viernes, 15 de junio de 2012

Creación de reservas acuíferas

Australia, ha creado una gran reserva marina de más de 3 millones de kilómetros cuadrados, a fin de proteger su fauna y flora marinas. Dentro de esta reserva estará restringida la pesca industrial y las exploraciones para buscar gas y petróleo. Esta decisión política, es pionera y pone de manifiesto la gran preocupación del gobierno australiano para proteger sus ecosistemas marinos que son únicos en su especie. A pesar de ser Australia un gran país minero, las actividades extractivas, tienen que regirse a cumplir altos estándares de control medio ambiental. Nuestro país, debería replicar esta política de conservación, porque todavía tenemos una gran riqueza ictiológica en nuestro mar y en casi todos los ríos de la Amazonia, lagos y otros acuíferos de la sierra. Recientemente se ha producido una mortandad de pelicanos, piqueros y delfines en la zona marítima del norte, debido por un lado a la falta de alimentos para estas aves y por la elevación de las ondas sonoras, producida por las perforaciones petroleras, que son mortales para los delfines. Lo mismo ocurre en nuestros ríos y cochas de la amazonia pero a causa de la explotación de petróleo y gas. Todos los residuos de estos yacimientos son vertidos a los ríos aledaños, causando la mortandad y desaparición de muchas especies acuáticas. Es decir no hay una verdadera conciencia y responsabilidad ambiental de parte de estas empresas extractivas. También se debe a que los controles por parte de las entidades responsables no toman el debido interés de hacer cumplir lo que demanda el control medio ambiental. Todo este lóbrego panorama, causa desasosiego en las comunidades que viven por esas zonas y son el caldo de cultivo para generar las crónicas protestas, que terminan muchas veces con perdidas de vidas humanas. Por este motivo, seria oportuno que se creen reservas acuíferas tanto en nuestro mar como en toda la Amazonia, el lago Titicaca y ríos de la zona serrana. Nuestra riqueza tanto de flora y fauna, es en la mayor proporción única en el mundo pero muchas especies están en peligro de extinción. Por ejemplo la anchoveta, que fue alimento esencial de nuestros antepasados pre hispánicos ha sufrido una merma apreciable en su biomasa, debido a la sobre pesca a tal punto que las aves que se nutren de esta especie ya no tienen como alimentarse. Igual sucede con una serie de especies tales como la merluza, cojinova, el paiche, el dorado, algas, moluscos y otras especies. Toda esta gran variedad, podría servir no solo para conservarlas sino para explotarlas racionalmente. Es hora, de que no solo apostemos por el extractivismo pesquero, que son faenas que se repiten desde la antigüedad, pero empleando técnicas modernas, sino que hay que fomentar la investigación de todas estas especies a fin de poder “sembrar” alevinos, algas y controlar la pesca, para extraer solo peces que tengan el tamaño y la madurez aceptable para evitar su extinción. Otro gran problema para todos los acuíferos es que las poblaciones cercanas a estas áreas, las utilizan como vertederos de todo tipo de basura, lo que ocasiona una gran contaminación. Por ejemplo, se dice que la liza consume detritus humanos y que otras especies están contaminadas porque comen plásticos, lo cual es un peligro potencial para la salud humana. Con la creación de reservas acuíferas, se daría un gran salto para conservar toda esta riqueza, que tiene un gran potencial económico y que es también garantía de seguridad alimentaria no solo para nuestro pueblo sino también para exportarla a otras naciones del mundo. Por Manuel J. Villanueva Consultor Internacional

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