jueves, 9 de enero de 2014

El Niño Dios de Pumarume y Trujillo

El 14 de Enero se celebra en Celendín, la fiesta central del Niño Dios de Pumarume, cuyo santuario principal, ubicado este caserío, es muy visitado por miles de fieles de esta milagrosa imagen todo el año, pero especialmente en estas fechas de Enero. Pumarume, está situado en una suave colina, con chacras típicas de esta zona de la sierra. En sus senderos se pueden encontrar pequeños bosques de eucaliptos, sauces, zarzamoras y chilcas. De las zarzamoras se pueden arrancar ricos racimos de moras que hacen las delicias de los trotamundos. También de vez en cuando se pueden encontrar unos puquios de agua fresca y pura que hacen las delicias de los andarines que caminan por esos parajes. Mucho hemos escrito sobre el origen de esta milagrosa imagen que a todas luces tiene relación con el Niño Jesús de Praga. La imagen representa a un niño rubio de unos 4 años de edad y por eso es muy inquieto. Según la tradición este niño, frecuentemente se despoja de su categoría divina y se transforma en un infante shilico con la finalidad de poder salir de su iglesia para ir a jugar chanos, canicas, zir zir y trompos con los otros niños celendinos de su edad. Muchas personas cuentan haber visto al Niño de Pumarume, vistiendo su pantaloncito de bayeta, sus llanques, poncho y luciendo un bello sombrerito de paja toquilla, que es el producto bandera de las laboriosas manos de las mujeres y hombres de Celendín. Pero el culto y la devoción no solo se circunscriben a Celendín sino que también se ha esparcido por muchos lugares del país y del extranjero. Sin embargo en Trujillo, los celendinos que conforman la ACRET, han institucionalizado la devoción y el culto al Niño Dios de Pumarume y por eso han organizado desde hace casi 10 años festividades anuales, en esta ciudad y en los mismos días en que lo hacen en Pumarume. Para que se lleve a cabo debidamente esta intención de fe, la Asociación Celendina, cuenta en su local con un pequeño Oratorio, donde está la imagen del Niño Dios de Pumarume pero también de la Virgen del Carmen, Patrona de Celendín. Esta forma objetiva de tener una réplica del Niño Dios, permite a los celendinos residentes en esta ciudad, rendirle culto anualmente. Ahora no solo la devoción se limita a los celendinos y sus descendientes que moran en esta ciudad sino que se ha extendido a muchos niños pertenecientes a familias trujillanas y de otras latitudes, que acuden por estos días a Trujillo con el exclusivo afán de rendirle culto y tributarle su fe al Niño Dios de Pumarume. La imagen del Niño que está en Trujillo, si bien no es una réplica fiel a la original, llena todos los requisitos para que se lo venere y se le rinda culto. Muchos devotos trujillanos manifiestan que este Niño Dios de Pumarume, les he concedido la gracia de hacerles una serie de milagros y sanaciones. Por eso hay cada año mayor cantidad de fieles que acuden al local de la ACRET para seguir con las festividades religiosas. Este año la organización de la Festividad del Niño Dios de Pumarume, corre a cargo del Comité Sectorial “Marcelino Díaz Zamora” en estrecha coordinación con el Comité Directivo de la ACRET. El Programa se iniciara el jueves 9 de Enero a las 4 de la tarde y culminara el 19 del mismo mes. La celebraciones religiosas consisten en 9 días de novena, que estarán a cargo de familias y comités que integran la ACRET. Cada día de novena comprende el rezo del Rosario y la Novena al Niño Dios de Pumarume, luego habrá un ágape orientado principalmente a los niños, luego de terminadas las novenas, el sabado18 se celebrara una Fiesta Infantil, donde el cumplimentado es el Niño Dios de Pumarume. Esta fiesta es parecida a las fiestas de cumpleaños de un niño de 4 años pero con un ingrediente adicional que es crear el hábito de la fe en los niños de esta localidad. En este tiempo de crisis de valores y mala educación, actos de este tipo, que son enfocados a los niños, se vuelven muy importantes, porque se trata de retomar el camino de los valores morales a través de la fe. Según Erich Fromm, el hombre que solo satisface sus necesidades materiales pero deja de lado los valores morales y la formación intelectual es un candidato a sufrir una dolencia mental grave. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blospot.com

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