miércoles, 15 de abril de 2015

Inversiones y medio ambiente

Uno de los pilares del crecimiento económico de una región o país, son las inversiones, porque a través de ellas se genera riqueza y mayores fuentes de trabajo. Esta aseveración que más parece una muletilla, porque casi todos lo aceptan y proclaman sin pensar, tiene ahora grandes limitaciones, relacionados con el medio ambiente. Es decir que desde ahora se tiene que considerar este parámetro medioambiental, en toda evaluación de una gran inversión, relacionada con las áreas de la minería o extracción de hidrocarburos. Es que los tiempos han cambiado radicalmente, donde solo el aspecto de rentabilidad económica era lo que definía la viabilidad de un proyecto. Estos grandes emprendimientos extractivistas, afectan directamente el medioambiente de las zonas donde se ubican estos proyectos. Pero este nuevo enfoque obedece a que estamos experimentando un evento de cambio climático provocado por el extractivismo depredador y el consumismo irracional del ser humano. En todos los países, como EEUU o Inglaterra aceptan este evento climático en forma abierta. Tanto sus gobiernos y políticos tienen en cuenta el factor ambiental a la hora de tomar decisiones sobre las grandes inversiones que demandan los proyectos mineros o de hidrocarburos. Inclusive muchos órganos periodísticos, toman partido por la defensa del medio ambiente. Es que la contaminación ambiental, es un grave riesgo para nuestra sobrevivencia y nuestra salud. En Inglaterra, se calcula, que la contaminación ambiental mata más de 30 mil personas al año y otros miles sufren una serie de dolencias por esta misma causa. El cáncer, las enfermedades alérgicas, enfermedades cardiovasculares y mentales, son en gran parte consecuencia del deterioro ambiental. Esto mismo debe pasar en nuestro país, pero no existen estudios serios que lo confirmen. Solo se pueden hacer extrapolaciones teniendo como base lo que pasa en Inglaterra y otros países adelantados, en este acuciante tema. A pesar de estas certidumbres, los grandes intereses económicos en juego, tratan por todos los medios de desinformar a la población sobre estos daños ecológicos y de salud pública. Existen muchas evidencias de la manipulación que estos grupos económicos hacen para evitar mayores protestas y así asegurar sus inversiones. En nuestro país, los grupos mineros, tratan de desprestigiar a los que se oponen a muchos proyectos de esta actividad, motejándolos como “antimineros”. Pero esto repercute e influencia entre las personas que no tienen una real información sobre los parámetros contaminantes que ocasionan estos emprendimientos. Además la actividad minera, por ejemplo, en los proyectos de Conga, en Cajamarca y Tía María, en Majes, Arequipa, traería consigo el cambio radical del modo de vida de sus poblaciones y la pérdida de sus sembríos y su tranquilidad hogareña. Esto sin tener en cuenta el factor ecológico que se trata de soslayar en forma muy evidente. Si se tuviera presente en las evaluaciones económicas el factor medioambiental muchos proyectos serian inviables, porque más seria el daño que el beneficio para las comunidades, la región y el país. Se puede hacer grandes inversiones extractivistas, en otras zonas que no impacten tan negativamente al medio ambiente ni a la calidad de vida de sus pobladores. Además, los famosos diálogos entre el gobierno y los pobladores, es un remedo de negociación, porque, la misión de los altos funcionarios del gobierno no es llegar a acuerdos con los potenciales afectados sino de imponer por todos los medios las exigencias, que hacen las empresas mineras a traves de los voceros del gobierno. Este pseudo dialogo, no es equitativo ni democrático. Creemos que a nadie de Trujillo u otra ciudad, le gustaría que se le cambie su modo de vida hogareña, con la construcción permanente de un gran hueco en las cercanías de sus casas. La construcción de este hueco produciría, ruido, polvo, microsismos, contaminación del agua, el aire y los suelos. Es decir los habitantes de Trujillo o de otras ciudades, saldrían a protestar para impedir que se haga frente a sus casas este tipo de inversiones. Que esta realidad nos sirva para dejar nuestro modelo de crecimiento basado en la producción de materias primas como son los minerales por otro que contemple el desarrollo de otro tipo de actividades que insuman más mano de obra calificada y que le den mayor valor agregado a nuestras materias primas. El modelo primario exportador ya está en declive, porque los precios de nuestros minerales han perdido su valor en el mercado mundial. Además este modelo extractivista nos hace muy dependientes de los grandes países, como China, que paga el precio que le conviene sin que nosotros podamos hacer algo para evitarlo. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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