defensa o medio ambiente, con el sambenito, que lo más importante es su aporte político y no el conocimiento específico del tema, que les toca dilucidar. Es que los políticos, con inmunidad y sin obligación de dar cuenta de sus actos a la ciudadanía que los eligió, pueden pasar todos los cinco años que dura su función, solo haciendo declaraciones a la prensa, defendiendo sus intereses o los de sus líderes partidarios. Esto sucedió en el anterior gobierno, donde dos de los cuatro miembros del Apra, usaron casi todo su tiempo en defender a su líder. Nos parece que esta realidad, no es ética y más bien es un abuso de su función congresal. Se conoce en Administración, que cuando una organización está conformada por más de 100 o 130 personas, como es el caso del actual congreso, la burocracia, aumenta exageradamente, igual que la infraestructura, los espacios de oficinas para colocar a todo este personal contratado y la logistica. Esta población está conformada por asesores, secretarias, conserjes y oficinistas. Entonces se puede comprobar que más del 80% de toda esta enmarañada burocracia y su infraestructura no realizan sus tareas eficientemente. Estas labores improductivas, consisten básicamente en, tomar refrigerios, leer periódicos, revistas, llamar por teléfono a sus familiares o amigos, chismear, resolver geniogramas, sudokus o cualquier otra tipo de distracción que nada tiene que ver con las labores del congreso. Si se aplicara una buena gestión, las cosas serían diferentes, porque se reduciría el personal de apoyo, secretarias y de oficinas. De esta forma se podría aprovechar mejor los recursos humanos, financieros y logísticos. Entonces se daría un buen ejemplo a toda la ciudadanía, que actualmente y en su mayoría, tiene un pésimo concepto de este poder del estado. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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