miércoles, 14 de noviembre de 2012

Xi Jinping en la cúspide del poder

Acaba de terminar el XVIII congreso del Partido Comunista de China, que tuvo lugar en Beijing, donde más de 2000 delegados debatieron a la usanza china, el porvenir de su gobierno y partido para los próximos 10 años. El actual presidente Hu Jintao, disciplinadamente dio el discurso inaugural, que también fue su despedida de la política activa, dando a conocer los logros que alcanzo China en estos 10 de su gobierno. Además fue muy claro en pedir una lucha más drástica contra la corrupción que ha envuelto con sus garras a prominentes líderes chinos, los cuales han sido expulsados del partido y del gobierno y también muchos de ellos han terminado en prisión. Pero Hu enfatizo en el desarrollo científico de su país, como guía de acción a tomarse en cuenta en el devenir del desarrollo chino. Enfatizo, en forma reiterada, que el modelo de desarrollo chino, es genuino y que nada ni nadie los hará cambiar de su socialismo con características chinas. Esta afirmación, es un mensaje a los ideólogos occidentales, que quieren que China adopte el sistema de gobierno democrático, tal y como lo practican la mayoría de países del mundo, teniendo como ejemplos a Estados Unidos y los países europeos. Pero China ha criticado duramente a este modelo de democracia, porque la responsabiliza de las grandes crisis económicas, el desempleo y la falta de crecimiento económico sostenido. En cambio en China desde hace 30 años, el crecimiento es sostenido y este gigante asiático, ha sabido librarse de las recientes crisis del 2008 y la actual, donde Europa está sumida en una profunda crisis social, económica y moral. Según los chinos, estos eventos negativos son aleccionadores y más bien instan a los otros países a encontrar otros modelos de desarrollo que sean más creativos que el democrático para que aporten a la solución definitiva de los problemas del mundo como son la corrupción, el desempleo, la pobreza y la contaminación ambiental. En este tema, el congreso, también ha enfatizado su voluntad de revertir el gran deterioro ambiental que ha ocasionado su impresionante progreso industrial. Sera el nuevo gobernante el que hará realidad este empeño, para que el crecimiento económico sea amigable con el medio ambiente. Pero el tema político más relevante de este 18º Congreso es la sucesión del poder, que ahora recae en el líder chino de 59 años Xi Jinping que será el presidente de su país en los próximos 10 años. En esta tarea estará acompañado por Li Keqiang, como primer ministro. Xi también será el secretario general del poderoso PCCH y el jefe supremo de sus fuerzas armadas. Desde el punto de vista occidental, el nombramiento de los jefes de estado, en un congreso parecería ser poco democrático, pero para los chinos su sistema funciona y es más eficiente que las elecciones que se realizan, por ejemplo, en Estados Unidos o Francia, porque en estos países las campañas electorales son muy costosas a tal punto que en las recientes elecciones estadounidenses se han gastado más de 6 mil millones de dólares. Pero volviendo a Xi, creemos que su liderazgo tendrá mucha influencia en todo el mundo, no solo porque su visión es un poco diferente a la mantenida por Hu, sino también porque China dentro de 5 años superara a los Estados Unidos, como primera potencia económica. Este cambio tendrá muchas repercusiones en un mundo tan interrelacionado como el actual, no solo en lo económico, sino también en las áreas políticas, ecológicas, militares y estratégicas. Por ejemplo, el creciente interés de China por África, es una muestra de sus grandes proyecciones sobre muchos países del mundo y quizás también este nuevo líder tenga el interés de enfocar su política exterior en los países de América Latina, en especial aquellos que, como el nuestro, tienen costas en el Océano Pacifico. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional Blog: www.majevic.blogspot.com

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