jueves, 21 de junio de 2012

Liderazgo y Autoridad

Muchas personas confunden las funciones de liderazgo y autoridad, lo cual ha causado serios problemas en todo tipo de organizaciones y también en el actual gobierno. Es decir que una persona con poder y autoridad, no necesariamente es un líder. El liderazgo que es un atributo muy escaso en nuestro país, es la capacidad de generar consensos entre los miembros de una sociedad u organización. Esta cualidad, está relacionada con la personalidad del líder. Es decir que estas escasas personas, son empáticas, razonables, atractivas, comunicativas, conocedoras del alma humana y coherentes en todos los actos de su vida pública y privada. El líder siempre da el ejemplo a sus allegados o subordinados. No es soberbio ni mandón sino persuasivo, sincero y sencillo. Pero cuando las circunstancias lo requieren sale a flote su prestancia de ánimo para abordar las cruciales decisiones que tiene que tomar. El líder, es una persona visionaria. Es decir que su percepción de las situaciones que le toca vivir, las ve en el largo plazo. Por ejemplo las crisis ambientales que tenemos, deberían resolverse con una visión de futuro, pues no solo se tiene que mirar la parte económica sino la sustentabilidad de esta actividad económica en el tiempo. Con la visión a futuro, los lideres, toman decisiones audaces, que en el momento no son comprendidas por las grandes mayorías. En el caso de los proyectos mineros, por ejemplo, una decisión de declarar una moratoria de estos proyectos, para encontrar una mejor solución, que sea aceptada no solo por las poblaciones afectadas sino por los técnicos honestos especialistas en ecología, sería un muestra de liderazgo. En suma el líder es un verdadero conductor de hombres. Estos lo aceptan porque les da seguridad y confianza para hacer mejor sus labores, dentro de una organización. La autoridad, en cambio, emana de la voluntad de un jefe o presidente, para que una persona ejerza determinado cargo, tales como ministros o altos funcionarios del gobierno. Como en todo tipo de organizaciones, siempre hay jerarquías, la persona con autoridad, frecuentemente, se comporta con mucha dureza con sus subordinados pero es muy dócil con su jefe superior. Con esta conducta el jefe, cree ganarse la simpatía de quien lo eligió a expensas del mal trato a sus subordinados. Estos jefes generalmente, no manejan bien las comunicaciones. Creen que dar ordenas y delegar funciones es suficiente dentro de su trabajo administrativo. Para eso cuentan con un grupo allegado, que hacen el trabajo de supervisión y que medran con su poder, pero que no hacen casi nada por mejorar las relaciones humanas en una entidad organizativa. La persona con autoridad, cree que los seres humanos bajo su mando, son meros recursos, tales como los equipos, los inventarios o el dinero. Pero las personas son algo diferente a estos recursos, que finalmente son creados por los seres que trabajos en todo tipo de organizaciones. Toda organización es una realidad humana y por tanto se debe humanizar, para que vea reflejada en toda la sociedad. Por eso no hay que olvidar esta realidad, para minimizar todo tipo de conflictos que se generan por la falta de trato a los dirigidos o a los ciudadanos de acuerdo al tipo de organización. Por eso es muy necesario, que las personas con autoridad, traten de asimilar algunas cualidades de los líderes, para que gestionen mejor las entidades a su cargo. Eviten con estos potenciales peligros sociales. Quizás si los jefes que no son lideres actúan con sinceridad, verdad y coherencia, estarían dando un salto cualitativo en la gestión que les toca desempeñar. Por Manuel J. Villanueva Doctor en Administración @manueljvillanue

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