miércoles, 28 de noviembre de 2012

Nuestro desarrollo apoyado en las PYMES

El llamado segundo milagro alemán, en vigencia, tiene como pilares fundamentales, las pequeñas y medianas empresas, casi todas familiares, que dan empleo y generan excedentes, mejor que las grandes empresas de ese país. Este tipo de empresas o “Mittelstand” tiene por fundamento el desarrollo industrial de una serie de productos, pertenecientes casi todos a lo que se denomina la segunda revolución industrial. Es decir producen maquinas herramientas, equipos de imprenta, muebles, autopartes, equipos de precisión, equipos ópticos, etc. La palabra mittelstand se compone de dos vocablos: mittel, medio o centro y stand, estado o nivel. Estas empresas tienen de 30 a 500 personas trabajando en sus talleres y lo único que han asimilado de la tecnología actual es el uso intensivo de Internet, para poder mantener la comunicación con sus proveedores y clientes en todo el mundo. Tal es su importancia en la economía alemana, que un 60% de la población activa germana, pertenece a este tipo de organizaciones. Los consultores norteamericanos y europeos, piensan que la mittelstand, además de asegurar el liderazgo alemán en Europa, también ha preservado del colapso financiero a todo su sistema bancario. Es que estas empresas familiares, son reacias a endeudarse más de la cuenta y con igual ponderación tratan a sus clientes, a quienes solo les venden al crédito solo 10% del total de sus ventas. Esta política financiera conservadora, ha dado como resultado que Alemania, en estos días, no este inmersa en los graves problemas que aquejan a casi todos los países europeos, donde campea, la desocupación, el endeudamiento, las medidas de austeridad y los recortes en los sistemas previsionales, sobretodo en el rubro de salud. Quizás esta forma de organización, con ciertas modificaciones, podrían servir para que nuestro país se industrialice y dejar de lado la política económica primario exportadora o extractivista. Esta industrialización podría muy bien competir en el mercado regional, porque los productos industriales que actualmente producimos tienen como fin de exportación a los países de Latinoamérica. Para esto se hace necesaria, que la política económica gire 180º para dar prioridad a los pequeñas y medianas empresas, que tengan de 15 a 500 empleados en sus planillas. Podemos producir un gran número de bienes industriales y también dar mayor valor agregado a toda nuestra materia prima. En el rubro pesquero, podríamos envasar anchoveta para consumo humano, aceite de pescado refinado para ser utilizado como complemento alimenticio, porque tiene una apreciable cantidad de Omega 3. En el prometedor campo de bebidas fermentadas, se podría industrializar la chicha de jora. Este producto tiene muchas ventajas con respecto a cualquier tipo de cerveza y es también un complemento nutricional de primer orden. En estos tiempos de cambio climático producido por el hombre, sería muy oportuno, trabajar en investigación y desarrollo, para darle un gran valor agregado a toda nuestra biodiversidad, que está presente en nuestras regiones naturales, sobretodo en la Selva. Para este fin se debería fomentar la creación de miles de empresas pequeñas y medianas, para que de estas salgan una serie de productos orgánicos y naturales. Tenemos algunos ejemplos que han sido tratados por investigadores de las Universidades con facultades agrarias, para fabricar, sumos y bebidas de camu camu, taperiba y aceites de sacha inchi, entre otros productos. Además se debe reforestar la selva con plantones de caoba, cedro y otras especies, pero siguiendo la lógica natural de esos ecosistemas. No se trata de utilizar nuestras tierras, especialmente la selva, para sembrar especies exóticas como la palma aceitera o caña de azúcar, para producir biocombustibles o carnes rojas. Mas se ganara con dejar a la selva en su estado natural, para en forma armónica con este hábitat sacar los productos necesarios para su industrialización. Por eso es peligroso el desarrollo de infraestructura vial sin tomar en cuenta la relación costo-beneficio, pero con una visión conservacionista, que es lo que la hora actual demanda. Tenemos un gran banco de especies vegetales y animales que pueden ser el generador del milagro peruano del siglo XXI. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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