sábado, 9 de enero de 2010

Vida artificial de la economía mundial

Con los recientes anuncios del aumento del desempleo en Estados Unidos, en el año 2009, la mayoría de expertos económicos, que eran optimistas sobre la recuperación de la economía mundial, han tenido que cambiar de opinión sobre este tema. Pero desde el lado más realista, prestigiosos economistas tales como George Soros y el premio nobel de economía Joseph Stiglitz, afirman que la crisis económica que se inicio en el 2008, fue provocada por verdaderas fallas estructurales de los economías occidentales, empezando por Estados Unidos, que no han sido realmente corregidas.
Por eso la economía mundial subsiste gracias a una verdadera vida artificial, que se basa en la intervención de los gobiernos de los países ricos, con medidas tales como: los billonarios rescates de bancos y financieras, insuflando grandes cantidades de liquidez al sistema económico, decretando tasas de interés muy bajas, dando enormes estímulos fiscales y un masivo aumento del gasto publico. Estas medidas, que son a todas luces coyunturales no puedes ser mantenida por largo tiempo. Es decir que esta situación es una alternativa cortoplacista y cuya duración puede durar hasta el presente año. Sin embargo los grandes bancos e instituciones financieras, no hay cambiado su estrategia de hacer sus transacciones administrativas, comerciales y de negocios. Siguen haciendo la misma rutina, como si nada hubiera pasado, salvo que han aceptado a regañadientes una mayor regulación de sus actividades. Porque mantener esta visión, que es una clara resistencia al cambio, puede provocar que nuevamente todo el sistema económico global se vea envuelto en una peor crisis, sin precedentes en los anales de la historia económica mundial. Esto se podría evitar si en la actual etapa de recuperación los líderes de las grandes entidades bancarias y financieras mundiales se dedicaran a efectuar cambios en toda la arquitectura financiera mundial, privilegiando la transparencia, frenando la desmedida ambición de sus ejecutivos y desterrando el engaño a sus clientes, como ha ocurrido hasta ahora. No hay que olvidar, que estas malas prácticas comerciales y financieras, han apuntalado la presente crisis. Es decir que estas entidades han realizado acciones dolosas, mediante las cuales, muchos bancos embaucaron a cientos de miles de sus clientes y prácticamente los obligaron a endeudarse, con créditos baratos, en la modalidad de hipotecas, para comprar bienes raíces y alentando el consumismo a través de las tarjetas de crédito. Todo resulto un fiasco, pues los consumidores no pudieron pagar sus deudas. Por eso es necesario cambiar esta visión, donde se privilegie la transparencia, se frene la ambición, el egoísmo y se sincere la información a los usuarios. De esta forma, el sistema económico pueda marchar con seguridad y sin peligros potenciales que hagan pensar en una nueva crisis.
Dentro de este panorama económico, que se manifiesta más con incertidumbre que con buenos augurios, los países en desarrollo, entre los cuales está el Perú, deberían cambiar de estrategia en sus políticas comerciales y económicas, en el 2010. Es decir que nuestras economías deben depender menos de las exportaciones, a los países ricos, sobretodo de materias primas, para así anticiparse a una posible desaceleración de estas economías.
Es decir mientras el enfermo no salga de la sala de cuidados intensivos y con vida artificial, como es el caso de la situación económica mundial, no se puede hacer verdaderos pronósticos sobre una verdadera recuperación económica.
Por Manuel J. Villanueva

No hay comentarios: