miércoles, 7 de abril de 2010

Silencio en las calles

Trujillo, se ha convertido en la actualidad en un verdadero carnaval de ruidos molestos. Es decir que además de la contaminación del aire que respiramos que es consecuencia de la combustión de los motores vehiculares, también sufrimos una contaminación sonora, provocada, por el uso innecesario de todo tipo de bocinas de los diferentes vehículos que ruedan por las calles trujillanas. Esta agresión sonora, que también está relacionada con los ruidos provenientes de los escapes de taxis, moto taxis, motocicletas, camiones y carros particulares, no lo para nadie. A pesar que existen ordenanzas municipales que prohíben el uso de bocinas y la exposición abusiva de los escapes de los diferentes tipos de vehículos, para detener las emisiones de ruidos molestos, nadie cumple estas normas. De seguir esta tendencia, pronto Trujillo se convertirá en una ciudad poblada de sordos, porque la exposición a los ruidos molestos en forma permanente, es una de las causas principales de la sordera, a temprana edad. Creemos que la gran mayoría de conductores, cuando están manejando sus vehículos, sufren una transformación y se convierten en seres prepotentes y dueños de las calles, donde a su parecer, les está permitido todo tipo de inconductas tales como tocar exageradamente los cláxones o acelerar sus carros, para agilizar su recorrido, pero sin pensar que con este tipo de actitudes, están vulnerando los derechos a la tranquilidad de los demás, que son la mayoría de personas, preferentemente peatones. También hay que tener presente que la Organización Mundial de la Salud, considera a los ruidos molestos como una de las más graves contaminaciones a la que están sometidas los seres humanos porque afecta, su salud mental y física. Creemos que las autoridades respectivas que son responsables de velar porque los ruidos molestos se eliminen, están en la obligación de actuar con medidas efectivas. Estas medidas tienen que contemplar la prohibición de usar los diferentes tipos de bocinas de todos los vehículos del parque automotor trujillano. Además, se tiene que prohibir que los diferentes vehículos rueden con el tubo de escape abierto y que los conductores, escuchen sus equipos de sonido con estridencia. Otro punto a contemplar es la eliminación del aviso para retroceder, cuando no hay ningún vehículo o persona en el área de retroceso. Este adminiculo, no ha sido diseñado para trabajar en realidades como las de Trujillo. Esperamos que la campaña para desterrar de nuestra ciudad, los ruidos molestos se haga en el más breve plazo. La puesta en marcha de esta campaña también debe contemplar la difusión masiva sobre la importancia de vivir en una ciudad sin ruidos molestos que está directamente relacionada con la prohibición del uso desaforado de las bocinas, los escapes y los equipos de sonidos de los vehículos que ruedan por las calles trujillanas. Esta empresa que debe comprometer a todas las autoridades, debe también contemplar la concientización de las personas que manejan cualquier tipo de vehículos automotores. Así Trujillo, se puede convertir en una ciudad silenciosa, cuyos efectos serán elevar la calidad de vida de todos sus habitantes y también puede servir de ejemplo a otras ciudades del país, donde todavía reina el imperio de los ruidos molestos. Queremos silencio en las calles de esta bella ciudad.
Por Manuel J. Villanueva

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