lunes, 21 de mayo de 2012

Psicopatía y poder

La psicopatía, es un trastorno de la personalidad, que al parecer cuenta en su haber a numerosos políticos y personas que ejercen el poder, en todo tipo de organizaciones. Estas personas, se sienten predestinados para ejercer el mando de una entidad pública o privada y por su puesto los destinos de una nación. El perfil psicológico de estas personas, están relacionadas con la predisposición a tener ideas fantasiosas, ataques subitos de ira o celo. Es decir que cuando están en la cúspide del poder, no permiten que otros, le hagan sombra. Esta percepción es casi en la mayoría de los casos, producto de su imaginación desbordada e inseguridad. También son muy agresivos y no sienten ningún remordimiento por sus malos actos. Son insensibles y amorales. Les gusta el alago fácil y tienen un súper ego. Esta condición los hace perder de vista los acontecimientos reales. En la historia hay varios ejemplos de estos seres, tales como Nerón, el cesar romano, que incendio Roma y culpo de este crimen a los cristianos de entonces. También Nerón se creía un gran músico y poeta, superior a Homero. Sus allegados en la corte, tenían que alabar sus mediocres composiciones, para seguir medrando y tener algún poder. Caso emblemático de la distorsión de su personalidad, fue el aprovechamiento que hizo el tribuno Petronio, quien por ser más inteligente y cuerdo que Nerón, manipulaba con halagos a este ser perverso, que causo tanto crimen y sufrimiento a su pueblo. En tiempos recientes, la figura de Adolfo Hitler, resalta con nitidez en este cuadro psicopático. Hitler, era un gran orador y con mucho sentido y conocimiento de los sentimientos del pueblo alemán. Su calidad de líder, lo aplico, para llevar a todo su pueblo a una guerra mundial, donde murieron más de 80 millones de personas y causo la destrucción, desgracia y sufrimiento de muchos pueblos y naciones. Es decir que su falta de realidad, ocasiono una verdadera hecatombe mundial. El genocidio y el exterminio nazi, en campos de concentración, ocasionaron la muerte de de 9 millones de judíos, gitanos y políticos de izquierda. Es que los psicópatas no tienen una escala de valores morales. Mejor dicho son carentes de estos valores y por eso actúan sin freno. Nuestro país, es prodigo, lamentablemente, de este tipo de líderes. Por ejemplo, usar los recursos del estado, saqueando las arcas fiscales, para su propio beneficio, es una muestra de esta psicopatía. Esto se traduce en tener un estado corrupto, donde lo más importante no es el bien común, sino el beneficio personal y de grupo. Para eso los pseudo líderes, se aprovechan de nuestra falta de crítica, de la poca formación política y del miedo a denunciar sus malos manejos. Dentro de esta realidad, nada nos empuja a cuestionar estos actos. Nos hemos acostumbrado y de esto se aprovechan los falsos líderes para realizar sus tropelías. Otras formas de esta conducta antisocial, es mentir y negar lo que se prometió, sobre todo si esto favorece a los estamentos que manejan el poder económico. Vivimos en una sociedad sin principios y sin coherencia. Es decir nos hemos resignado a vivir mediocremente. Muchos políticos de nuestros tiempos, asumen el poder, para satisfacer su ego desmesurado y se olvidan de sus allegados que los ayudaron a triunfar y se rodean de una serie de personas mediocres, pero astutas, para que los asesoren. De esta forma pierden el contacto con el pueblo y creen, que su manejo político es de los mejores. Por esa miopía social, se generan una serie de problemas, que muchas veces terminan mal y causando muertes y desasosiego en muchas localidades. Es que estos líderes con rasgos psicopáticos, no tienen compasión, sino más bien indiferencia hacia el dolor y sufrimiento de su pueblo. Es que los psicópatas, no reconocen fallas en su accionar ni tampoco la necesidad de cambiar sus malas decisiones. Como se complacen en ser admirados y loados, son incapaces de tener amor por los demás. Otro rasgo que los acompaña es creerse que tienen un gran sentido de humor y para esto hacen bromas pesadas, que tienen que ser celebradas por sus admiradores, a pesar que no haya un rasgo pequeño de buen humor. Es decir les gusta humillar a sus semejantes. Sin embargo, su buena labia, los hace ser seductores, manipuladores y con mucha capacidad de hacer amigos fácilmente. Esta locuacidad, les permite salir airosos de cualquier aprieto rápidamente. Esta realidad, es muy seria y sería conveniente que los lideres de todo tipo, se hagan un reconocimiento psiquiátrico previo, para que puedan asumir los altos cargos tanto en la política como en las empresas. Con este atajo y con una mejor postura crítica de todos nosotros, tendríamos personas equilibradas y con empatía social, para que dirijan nuestros destinos. Por Manuel J. Villanueva Escritor

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