sábado, 9 de enero de 2010

El cambio climático

Después de los ineficaces acuerdos de la última conferencia sobre cambio climático efectuada en Copenhague, donde se impusieron los criterios y voluntades interesadas de los países ricos, poco se puede esperar de un real cambio político que apunte a paliar los efectos de este fenómeno producido principalmente por Estados Unidos, China y los países europeos. En nuestro país, ya se sienten los efectos de este fenómeno. Por ejemplo, las inusuales lluvias de los últimos días en Lima o el cambiante clima de Trujillo, pueden ser un indicio de que el cambio climático toca nuestras puertas. En otras latitudes, hay también formas anormales en el comportamiento climático, sobretodo en el hemisferio norte, donde oleadas de intenso frio sacuden a los países europeos, asiáticos y a Norteamérica. Esta ola de frio que aparentemente seria una contradicción al calentamiento global, es según los expertos una señal de que la naturaleza, no responde como antes al cambio de estaciones. Es decir que nuestra huella, basada en la explotación sin límites de los recursos naturales, el consumismo y el despilfarro en el uso de combustibles fósiles, han deteriorado el medio ambiente. Todo este lamentable panorama, que nos afecta a todos, no tiene una respuesta ágil y racional de parte de los que tienen el poder de cambiar o atenuar el calentamiento de la tierra. Nos referimos a los gobernantes, que solo les interesa, los réditos políticos del corto plazo, dejando de lado un real problema. Esto sucede con otros graves males que afronta la humanidad, como la situación de extrema pobreza de miles de millones de seres humanos. Si los países ricos, ofrecieran, como ayuda, el 1% de la suma que dedican a sus gastos militares, la pobreza en el mundo desaparecería. Pero el cambio climático, es un problema aun más grave que la pobreza, pues tiene que ver con la supervivencia de todos los seres vivos, incluido los humanos en este bello planeta azul. Recientemente hemos firmado un TLC con Estados Unidos y estamos ad portas para firmar otro con la China. Según muchos expertos, incluidos Michael Porter, estos tratados son asimétricos. Es decir que las mayores ventajas comerciales y económicas serán para Estados Unidos y China. Pero, lo más acuciante es que indirectamente nuestras materias primas, servirán, para alimentar las usinas industriales cuya producción, contribuirá a deteriorar y a contaminar aun más a nuestro planeta. De lo que se trata a fin de cuentas es de propiciar un enfoque cualitativamente distinto en las formas de consumo, producción y comercio global, teniendo en cuenta la supervivencia de nuestra especie. Es decir se tienen que tomar acuerdos muy claros y políticamente implementados, a nivel mundial, para frenar estas anormalidades en el clima de la tierra.
Por Manuel J. Villanueva

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