sábado, 26 de mayo de 2012

El Perú como negocio

Leyendo el avance de la película “Killing them softly”, protagonizada por Brad Pitt, este actor, como personaje principal de este film, se pregunta si Estados Unidos es un país o un negocio. La cinta está ambientada durante la reciente crisis económica, del 2007, y está considerada por la crítica, como la más honesta realización basada en los acontecimientos financieros y económicos, que hasta la fecha nos afectan, sobre todo a los Estados Unidos, Europa y también algo a China y a nuestra América. Ahora todos coinciden que la crisis que puede asolar a toda la economía mundial, se debe al gran egoísmo, a la ambición sin límites y estafas, de un reducido número de empresas y sus respectivos mandamases, que ganan miles de millones de dólares, a costa del sufrimiento y las angustias de las grandes mayorías. Es que los continuos salvatajes que se han realizado en Estados Unidos, para apoyar a sus bancos, es decir darles liquidez, ha producido un resultado, donde ganan los que más tienen y son los culpables de esta tremenda crisis. Por eso el pueblo norteamericano, que era el país con una mayor población de clase media, del mundo, esta derrumbándose hacia la pobreza, porque son ellos los que están pagando las deudas de los más ricos. Esta reducida pero poderosa clase banquero empresarial, se defiende con el sambenito, que son ellos los que invierten y así crean riqueza y empleo. Pero esto no es verdad. El desempleo se agudiza en los Estados Unidos y en toda Europa. Por ejemplo, España, Grecia, Portugal, Inglaterra, Irlanda e Italia, están cada día peor, hay mucho desempleo y no se ve en el horizonte mediato, una salida a esta crisis. Mas bien, existe la posibilidad que en se generen serios problemas sociales, que pueden derivar en graves inestabilidades políticas y puede ser el inicio de un efecto domino, con la caída de muchos de estos gobiernos. Por eso, en nuestro país, se tiene que fortalecer el mercado interno y cambiar nuestra visión de desarrollo, que se base en la creatividad, innovación, investigación, promoción técnico administrativa de emprendedores y el proceso de todas nuestras materias primas. Esta sería la única forma de evitar un contagio, al que potencialmente estamos expuestos, pues nuestra economía está muy ligada a lo que pase en el exterior. Es decir que, si China ralentiza su economía y compra menos minerales, que es muy probable, nuestra economía sufriría un tremendo impacto negativo. Los defensores de este modelo imperante en nuestra patria, creen que hay que dar cabida a las millonarias inversiones para extraer nuestros recursos naturales, sobretodo, las relacionadas con la minería, a como dé lugar. Es decir que nuestro país, está en venta y a precios muy módicos, lo que configura una verdadera estafa. La mejor forma de hacer inversiones en nuestro país, es respetando el medio ambiente, mitigando los efectos negativos del extractivismo y contemplar seriamente que estamos inmersos en un severo cambio climático, producido por el ser humano. Además, teniendo en cuenta estos parámetros y siendo las inversiones un asunto más técnico que político, estas negociaciones, no se deben hacer a través de la presidencia y de los ministerios sino que se debe crear una entidad nacional, que maneje este rubro. Esta central de inversiones, debe ser un organismo eminentemente técnico, equiparable al Banco Central de Reserva o a la Defensoría del Pueblo. Es decir que sus miembros deben ser de un alto nivel de preparación y con respaldo de su probidad y honestidad personal y profesional. Solo así, podríamos avanzar como un país serio, que sabe asignar sus recursos para que sirvan a todo el país y no seguir siendo un país que esta venta , al mejor postor o impostor. Por Manuel J. Villanueva Ingeniero Consultor

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