viernes, 27 de marzo de 2015

Oleajes y huaicos

Son frecuentes las noticias de anómalos oleajes en muchas partes de la costa peruana, como por ejemplo en Salaverry, Huanchaco y Malabrigo de nuestra región. Este evento causa malestar y temor entre la población y también impide el libre acceso de los pescadores y bañistas a las aguas de nuestro océano. Además hay una gran erosión costera que deja sin arena a muchas playas que de esta forma pierden su atractivo para miles de bañistas que siempre acudían a disfrutar del mar y a broncearse en estas zonas. Muchos creen que estos eventos son consecuencia de la construcción del nuevo puerto de Salaverry, realizada hace más de 40 años. En parte tienen la razón, pues esa obra portuaria fue pesimamente llevada a cabo. Por ejemplo, para reducir los costos de inversión y construir el rompeolas, se cortó gran parte del cerro que cercano a este muelle. Pero las consecuencias de esta alteración geológica, desprotegió el microclima de Salaverry y el rompeolas altero el curso de los oleajes marinos y con esto se malogró las playas de las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco. Es decir que la ejecución de este puerto fue mal llevada y no hubo un planeamiento eficiente que podría haber minimizado las consecuencias que ahora experimentamos en estas zonas costeras. Sin embargo ahora el problema es mucho mayor, porque la inusual alteración del oleaje se debe al cambio climático vigente y producido por acción del ser humano. Acaba de publicarse en Estados Unidos, un estudio donde se confirma que las corrientes marinas de todos los océanos del planeta se ha ralentizado como consecuencia de las alteraciones del clima del planeta. Estas corrientes marinas que son las arterias de los océanos, tendrán otra velocidad que alterara todos los ciclos de las mareas, los oleajes y la regeneración del oxigeno, lo cual es muy grave porque experimentaremos muchos eventos nunca antes vistos. Los oleajes anómalos que se presentan actualmente en nuestras costas, podrían tener relación con la ralentización de las corrientes marinas del Océano Pacifico. Sin embargo casi nadie toma en cuenta las verdaderas causas de estos fenómenos, que se incrementaran en los próximos años. No existe todavía una capacidad de respuesta eficaz para si no resolver por lo menos mitigar estos acontecimientos. Solo nos limitamos a conocerlos a través de todo tipo de medios. Pero lo que se requiere, es que haya una verdadera voluntad política para atacar el foco que provocan estos acontecimientos marinos. Es decir nuestras autoridades están en la obligación moral de dar medidas concretas para mitigar el cambio climático. En este tema se tiene que ser proactivo y no solo esperar a que se produzcan fuertes oleajes, erosiones de las costas y hasta pérdidas humanas para recién intervenir. Es decir actuamos reactivamente lo que es muy peligroso para nuestra seguridad personal, social y de infraestructura. Otro evento que ya esta asomando con fuerza es la lluvia torrencial que cae en todo nuestro territorio. Este fenómeno pluvioso desmesurado, hace que muchos cauces o lechos de rio que están secos recobren grandes caudales de agua, lodo y piedras y bajen de las alturas a la costa arrasando con todo lo que encuentran a su paso. Los especialistas anuncian que estamos en vísperas de un nuevo fenómeno del Niño, que se presentara con mayor fuerza los próximos meses de mayo y junio. Si bien este evento natural es conocido desde hace mas de 20 mil años y nuestros antepasados, supieron luchar denodadamente para neutralizarlo, ahora este fenómeno se repite con mayor frecuencia. Antes el lapso entre dos niños era de 30 años promedio, ahora este periodo ha bajado a 15 años. La disminución del tiempo de ocurrencia de este fenómeno del Niño, esta también relacionado con el cambio climático. Esto quiere decir que debemos estar preparados para minimizar los efectos desastrosos que producen las lluvias torrenciales, los grandes huaicos y corte de todo tipo de suministros y de abastecimientos. Es decir que sufriremos estas calamidades porque no hemos sido capaces de respetar a la Naturaleza, privilegiando nuestro pasajero bienestar pero a un costo muy elevado. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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