lunes, 12 de septiembre de 2016

Alzheimer y contaminación ambiental

Recientes descubrimientos científicos, han detectado una abundante cantidad de nanoparticulas magnéticas, en el tejido cerebral humano. Estas nanoparticulas magnéticas se encuentran en el aire contaminado de las grandes ciudades como Tokio, Shanghai, Mexico o New York. Desde este medio ambiente contaminado, proceden las nanoparticulas magnéticas que se alojan en el cerebro humano. Este hallazgo se hizo, mediante la toma de muestras a un grupo significativo de participantes, la mayoría de los cuales procedían de las ciudades antes citadas. Las pequeñas partículas de hierro, conocidas como magnetita, son toxicas y hacen pensar que pueden influir en la aparición de la enfermedad mental del Alzheimer. Esta enfermedad cerebral es grave y hasta ahora incurable. Es un mal degenerativo y causa grandes problemas en la memoria, la forma de pensar, el carácter y la manera de comportarse de las personas que adolecen este mal. Hasta hace poco se creía, que el Alzheimer, solo afectaba a las personas que están en la tercera edad de sus vidas, pero la realidad es diferente, porque también la sufren muchas personas relativamente jóvenes. El Alzheimer es la forma más común de demencia que existe y cambia muchas de las actividades intelectuales y es tan grave que interfiere las actividades normales de un individuo. Por ejemplo no pueden recordar la dirección de sus casas, confunden su nombre, olvidan a sus familiares, hacen sus necesidades en cualquier sitio y a veces son muy violentos. La cantidad de enfermos con Alzheimer, aumenta cada día y se cree que en el 2030 sean más de 300 millones de personas en el mundo que estarán sufriendo esta enfermedad, si es que antes no se descubre una droga que lo combata. Los grandes laboratorios de investigaciones neurológicas están haciendo algunos progresos con el objetivo de encontrar un medicamento, que por lo menos detenga o prevenga esta grave enfermedad. El Alzheimer, no solo es un problema de una persona, sino que afecta a todos los miembros de muchos hogares y a toda una sociedad en su conjunto. Es decir es una enfermedad con muchas connotaciones sociales. Por eso es importante encontrar las causas que provocan esta enfermedad. Una de ellas podría ser la contaminación ambiental, provocada por el propio ser humano. En esta época de muchos adelantos tecnológicos, la contaminación ambiental, ya representa una severa restricción para que el progreso humano se efectué en forma acelerada. Muchos científicos creen que la investigación científica, tiene que encontrar una solución real para paliar los efectos de la contaminación ambiental. Es tan acuciante el problema que los investigadores creen que es hora de actuar. Quizás la ciencia no de la solución total de este evento climático, sino que también está relacionado con la economía y la política. Las sociedades humanas requieren de más energía para satisfacer sus necesidades de vivienda, transporte, diversión, trabajo y ocio. Esta demanda de mayor energía demanda un gran consumo de hidrocarburos, que hasta la fecha es la mayor fuente de energía utilizada por el hombre. Pero esta energía es muy contaminante y la causa principal de todos los males ambientales, sociales y ahora también de salud pública. Por eso es importante este estudio sobre la influencia de la contaminación en el cerebro humano. A pesar de que la magnetita se produce normalmente en el cerebro, esta magnetita es de forma ovalada, pero las partículas de magnetita producidas por la contaminación y alojadas en el cerebro, son partículas esféricas y muy abundantes. Por cada partícula normal se encontró 100 partículas esféricas producidas por la contaminación ambiental. Estas partículas esféricas son producidas en las centrales termoeléctricas, que queman hidrocarburos y carbón para producir energía eléctrica y de los gases que emiten toda clase de vehículos automotores dentro del proceso de combustión. Las partículas esféricas contaminantes, frecuentemente están acompañadas por partículas de otros metales tales como el cobalto o el níquel. Estas partículas toxicas, alteran las funciones celulares normales, causando una serie de alteraciones en las funciones celulares normales. Aunque todavía no se ha demostrado plenamente que las partículas de magnetita sean causantes del Alzheimer, muchos estudios previos han encontrado una correlación entre las altas cantidades de estas partículas y el deterioro de las células cerebrales de los pacientes con Alzheimer. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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