martes, 28 de abril de 2015

Crimen organizado y política

Los constantes escándalos que escuchamos, diariamente, relacionados entre el crimen organizado y la política, son muy graves, porque si sigue esta tendencia, podríamos convertirnos en un narco estado. Es decir la infiltración de delincuentes en la política no solo puede destruir a los partidos o agrupaciones políticas sino al mismo estado a traves de la infiltración en todas sus estratégicas instituciones. Por eso es muy grave, el reciente caso de Gerald Oropeza, ligado hasta hace poco al partido aprista, lo que confirmaría la infestación de agrupaciones políticas por el crimen organizado. Para abundar más en esta especie de copamiento, la familia de Oropeza, ha estado muy ligada al partido liderado por García, porque su padre fue dirigente aprista cercano a su cúpula partidaria. También Gerald Oropeza fue candidato, por al Apra, a la Municipalidad de San Juan de Lurigancho y su madre, fue candidata al Congreso en el 2011 por el partido de la estrella. En ambos casos este clan tuvo que desembolsar fuertes sumas de dinero para sostener sus campañas electorales. Las inversiones, que se hacen para solventar cualquier tipo de campañas electorales, se realizan con la finalidad de conseguir posteriormente una serie de ventajas políticas, económicas y de influencia en otras entidades del estado como son el Poder Judicial, la Fiscalía de la Nación y la policía. Esto es muy grave porque demuestra, los tentáculos del crimen organizado en la política del país. Esta turbia actividad necesita, para realizar sus actividades delictivas, apoyo político el cual es conseguido a través del financiamiento de campañas políticas o propiciando a sus propios candidatos a todo nivel. En este aspecto hay muchas denuncias sobre la relación que existiría entre muchos congresistas actuales y el crimen organizado. Sin embargo estas denuncias no han prosperado para saber a cabalidad si son ciertas. Por eso no solo es necesario expulsar a militantes o dirigentes de un partido, que hayan caído en las garras del crimen sino ejercer una verdadera actividad de control y vigilancia que comprenda a los dirigentes de un partido y a sus principales aportantes. Además se debe realizar un efectivo control de los orígenes del dinero que se van a utilizar en las campañas electorales para elegir presidente de la república y a los 130 congresistas. Es decir el control no solo se debe enfocar en las hojas de vida, sino también en las fuentes financieras que usaran las personas, que postularan al Congreso y a l presidencia de la república, para saber si sus fondos son legales o no. De esta forma se minimizaría la filtración de dinero mal habido. Pero volviendo al escándalo, Oropeza, veremos que son graves las revelaciones relacionadas con los contratos millonarios que Gerald Oropeza ha efectuado con muchas entidades estatales tales como la Fiscalía de la Nación, la Contraloría General de la República, Serpost y otras entidades del estado, a través de su empresa Sergerosac, para realizar labores de limpieza en las entidades citadas. Si bien este negocio de limpieza se inicio en tiempos del gobierno de Alejandro Toledo, su máximo crecimiento se dio en el segundo gobierno de Alan García. Pero al parecer, esta empresa era solo una fachada para encubrir sus grandes negocios relacionados con al narcotráfico. Según informaciones periodísticas, los ingresos de Oropeza por gestionar su empresa de limpieza era de 12 mil soles mensuales, pero sus egresos mensuales ascenderían a 500 mil soles, lo cual demuestra un gran desbalance entre sus lícitos ingresos y sus egresos reales. Este gran diferencia, comprobaría aun más, que tenía otro tipo de entradas, no declarados legalmente. Todo apunta a su involucramiento en actividades del crimen organizado porque antes que le destruyeron el carro de lujo Porsche, en una intervención policial fue encontrada en la guantera de este vehículo documentación relacionada con el movimiento de barcos que arriban y salen del puerto del Callao y los horarios de estos movimientos. Es decir documentación, que solo la pueden manejar personas que trabajan en labores de comercio exterior y no en un sujeto que administraba una empresa de limpieza. En este escándalo también se ve involucrado Facundo Chinguel, que ahora está preso por el caso de los narcoindultos, ex gerente de Serpost y que ha sido abogado y socio de Gerald Oropeza. Es decir todo un megaescandalo, que afecta directamente a un partido político. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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