Rio+20 y la Pachamama

El mes de junio, fue uno de los más importantes del calendario Inca. Se celebraba la fiesta del Inti Raymi, “fiesta del dios Sol”. Es que a fines de Junio, sucede el solsticio de invierno y con esta ocurrencia natural, se marca el medio año. Tanto incas como otras culturas pre hispánicas, ponían en práctica anualmente este homenaje al Sol. En los días de festividades, había comida y chicha de jora para todos los asistentes. Era un culto a los bienes de la naturaleza, que con el esfuerzo de nuestros antepasados, dieron una serie de frutos, que hasta ahora perviven, tales como la papa, yuca, quinua, kiwicha, mashua, ocas y el maíz. De una variedad de esta ultima semilla, preparaban la sustanciosa y rica chicha de jora, que ahora en estos tiempos de crisis alimentaria, puede ser una solución al alcance de millones de personas en todo el mundo. Pero también en este mes, tendrá lugar la cumbre, denominada Rio+20, porque se efectuara después de 20 de la primera y que tuvo como escenario de bella Rio de Janeiro. En esa cumbre se trato temas sobre el desarrollo sostenible como por ejemplo patrones de producción y consumo, fuentes alternativas de energía, transporte público y la creciente escasez de agua. Han transcurrido 20 años desde esta cumbre y por los temas aprobados por 178 gobiernos, vemos que poco ha sido el avance. Nuestro planeta está ahora peor y dentro de un proceso grave de calentamiento global. Por eso la próxima reunión denominada Rio+20, tendrá una gran importancia, para todas las especies vivas. Asistirán a la cita 180 gobiernos y los temas a tratarse son la puesta en marcha de una “economía verde”, es decir una economía más en armonía con la naturaleza, tal como lo ejercían nuestros sabios antepasados pre hispánico. Esta economía verde, estará enfocada dentro del contexto del desarrollo sostenible, la eliminación de la pobreza y también la creación de un marco institucional para poner en marcha este desarrollo sostenible. Es que nuestros problemas a nivel mundial, son graves y se requiere de soluciones efectivas. Por ejemplo en el 2030, seremos 8000 millones de habitantes de los cuales un 70% vivirán en ciudades. Esto afectara la mejor asignación de recursos y muchas áreas que ahora se dedican al cultivo, serán sembradas por cemento y ladrillo. Actualmente, de los 7000 millones, 800 millones de personas viven en barrios marginales. En estas precarias urbanizaciones, conviven la pobreza, violencia, desnutrición, hacinamiento, delincuencia y ausencia de servicios vitales tales como vivienda digna, hospitales, escuelas y sistemas de agua, electricidad y alcantarillado. Pero estas soluciones, son una respuesta a un mal social, producto del sistema económico. Pero dentro de un innovador sistema de desarrollo podrían mitigarse estas lacras. Por eso se hace necesaria entre otras acciones, la ejecución de políticas demográficas, a fin de reducir el crecimiento poblacional. Estas políticas, deben basarse en el respeto a la dignidad humana y a un masivo sistema de difusión y educación sexual. Porque ahora, nuestra civilización, se parece a un niño malcriado, que se deja llevar por sus impulsos, sin tomar conciencia de lo que hace y afecta nuestra sostenibilidad en este planeta. Otras consecuencias de esta irracionalidad, es el problema de la basura. Ahora existe, prácticamente dos continentes, formados por desperdicios plásticos. Estas mega islas, se ubican en los océanos Atlántico y Pacifico, en el hemisferio boreal. También nuestro planeta tiene prácticamente un anillo de desperdicios formado por satélites artificiales en desuso y restos de cohetes, que giran con nuestro planeta. La llamada economía verde, es volver a nuestras fuentes pero con auxilio de las bondades que nos proporcionan los impresionantes desarrollos en ciencia y tecnología. Si usamos toda este conocimiento a mejorar nuestra relación con la pachamama, nos permitirá, vivir mejor y asegurando la viabilidad de las generaciones actuales y futuras. Ese es el futuro que deseamos y es un llamado de todos los hombres y mujeres que tienen conciencia y valores para mitigar los problemas que está acarreando el calentamiento global. Respetemos a la pachamama para que ella también nos respete, pues nuestro mundo es la única casa común para el ser humano y a las todavía millones de especies que forman la flora y fauna del planeta. Por Manuel J. Villanueva Ingeniero Electrónico