Estragos del cambio climático

A pesar de las múltiples advertencias sobre las catástrofes que acarreara el cambio climático vigente a causa del consumismo humano, no vemos una reacción política de parte de los que tienen la responsabilidad de gobierno. Hace poco hubo un mega tifón en Filipinas, el Haiyan, que dejo un saldo de más de 10 mil víctimas y una cuantiosa perdida de infraestructura y viviendas en esa zona. Actualmente dando inicio al presente año, Estados Unidos y Canadá, han experimentado una gran baja de temperatura, que es algo inusual en esta época de invierno. La sensación de frio ha llegado a los -50ºC. Es decir un frio siberiano. Este descenso de la temperatura obligo a paralizar una serie de ser vicios en el centro y este de estos países. Se cancelaron centenares de vuelos, la población afectada que suma casi 200 millones de personas no pudo salir de sus casas y las escuelas de todo nivel cerraron sus puertas hasta que la temperatura suba un poco. El descenso de la temperatura fue tan notorio que hasta las famosas cataratas del Niágara, se helaron. Las pérdidas humanas felizmente han sido muy reducidas pero no las pérdidas materiales que suman más de 100 mil millones de dólares. En Rusia, sucede algo contrario en su zona intermedia, donde en vez de bajar la temperatura, porque están en invierno, los termómetros marcan +11ºC. En nuestro país, Lima, por ha sufrido una verdadera lluvia en estos días, que no es propio del clima de esta ciudad en mucho tiempo. Todos estos eventos anormales del clima se los relacionan con el cambio climático. Además este evento provoca el deshielo de las grandes estructuras níveas en los continentes blancos como son el Ártico y el Antártico. Este cambio drástico, provocara la subida de los mares de todo el mundo y con toda seguridad provocara inundaciones en muchas zonas costeras y el hundimiento bajo las aguas de muchas islas de todos los continentes. Sin embargo los estrategas militares de EEUU, quieren aprovechar el deshielo del Ártico, que creara un nuevo mar, para sus fines estratégicos y para mejorar las vías de navegación entre América del Norte y Europa. Todo estaría bien si no hubiera una serie de graves problemas que causara este cambio en la zona norte del globo. Parece que los norteamericanos, no piensan en su propia supervivencia. Esto es una demostración de la falta de racionalidad que rige la política mundial. A pesar que los gobiernos de los grandes países conocen del proceso actual del cambio climático, sus servicios diplomáticos y sus voceros políticos tratan de desinformar a sus pueblos y también a toda la opinión pública mundial. Existen denuncias muy graves sobre este afán de ocultar la verdad por parte del gobierno de los EEUU. Para confirmar este aserto se publicaron una serie de wikileaks, donde se puede corroborar las instrucciones dadas por el gobierno norteamericano a sus embajadas de todo el mundo para que nieguen que estamos inmersos en un evento climático producido por la acción del hombre. Esta política del avestruz nos puede llevar a un verdadero cataclismo climático. Se pronostica que sucederán con mayor frecuencia e intensidad, bajas temperaturas, inundaciones, altas temperaturas, deshielos, sequias, extinciones masivas de especies, plagas, epidemias y otros males solo comparables con las tristemente famosas plagas de Egipto, que están muy bien narradas en la Biblia. Por lo menos en esos tiempos los gobernantes egipcios, los faraones, tomaron medidas de previsión en tiempos de bonanza para evitar que su pueblo perezca de hambre y sed. Estas plagas no fueron producidas por actos humanos como sucede actualmente. A pesar de contar con toda la información sobre este evento climático, que está al alcance de todos y con las grandes capacidades científicas y tecnológicas, los gobiernos no encaran con realismo, responsabilidad y liderazgo estas plagas modernas producidas por nuestra excesiva ambición e irracionalidad. Saldría más económico para los países cuidar el medio ambiente, porque solo las pérdidas materiales por estas anormalidades climáticas son muy cuantiosas. Todavía estamos a tiempo para mitigar las secuelas del cambio climático. Esto depende directamente de nuestros gobiernos, políticos, empresarios y de todas las entidades y personas que con sus actividades modifican aceleradamente el entorno natural para sus propios fines. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com