miércoles, 10 de enero de 2018

El costo de los desastres naturales

Abusar de la Naturaleza, no es un buen negocio en ningún país en cualquier época, menos actualmente, porque hay un gran pasivo que saldar, como consecuencia de los lamentables y catastróficos sucesos ambientales, por su mayor impacto que es producto del abusivo deterioro del medio ambiente por causa humana. Si bien los fenómenos como el intenso frio de invierno o el agobiante calor, son conocidos en los países como Estados Unidos, Europa, Asia y Oceanía, lo que llama la atención ahora es su anómala intensificación, como nunca antes experimentada. Fríos extremos en los Estados Unidos, donde la temperatura desciende a -40° y los ríos, lagos y gran parte del océano Atlántico están helados, caída de nieve en la tropical Florida, son acontecimientos fuera de toda previsión, a pesar que estas regiones se encuentran en invierno. También Europa, sufre de un crudo invierno a tal punto que muchas actividades productivas y logísticas han colapsado. Pero por su gran intensidad es un evento climático que es inusual en estos tiempos de invierno boreal. Otro evento anormal es la nevada que ha caído en el desierto del Sahara. Esta es la tercera nevada que se registra en el gran desierto en 50 años, pero la actual cubre mayores extensiones de este desierto africano. Tambien el intenso calor que experimenta Australia, con temperaturas de 47°, provocan el derretimiento del asfalto de las pistas y carreteras que es impresionante. Tanto es el calor imperante en este país, que muchas personas se meten literalmente a sus neveras y refrigeradores para mitigar este averno calórico. Todos estos inusuales sucesos se deben al calentamiento global en vigencia. Pero todavía algunas personas con poder como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y algunos de sus asesores niegan que el mundo haya entrado de lleno a una era de calentamiento provocada por la forma de vida en los países ricos y explotación de los recursos naturales sin freno ni medida. Esto tiene un alto costo para las economías de estos países, porque en Estados Unidos, se han cancelado cientos de vuelos por las condiciones climáticas y se tienen que tomar medidas de emergencia para normalizar la vida y las actividades de la gente que está paralizada por esta intensa ola de frio polar. De acuerdo a estos fenómenos, se pronostica que en los próximos años, el intenso frio y el agobiando calor, serán más severos, con lo que se pondría en peligro la existencia de los seres vivos, especialmente la humana. Todos estos percances tienen un costo que se puede calcular. Por ejemplo durante el 2017, Estados Unidos sufrió una serie de catástrofes consecuencia de los huracanes Harvey, Irma y María de grandes proporciones que asolaron los estados de Texas, Lousiana, Florida y Puerto Rico, dejando a cientos de miles de personas sin techo y sin sustento alimenticio y auxilio médico. Estos desastres han costado la enorme suma de 350 mil millones de dólares. Es decir 35% de un millón de millones de dólares. Si la intensidad y la frecuencia de tormentas, sequias, huracanes, nevadas y olas calóricas, sobre lo normal, se producen con mayor frecuencia, entonces el costo será de más de tres billones matemático de dólares. Esta gran suma representa casi el 20% del PBI de los Estados Unidos del 2017. En nuestro país, también hemos experimentado una serie de catástrofes ocurridas como consecuencia del llamado Niño Costero del año pasado. Esta calamidad asolo todo el norte del Perú y Lima, dejando a su paso muerte, desolación y mucha destrucción de infraestructura, viviendas y otros activos. Según cálculos el monto de esta tragedia, sería mayor a 3 mil millones de dólares, que es el 2.5% respecto del PBI del año pasado. Nuestro país, como el resto de las naciones del mundo, está en peligro de enfrentar en los próximos años una serie de calamidades climáticas, como son la sequía de nuestras tierras agrícolas, inundaciones, huaycos, lluvias intensas, friajes anómalos y olas de calor de gran intensidad. Todos estos fenómenos también incidirán negativamente en nuestro crecimiento económico y social. Ahora estamos viendo que la tarea de la reconstrucción en el norte del país, está casi paralizada. Hay cientos de miles de personas que no tienen la asistencia requerida para aliviar su desamparo. Esta labor que debe ser una prioridad para el gobierno, encuentra una serie de vallas que no se pueden evitar. Por eso se requiere, hacer una gestión eficiente para que las tareas de la reconstrucción se hagan en el menor tiempo posible pero respetando las normas de control en la ejecución del gasto, para evitar los casi endémicos actos de corrupción. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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