La no reelección

Hace poco el Congreso de la República, aprobó una ley para que no haya reelección de presidentes regionales ni alcaldes. Creemos que esta medida es tendenciosa y al parecer, tiene nombre propio, como es la de impedir que líderes regionales con fuerza electoral, puedan reelegirse a pesar de supuestos y creíbles cuestionamientos sobre su calidad moral. Pero esta norma no abarca todo el espectro político que tiene necesariamente que considerar la no reelección de ex presidentes de la república y congresistas. Es decir que la norma deber apuntar a la no reelección de todos los cargos de gobierno que emanen del voto popular. Desde hace más de diez años, sugerimos este tipo de no reelección, porque la llamada clase política está plagada de personas muy cuestionadas, por actos de corrupción y por permanecer muchos años ejerciendo las labores de congresistas. Además se puede comprobar que casi todos estos políticos se han aprovechado del cargo que ostentan sin respetar el mandato de sus electores, que quisieran ver en sus actuaciones una verdadera vocación de servicio. Los llamados políticos, medran en los cargos y si no fuera por esta actividad, no tendrían medios para ganarse la vida. Es que nunca han trabajado en labores profesionales o actividades empresariales. Acceder a un cargo público, sin rendir cuentas a nadie, pero ganando fuertes sumas de dinero de todos nosotros, es la ambición de muchas personas inescrupulosas. Además la generación de políticos vigentes, llevan años en estas actividades y en nuestro país nada ha cambiado para mejor. Es decir su acción en el ámbito político ha sido más que mediocre. Es hora de frenar esta tendencia porque se requieren de nuevas caras en la política nacional que reemplacen a los añosos políticos vigentes. Una de las formas muy efectivas para realizar este recambio es la no reelección a estos cargos públicos. Muchos dirán que si se hace este cambio, las actividades congresales y presidenciales no tendrán una continuidad eficiente. Pero si nos atenemos a los que fueron presidentes del país, en las tres ultimas décadas, ninguno de ellos tenía la preparación suficiente para ejercer este algo cargo. Pero si para ejecutar actos reñidos contra las buenas costumbres. Casi todos estos políticos entraron pobres al poder y salieron muy ricos en el lapso de cinco años. Esto es vox populi y por eso hay una severa crítica de la mayoría de la población a esta forma de aprovechamiento del poder, para su propio beneficio y no para beneficiar a los demás. También en el área económica, en este mismo lapso, los encargados de la Economía han seguido a pie juntillas los dictados de los grandes organismos mundiales tales como el FMI y el Banco Mundial. Es decir no ha existido una voluntad política para dar un enfoque original a todas las medidas económicas tomadas. Solo hemos aprovechado la gran demanda de nuestras materias primas sobretodo los minerales que han tenido altos precios en el mercado mundial. Pero este ciclo ya finalizo y ahora los precios de estos commodities, han bajado y seguirán bajando lo que repercute directamente en el crecimiento de nuestro PBI. Ningún presidente en ejercicio ni los congresistas han tenido el coraje de plantear otras medidas económicas para salir mejor librados de este impase. Además ahora estamos inmersos en una era de calentamiento global inducido por el ser humano que nos afecta directamente. Nadie en el poder o en la oposición habla claro sobre como mitigar este grave evento. Muchas voces autorizadas de especialistas, en todos los países, exhortan a sus gobiernos a tomar claras acciones para frenar este evento porque la opinión pública exige además soluciones debido a la amenaza que se cierne sobre nuestras cabezas el descontrol y las calamidades que acarreara esta situación. El presidente de los EEUU, por ejemplo, haciendo caso a sus científicos y a la opinión pública de su país, ha vetado la construcción del megaoleoducto KeystoneXL, para evitar daños ambientales en su bella pradera. Quizás sea también la resistencia al cambio que está en las mentes de nuestros políticos tradicionales que les impiden evaluar nuevos escenarios en proceso. Esta es otra razón para abogar por la no reelección a todos los cargos públicos que emanen de las urnas. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com