sábado, 8 de diciembre de 2012

El sueño chino de Xi Jinping

Muchos conocíamos el sueño americano, que significa la igualdad de oportunidades para que cualquier persona en forma individual y con determinación, consiga lo que quiere en el gran país del norte. Es en los primeros años del siglo XX, donde millones de inmigrantes de Europa, consiguieron hacer realidad este sueño. Pero esta meta no ha sido alcanzada por millones de extranjeros que han llegado a suelo norteamericano en los últimos años. Solo han encontrado trabajo precario, discriminación y pocas oportunidades para cumplir sus respectivos sueños, salvo el de consumir 5 barriles de petróleo al año, comprar muchas cosas inservibles y engordar hasta el límite de que la obesidad es uno de los más graves males que afecta a todos los estadounidenses. Todas estas cotas de consumo son realmente exageradas e insostenibles en el tiempo, porque afectan directamente al medio ambiente y a la salud pública. Pero en las últimas elecciones del PC de China, donde se eligió a Xi Jinping, como el próximo presidente chino por espacio de 10 años, este timonel, ha lanzado el eslogan del “sueño chino”, para dar así un verdadero salto cualitativo que mejore el derrotero que ha seguido desde 1979 esta segunda potencia económica a nivel mundial. Con la disciplina y orden que caracteriza a la cultura china, cientos de miles de sus habitantes, están enriqueciendo este llamado, para que se haga una verdadera transformación, con la participación de un significativo número de sus habitantes. El sueño chino, al contrario del famoso sueño americano, basado en el esfuerzo individual, es un esfuerzo social para desterrar de China, la corrupción que campea en casi todos los estratos del aparato administrativo regido por el partido comunista, mitigar la contaminación ambiental y mejorar las condiciones de vida de más de 1000 millones de chinos que todavía no salen del umbral de la pobreza. Además los expertos chinos que interpretan este mensaje, explican, que todo el cambio que sufrirá su país, en la próxima década, es pacífico y no involucra ninguna conquista territorial ni ocupación de algún país extranjero. Esta afirmación, es una clara crítica a la conducta seguida por otras potencias mundiales, especialmente Estados Unidos. También argumentan que el crecimiento económico chino, que es con largueza la gran usina mundial, porque produce la mayor parte de los productos que se usan en todo el mundo, no debe preocupar a nadie, por la trayectoria pacifista de la política exterior china. Mas bien, la gran transformación, tiene que ver con un cambio de conducta moral de las personas, que actúan o actuaran en el gigantesco aparato estatal y productivo chino. Otro problema, que se ha tocado es el que respecta a la contaminación ambiental. China ha crecido mucho, pero a un costo muy elevado de contaminación ambiental. En muchas regiones de este país, se ha producido verdaderos ecocidios y por eso existe un gran malestar en muchas capas de su población. La fiebre inmobiliara de las grandes ciudades, tales como Beijing o Shanghai, se hacen en detrimento de las areas de cultivo aledañas a ellas. Los desplazamientos forzados de millones de habitantes, causa un gran malestar social. Por eso, la nueva dirigencia china, está tratando de resolver el crecimiento económico con un respeto a los entornos naturales y al campo de cultivo chino. Otro problema a resolver, es mitigar las emanaciones de gases que provocan el efecto invernadero, de las grandes centrales termoeléctricas a carbón. Es decir en esta próxima década donde Xi Jinping, será el líder de la potencia oriental por 10 años, habrán muchos cambios que transformaran cualitativamente la forma de desarrollo del dragón rojo y esto afectara de todas maneras a todos los países del mundo. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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